La dictadura pepero-genovesa acaba por
quitarse la careta sin prejuicios ni vergüenza.
A estas alturas todo lo que sea seguir en el poder sin temor a destapar
sus angustias para eludir la justicia en el “Caso Gurtel” es primordial. No obstante,
manipulan la justicia como marionetas de circo para ocultarse tras ella. Aunque
esto parezca un disparate, no lo es.
Resulta que el Consejo General del Poder Judicial, obedeciendo dócilmente las órdenes
del jefe del cotarro, señor Rajoy, ha tomado la “difícil” decisión de nombrar
presidente de la Audiencia valenciana a un buen amigo del imputado Francisco
Camps, (aquel
señor de los trajes caros), que será el encargado de juzgar
varios casos de la “supuesta” corrupción del Pp. en el “Caso Gurtel” que ya
conocemos. Este magistrado también juzgará el “Caso Emarsa” que salió a la luz
en el año 2.011 relacionado con el
saqueo en la depuradora pública valenciana en el cual, altos cargos políticos
del Pp. están procesados, o como dice ahora Rajoy; “están investigados” por
colaborar en el despojo de la recaudación de dicha depuradora. Otros de los
casos menos conocidos que juzgará este comediante de la justicia valenciana al
servicio del Pp., es el “Caso Cooperación” donde también “supuestos” cargos de
la mafia genovesa desviaban el dinero destinado a un hospital de Haití, y que
al parecer, después del reparto de dividendos, parte de él terminaba en las
arcas del partido de la sucursal pepera en la comunidad valenciana.
En este estado de cosas y con esta justicia
trabajando descaradamente al servicio del partido
en el poder, el Pp. con la Ley
Mordaza a su disposición, se burla descaradamente de la democracia y nos hace
retroceder a la peor etapa del franquismo que teníamos felizmente olvidada. Es una pena pensar que unos cuantos
politicastros miserables envueltos en la bandera del país que juraron proteger por
su honor con lealtad y honestidad, vendan su dignidad por dinero o un simple
nombramiento.
No es la primera vez que lo expongo y
ahora ratifico, aunque con matices, que se
debe separar el poder político del poder judicial. Estamos viendo con
demasiada frecuencia que cuando cualquier partido político tras unas elecciones
alcanza la mayoría absoluta, la división de poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial desaparece y convierte al Estado
de Derecho en un verdadero circo. Si a esto añadimos el poder que ha tomado la
iglesia, y que los grandes medios de comunicación están en manos del poder
financiero y trabajan para ellos, podemos asegurar que estamos en manos del peor
estado fascista que podemos imaginar. No obstante, si nos detenemos en analizar
el estado del Poder Judicial, prisionero en la cúpula por personajes afines al partido en el poder, eligiéndose entre ellos “sin injerencias” del poder político, aún sería mucho peor, puesto que un enjambre de viejos
ultraconservadores acomodados en los puestos clave de la judicatura poseen la mayoría
que influye en el reparto de cargos por lo tanto debería ser el Poder
Legislativo quien buscara una fórmula inteligente y justa que evitase la
designación política unipartidista y arbitraria como ocurre actualmente.
¿Qué
estará sucediendo en la justicia para que políticos y simpatizantes del Pp.
imputados, decenas de investigados y cientos enjuiciados, haya tan pocos encarcelados?
La Ley Mordaza recientemente decretada por
el Pp. con la colaboración del Psoe, (aunque después se
hallan retractado) es la respuesta represiva de un
gobierno temeroso que utiliza las fuerzas de seguridad para violar derechos
fundamentales: limita el derecho de libertad,
de protesta, de expresión, de reunión, y protege a sus propios delincuentes,
poniendo en tela de juicio los organismos del Estado. Puestos a deshonrar
instituciones, han conseguido degradar al Banco de España. Ya va siendo hora
de aplicar al Pp. la Ley de Partidos. La relación de este partido político con la
mafia fascista la desconozco pero parecen caminar de la mano: mienten, encubren y comparten la corrupción.
El partido al que me refiero, tiene organizada una manifiesta ofensiva
anti-social que hasta hoy, ningún otro partido político se ha atrevido a
denunciar. Da muestras constantes de una degradación absoluta y la vejación continua
a que nos vemos sometidos nos indica que incluso se permiten extorsionar a los
ciudadanos con leyes que recuerdan el poder de los gobiernos corruptos.
¿Qué más pruebas hacen falta para
que los ciudadanos se den cuenta que el Pp. no es un partido democrático?
Saludos, Miguel.