miércoles, 24 de abril de 2013

¿PROTECCIÓN AMBIENTAL?



El desprestigio político en la Europa  monetaria, y especialmente en España, está alcanzando niveles auténticamente alarmantes que provocan en la ciudadanía gran alarma social, mientras los protagonistas continúan con sus monólogos para borregos. Mienten aun sabiendo que nadie les cree, bueno no todos, alguno de sus partidarios casi es seguro que sí, aunque promuevan extrañas campañas de auto-propaganda saliendo en los medios diciendo bobadas como esa que… “la gente del Pp. prefieren pagar la hipoteca antes que comer”, o esta otra, “se duchan con agua fría para ahorrar”, o aquella que se llevó el primer premio de la antología del disparate deshonesto refiriéndose a la dacción en pago, “… algunos aprovechados dejan de pagar la hipoteca para así poder comprar otro piso mejor”. Sin embargo actualmente, son muy pocos los españoles que hoy dudan que el inmueble de la calle Génova se asemeja más la cueva de Alí Babá, que a la sede de un partido político que hasta no hace mucho tiempo aparentaba ser el prototipo de la honestidad, y aún hoy fingen serlo. En estos momentos deben tener la maquinaria “legal” del partido trabajando al máximo, porque al parecer les urge establecer nuevas leyes que favorezcan a los suyos. Se dan prisa porque temen que el asunto de la Gurtel, Bárcenas, etc. les explote en la cara antes de acabar de construir las bases para seguir mangoneando desde el más ‘payá’, quieren hacerse con el mayor botín posible, y de paso dejar bien colocados a sus más cercanos esbirros.
En Castilla La Mancha, su presidenta, la señora “de” Cospedal, además de haber pactado el retiro de Bárcenas, aquél del “despido retroactivo”, ha prescindido sin pudor de los servicios de la Cruz Roja Española de su Comunidad que llevaba el programa de Emergencia Social para las Personas Dependientes, y entregárselo a una empresa privada. Quiere hacer lo mismo con los hospitales, centros de salud y demás servicios “no rentables” como el cementerio para los desechos radiactivos que se trajo a su ámbito de influencia. ¿Sabéis quien anda detrás de todas estas privatizaciones? Sactamente.
No obstante estos desmanes no solo los hacen en esa Comunidad, ¡qué va! también son frecuentes en Andalucía, Valencia, Murcia, Galicia, Cataluña… y en cualquier lugar donde la corrupción destaque impune. Ahora, el gobierno pretende reformar la Ley de Costas. Una Ley que entrega el Litoral español a los Ayuntamientos limítrofes en bandeja de plata, para que cada cual haga en su feudo lo que estime conveniente. Una Ley con más agujeros que un queso suizo. Naturalmente, antes de llegar a este punto han tenido que eliminar muchos obstáculos: típicos barrios de pescadores con más de cien años de antigüedad, antiguas urbanizaciones legales, hoteles, restaurantes, chiringuitos que pagaban sus impuestos… etc. Ahora las costas, una vez despejadas de estorbos tan indeseados como bien situados geográfica y estratégicamente, quedarán en poder de los grandes depredadores del ladrillo que ansiaban volver a la especulación que es lo suyo. A no tardar veremos que las playas estarán vedadas para los ciudadanos, y posiblemente tendremos que pasar por taquilla o pagar algún impuesto si queremos tomar el sol y mojarnos el culo. ¿Cómo puede haber gente tan insaciable, que primero crea una Ley que se supone de Protección Ambiental, para después  terminar transformada en un derecho de propiedad?
Esta Ley que a todas luces tiene trazas de privatización encubierta, permite entre otras cosas, tener en propiedad un acceso público casi de por vida, una especulación urbanística hecha a medida de los intereses privados. Con la antigua Ley, no se podía construir a menos de 100 metros de la costa, y aún así hemos visto en muchas playas que el mar llega a las mismas puertas de algunas urbanizaciones. Cuando aprueben esta nueva Ley, la zona de protección disminuye hasta situarla a 20 metros del mar en algunos casos, pero eso sí, deberán dejar una franja de servidumbre de 3 metros. Al mismo tiempo, esta nueva Ley indulta la demolición de 250.000 posesiones privadas y más de 3.000 chiringuitos levantados en suelo público, y garantiza la explotación y disfrute de estas construcciones a todas luces ilegales.
Pese a los coladeros que tiene esta Ley, creo que el famoso y mastodóntico hotel “El Algarrobico”, fiel ejemplo de la corrupción política, que se construyó nada menos que dentro del Parque Natural del Cabo de Gata, en Almería, no se salvará de la demolición porque tiene una sentencia firme, aunque me malicio que esta gente es capaz de volver a legalizarlo aprovechando su mayoría absoluta y esta Ley, que bien utilizada por los interesados, puede hacer que este hotel se “libre de la quema”. Llevan muchos años mareando la cuestión, y al parecer la Junta de Andalucía no quiere gastarse los más de 7 millones de euros que cuesta demolerlo, y supongo que tampoco querrán reembolsar los milloncejos que posiblemente recibieron algunos por autorizar su construcción, el asunto no está para despilfarros. Si fuesen inteligentes, cosa que pongo en duda, podían aprovechar la circunstancia para instalar en él una Macro-Residencia de Ancianos, por ejemplo.
Con el pretexto de “garantizar la protección del Litoral”, el gobierno aprovecha para moldear una España a su medida, y mientras esto sucede, sospechosamente la oposición calla, y los demás partidos aguardan en silencio su oportunidad.
Para terminar diré que con esta Ley, nuestro Litoral quedará en manos de los caciques locales que vuelven a abusar de los ciudadanos honrados mientras los demás políticos se miran el ombligo.
¿Dónde queda el Estado del Derecho?

Saludos de Miguel.

viernes, 5 de abril de 2013

¿IMPUTADA?




         No tengo más remedio que censurar una vez más y tantas veces como me sea posible, las insolentes manipulaciones que el partido de los genoveses hace con los organismos nacionales, y además tengan la insolencia de insinuar que lo hacen por el bien de España y los españoles.
A estas alturas resulta cuando menos increíble que un juez haya tenido el suficiente valor para incriminar a la Infanta Cristina en la misma causa que está investigado a su consorte. Tampoco tengo muy claro los motivos porque a mi juicio, éstos varían poco de los que había hace un año, y como nos tienen acostumbrados a pensar mal de ellos, cabe preguntarse si esta imputación se hace para acusarla realmente, o se trata de una simple farsa creada exclusivamente con la finalidad de desviar sospechas para siempre. En cualquier caso y como la justicia, por mucho que nos quieran decir no es la misma para todos, la Infanta podrá dormir tranquila y disfrutar de los millones escamoteados por su marido. Las cosas están como están y esta situación a nadie debería extrañar.
Tampoco puede sorprendernos la manipulación arbitraria que el Gobierno hace con las instituciones. Tanto es así que más de uno tiene la sensación que éstas forman parte de su propiedad particular, con el consentimiento del resto de los partidos que parecen tener miedo de oponerse seriamente a sus desmanes. En este caso pretenden utilizar la Fiscalía Anticorrupción como si fuera un despacho de abogados contratados para tramitar la inmunidad de la Casa Real, escudándose detrás de una mayoría que en su día tuvieron, y ahora carecen. Después tratarán nuevamente, de engañarnos contándonos historias sobre la independencia judicial que no respetan porque el gobierno a espaldas del pueblo, manipula; extorsiona, chantajea, o dañan la imagen de  quienes no acata sus órdenes. Cualquier método es bueno con tal de conseguir su propósito.
Éramos muchos quienes hasta ahora creíamos que la labor de los fiscales era la de buscar pruebas para acusar a los delincuentes, en cambio hoy, siguiendo las instrucciones totalitarias del ministro de turno a quien el prestigio de la institución le debe mantener al pairo, la fiscalía se dedica a obstaculizar la gestión de la justicia descaradamente. Si finalmente es retirada la imputación de la Infanta, la fiscalía anticorrupción caería en un flagrante delito de prevaricación, pero esto a ellos les trae sin cuidado. España, en el extranjero, está dando la imagen de soportar el peor gobierno fascista de la historia de la Democracia. A partir de hoy… ¿quién va a creer en España y en sus instituciones?
Como es natural, debe haber fiscales honrados, seguramente tantos como jueces, y que deben sentirse íntimamente avergonzados por tener que soportar un jefe con claras tendencias ultraderechistas que pretende obstaculizar la investigación de la justicia en vez de dedicarse a limpiar el país de tantísima gente corrupta, porque nadie ignora que aquí hay muchos políticos acusados de corrupción, aunque hasta hoy ninguno está en la cárcel. ¿Cómo estos políticos pueden caer tan bajo siendo como dicen ser, fieles seguidores de la iglesia católica, la cual predica justo lo contrario?
Como  conclusión un pensamiento: Conocer el pasado de un país es la única forma de entender el presente y de intuir el futuro”.

Saludos de Miguel