jueves, 7 de diciembre de 2017

HABLANDO DE CORRUPCIÓN...




Seguramente pensareis que me repito hablando sobre corrupción política, y es cierto. Pese a caer en ese aparente desacierto, nunca me cansaré de manifestar mi total repulsa hacia ese supuestamente “distinguido colectivo”, mientras siga habiendo políticos especializados en vaciar las arcas públicas, y partidos políticos amparando sus fechorías en contra de los intereses generales del pueblo que los sostiene.
Quiero aclarar que cuando hablo de partidos corruptos, me refiero a los partidos nacionales que lideran el ranking por volumen de dinero supuestamente saqueado del erario público. Por ejemplo, el número de la selección  lo encabeza el Pp. que según las estadísticas consultadas, lleva defraudados alrededor de 121.695 millones de euros, solo el año pasado. Lo sigue el Psoe con 10.618 millones. El CIU de Pujol y Más, ahora CDC, va a la zaga con 5.385 millones escamoteados. Lo extraño del caso es que el Pp. “solo” tenga 900 políticos imputados por corrupción, seguido del Psoe con 350 imputados, de los cuales 162 son ex cargos políticos andaluces, cuya comunidad “presume” de ser la más corrupta del país, seguida por Baleares en la época de Jaime Matas. Ante este panorama de estafas, fraudes y mentiras, tenemos al que se supone guardián del tesoro, el Banco de España, que lejos de cumplir su cometido, al menos en apariencia y con el consentimiento interesado del gobierno y demás agencias de observación, vulnera su función de vigilancia y control, protegiendo con su indiferencia a los grandes estafadores.
Para intentar proteger su impunidad, los políticos no se cansan de repetir porque les interesa, que la sociedad española lleva en sus genes más inclinación que cualquier otra por la corrupción. Es otra de sus cobardes mentiras. Lo que sucede es que los partidos políticos en colaboración con otras instituciones, donde no faltan las religiosas, han creado una atmósfera de relativa impunidad que está alcanzando unos límites impensables, y utilizan una desmedida doble moral para juzgar las grandes oligarquías formadas por el poder político y otras entidades que controlan los medios de comunicación y el poder judicial. Entre todos se han adueñado de la estructura general del estado corrompiendo el sistema para garantizar de esa forma sus ilimitados beneficios y su permanencia en el abuso indignante del patrimonio público.
Es fácil entender que esta camarilla de políticos miserables que dicen ser “progresistas”, no pasen de ser unos simples oportunistas sin dignidad ni ideales que están prostituyendo la política. A nadie puede extrañar que estos políticos pancistas y arbitrarios estén pésimamente valorados en su propio país, entre otros motivos, porque carecen de principios y únicamente satisfacen a sus propios intereses y a los partidos que les protegen.
Está claro que a la casta política de ninguna manera les interesa acabar con la corrupción, que se podía corregir a largo plazo disponiendo de una buena educación ciudadana dirigida a corregir estos defectos sociales, pero en vez de hacerlo, se aprovecha de ella porque saben que están protegidos por los organismos que ellos mismos han creado para el caso. Este desagradable ambiente de corrupción sistémica puede hacernos pensar en una situación irreversible y que las cosas deben ser de esta forma aunque esto no es así de ninguna manera y como todo, tiene un límite.
No me cabe la menor duda que si hubiera forma de hacer que los políticos devolvieran todo el dinero público que nos han robado, se podría saldar la deuda pública en su totalidad y favorecería  el bienestar general de los españoles. Pero esto está por llegar. Pese a lo que nos cuenten, mientras exista el mercadeo político, los pactos interesados entre partidos y una ilusoria oposición, se alargará el plazo para que los españoles podamos gozar de una verdadera democracia.
Yo por lo menos así lo creo.

Saludos, Miguel.






martes, 28 de noviembre de 2017

EL CUPONAZO VASCO



         Otra pena más para los españolitos que pagamos rigurosamente nuestros impuestos a cambio de apenas nada.
Por estos días se habla del “cupo vasco” y muy pocos conocen su origen ni significado. Con esto no quiero decir que un servidor sea un entendido en la materia, pero como estoy algo preocupado, he querido conocer algo más sobre este tema.
Según he podido saber, el asunto trata de un sistema de contribución que surgió después de la II Guerra Carlista allá por el año 1.878, en el cual se reconoce a las Diputaciones Forales la facultad de recaudar sus propios impuestos. Es un derecho histórico que sigue vigente en nuestros días, por el cual el País Vasco y Navarra recaudan todos los impuestos, y pagan al Estado Español una cantidad estipulada para compensar los gastos que obtiene por la prestación de servicios no transferidos. La revisión de estas prestaciones se realiza periódicamente, y el cálculo de la cantidad a devolver depende, como vemos ahora, de los servicios prestados al gobierno de turno. O sea, según los favores que te he hecho… tanto te devuelvo.
La cuestión de tanta polémica se debe a que en esta ocasión no se ha realizado ningún tipo de cálculo de la aportación que le corresponde ingresar al País Vasco a las arcas españolas, sino que el señorito Rajoy, como dueño y señor del cortijo español, ha estipulado una cantidad a simbólica como pago por los votos prestados a su partido para poder aprobar los presupuestos del Estado del próximo año.
Echando la vista atrás recordaremos que el dictador Franco favoreció tanto a vascos como a catalanes, montando allí la mayor parte de la industria española, para mantener ocupado al personal y aún siguen beneficiándose de aquello, mientras otras muchas regiones se quedaron para siempre al margen de la industrialización. Según mi punto de vista, y siendo consciente de la  situación económica que estamos atravesando debido a esta interminable crisis, creo que esto del “cupo vasco” no pasa de ser una gran estafa que a los partidos políticos mayoritarios interesa mantener viva, porque se benefician de ello a cambio de sus oportunos votos y favores partidistas. No obstante, para el resto de las comunidades se trata de una actitud indignante que provoca la desigualdad entre autonomías.
Es por esto que las comunidades forales son las que menos deuda tienen y las que gozan de mayor renta por persona. Como ejemplo diré que la renta de los vascos en el 2.016, fue de 14.345 euros, frente a los 8.731 euros de los manchegos. Los catalanes que tanto se quejan apiñaron 12. 660 euros, y los extremeños no pasaron de los 8.674 euros.
Viendo esta diferencia entre comunidades autónomas comprendemos el elevado contraste que existe en un país desarrollado y pésimamente administrado por unos políticos incompetentes a quienes deberíamos exigir un cambio radical en el sistema de reparto para restablecer la igualdad económica entre españoles. Amén.

Saludos, Miguel.



         

miércoles, 22 de noviembre de 2017

CORRUPCIÓN ESPAÑOLA




         Por algo se empieza. Finalmente parece ser que el Partido Popular instalará sus posaderas en el banquillo de los acusados. Verdaderamente es un hecho histórico como fue ver al presidente de los españoles declarando por corrupción ante un tribunal de justicia, aunque aquello fuese una pantomima, es la primera vez en la historia que un partido político ha sido procesado por los delitos de encubrimiento y daños informáticos. Este mismo partido que es el que presume de “colaborar con la justicia” será juzgado por destruir las pruebas que pudieran inculparlo en un delito de corrupción sistemática, cuando fueron solicitadas por el juzgado.
Ahora tratan de defenderse alegando que el delito ha prescrito, sin embargo hay cuestiones que no prescriben con los años por mucho que lo quieran asegurar los que están implicados en el asunto por ejemplo, todo lo relacionado con la corrupción sistemática de los partidos políticos y sus incondicionales, ni tampoco es achacable a la inseguridad de los tiempos que vivimos, ni únicamente es cosa exclusiva de los políticos.
Después de tantos casos de corrupción como hace tiempo vengo manifestando, tengo que admitir que la corrupción, además de endémica, nos viene de lejos: por dinero vendieron a Viriato a los romanos, tampoco por creencias religiosas fueron expulsados los árabes del país,  ni a los judíos, ni a la Iglesia. Analizando estos temas en su conjunto podemos llegar a la conclusión que todo tiene un denominador común, que fue para robarles su patrimonio, y el tema no ha variado en absoluto con el tiempo, lo que sucede ahora es que los ladrones son un poco más “educados” y “elegantes”. Ellos tienen su idea, y piensan que lo que hacen es comparable a copiar en un examen: “… mientras no te pillen todo irá bien”.
Es cierto que se han creado organismos con la finalidad de perseguir los fraudes, corruptelas y demás delitos monetarios pero he aquí, que estas poderosas instituciones son presididas por personajes escogidos por el régimen para despistar y entretener al personal mientras ellos siguen con sus chanchullos y explotando al máximo el tráfico de influencias con su conocida falta de ética.
Por mucho que los mismos que lo generan, hablen de solucionar este tema, es una gestión complicada puesto que ellos mismos procurarán conseguir dar validez a la acción inmoral de quienes se benefician del trabajo de los demás como auténticos parásitos que son, al tiempo que justifican sus actos con la conocida frase… “la corrupción procede de la misma sociedad”. Ante este obsceno comentario dicho seguramente por algún personaje implicado, debo decir que la solución del problema está difícil por ahora, puesto que para conseguir algún progreso más o menos positivo haría falta un cambio de política radical, y posiblemente adelantándonos mucho en el tiempo, un cambio de cultura y educación, buenas leyes y sanciones ejemplares.
Para terminar diré que la corrupción de los partidos políticos y en los sindicatos ha sido tan descarada que ya es hora que intervenga la justicia, aunque me malicio que no llegarán al fondo de la cuestión. Estos poderosos partidos tienen fuerza y clientelismo suficiente para no perder sus privilegios. Posiblemente caerán cuatro “pringaos” y los verdaderos responsables seguirán sin responder ante la Ley por los delitos que ya no pueden ocultar.
Como dije al principio, por algo se empieza.


Saludos, Miguel.

miércoles, 1 de noviembre de 2017

LA CORRUPCIÓN QUE NO CESA



La corrupción vacía las arcas del Estado. Los políticos nos roban las reservas para financiar los servicios y prestaciones sociales de los ciudadanos. Es algo parecido a un impuesto que no se define ni se presupuesta como tal, pero que a cada españolito nos cuesta algo más de 500 euros al año para reponer los más de 90 millones de euros defraudados de las arcas públicas que destruyen lentamente nuestro estado del bienestar.
Ante esto, nuestros políticos siempre encuentran excusas para desviar la atención del personal hacia el lado que más les interesa. Quien maneja el negocio de la corrupción, según dicen algunos fiscales, es el Partido Popular, ayudado por los medios de comunicación a su servicio, donde la mayoría de sus políticos han estado, están y estarán imputados por la justicia. Pero todo tiene un límite porque pudiera ser que cualquier día los votantes de este partido abrieran los ojos y vieran lo que sucede a su alrededor y eligieran otro partido donde no valga la estrategia de mirar hacia otro lado o esperar a que caiga la fruta madura.
Es particularmente interesante, que a esta “casta” de parásitos saqueadores no les guste dejar el Poder, y traten de asustar a la gente con cualquier pretexto, porque al fondo ven el final de su dictadura. Aunque creo que ni derrotándolos en las urnas será posible acabar con la corrupción, porque el sistema capitalista que nos impusieron es un sistema corrupto en su propio origen ya que para ellos, lo importante es acumular cuanto más capital, mejor. No importa el cómo ni a costa de qué, puesto que para eso hacen las leyes según sus propios intereses. Pueden robar, estafar, expropiar, extorsionar… que a nadie se le pide cuentas, han tomado la “honrosa” actividad de la política como sinónimo de corrupción. Y ante este estado de cosas no cabe otra solución que instaurar una auténtica Ley de Transparencia que acompañen asignaturas obligatorias en la educación sobre honestidad, ética y solidaridad, ya que la “ley de transparencia” que introdujo el gobierno del Pp. no sirve para nada. Como prueba evidente tenemos a Rajoy y su comparsa metidos hasta el cuello en la corrupción, y ahí están ajenos a las críticas como quien oye llover.
Lo cierto es que el partido que nos gobierna está imputado por corrupción y ya no se preocupan siquiera de guardar las formas. El pueblo les culpa de provocar los interminables recortes, de causar un nivel de paro insoportable; saturación y falta de camas en los hospitales, la deuda soberana imparable, emigración masiva, cuatro millones de personas por debajo del umbral de la pobreza, cientos de niños con serios problemas de nutrición, miles de familias a quienes les arrebataron sus casas… y ellos ni se inmutan. Esta es la verdad que tenemos en España.
Sabemos que no hay dinero suficiente para Sanidad, ni para Educación, ni para Asuntos Sociales porque se lo llevan a manos llenas, en cambio hay millones de euros para gastarlos en aeropuertos sin aviones, autopistas sin coches, vías de alta velocidad por donde apenas pasan trenes… etc. esto tiene un nombre. Se llama despilfarro y malversación de dinero público con el propósito de obtener comisiones multimillonarias.
No es por enaltecer al personal, pero creo que los ciudadanos honrados que pagamos nuestros impuestos para mantener la ley y el orden dentro y fuera de las instituciones españolas, podríamos aprovechar las circunstancias para vencer nuestra natural cobardía y salir a la calle para defender nuestro incierto futuro. Porque visto lo visto cabe preguntarse… ¿Cuál será el futuro político y social de nuestro país?


Saludos, Miguel.

jueves, 26 de octubre de 2017

ESTADO DE ALARMA POR CATALUÑA



Todavía es pronto para pronosticar el incierto futuro que le espera a los catalanes, pero sea cual fuere no será bueno, ni para Cataluña ni para el resto de España.
Por un lado tenemos un presidente, Rajoy, cobarde por naturaleza, que está completamente aterrado porque su partido y las circunstancias le obligan a aplicar contra Cataluña el célebre artículo 155 y desconoce sus consecuencias. Por la otra parte, otro presidente de menor entidad, Puigdemont, un personaje con grave tendencia paranoica, y una complicada obsesión independentista que le tiene tan estreñido que le pide desordenar un día lo dispuesto el anterior. Estos casos no serían la primera vez que se dan. La historia cuenta que los pueblos han caído varias veces en manos de perturbados mentales. Aquí pasa lo mismo, estamos en manos de unos políticos fracasados, que en vez de aportar beneficios para los ciudadanos, nos llevan a la ruina y a la miseria.
La impunidad de los políticos catalanes ha sido desarrollada con los años y protegida por el inmovilismo interesado y arbitrario de los diferentes gobiernos españoles, y ahora se sienten capaces de soliviantar al personal y quebrantar las leyes sin temor a las consecuencias. Por eso es tan complicado el tema; nadie cree que el Pp. con su corrupción repartida por todos los juzgados, hará otra cosa que no sea mandar tropas a Cataluña con el apoyo de su siervo Rivera y la colaboración de Pedro Sánchez, que dicho sea de paso, está perdiendo la poca credibilidad que puede tener por su descarada actitud de sumisión hacia Rajoy. Por lo tanto así estamos, con un partido de izquierdas aparentemente fuera de servicio, otro que se autodenomina “de izquierdas” haciéndole el juego a un partido de “derechas” presuntamente corrupto, y otro partido también de “derechas” creado exclusivamente para proteger los desmanes de la marca líder. ¿Quién da más?
La cuestión es que por culpa de estos políticos ineptos, estamos a la espera de la aplicación o no, del artículo 155 que nadie, ni el gobierno central sabe cómo aplicar, pero por si acaso, Rajoy ha dispuesto un ejército de funcionarios a las órdenes de la vicepresidenta Soraya, otro ejército de policías repartidos por la comunidad esperando órdenes del ministro del interior, y por si acaso no hay suficiente personal preparado, está acuartelado en Cataluña y alrededores, otro ejército que dirige con “mano de hierro” la ministra Cospedal García, alerta para intervenir en caso necesario que nadie quiere que suceda, o… ¿acaso si?
Me malicio que esto terminará como nos tienen acostumbrados; después de tanta parafernalia puede haber un nuevo apaño entre los independentistas y el gobierno de Rajoy, que acabará con más concesiones, más dinero y más autogobierno… y hasta otra, porque el cuento del “federalismo inclusivo” del Psoe se ve cada vez más lejano. Tuvieron oportunidad de implantarlo en varias ocasiones y no lo hicieron, así que no sigan engañando al personal con esta solución que no se cree nadie.
Queremos hechos en vez de tanta palabrería.

Saludos, Miguel.




jueves, 5 de octubre de 2017

CATALUÑA EN ESPAÑA




En estos días parece que el mundo sólo ha girado en torno a Cataluña. Todos los medios de comunicación no hablaban de otra cosa, parece como si alguien hubiera puesto en marcha la maquinaria de distracción para tener al personal ocupado con la mente fija en la cuestión catalana. Es natural que estemos preocupados por el destino  de nuestros vecinos catalanes, pero tanto de lo mismo termina por aburrir.
Más allá de esa región también han pasado cosas de las que se podía haber hablado, por ejemplo, que en el mes de septiembre subió la lista del paro en casi 30.000 personas; que en la vecina Portugal hubo elecciones municipales, donde por lo visto el partido socialista consiguió los mejores resultados de su historia. Otra noticia más cercana, fue que la Audiencia Nacional está “investigando” al señorito Gallardón por la supuesta desaparición de más de 2.700 millones de euros de fondos públicos durante su gestión en la presidencia de la comunidad de Madrid… sin embargo en España no se habla nada más que de Cataluña, y esto le viene muy bien al Pp. que debe pensar que con el asunto catalán puede lograr más votos. Esto lo digo porque en la forma de actuar estos políticos, que como siempre anteponen su interés partidista al de los españoles. Esto sucede cuando un gobierno no es consciente del lamentable ridículo que han protagonizado, al mandar a las fuerzas de seguridad del Estado a buscar urnas por la región catalana, y repartir porrazos sin control, como en los viejos tiempos.
Es vergonzoso que un partido como el Pp. que presume de “demócrata”, tache a los independentistas de mafiosos, parece como si les molestase la competencia, aunque esta vez puede que tengan razón, los partidos nacionalistas catalanes realmente parecen actuar como mafias organizadas; no respetan ley alguna vengan de donde vengan, ni aceptan las de su propio parlamento. Los partidos independentistas catalanes imitan el modelo del Pp. que en cierto modo tienen mucho en común. Además de hacerse las víctimas, justifican sus acciones junto con la propaganda y su puesta en escena, y según parece son igual de corruptos. Ninguno de ellos quiere dialogar y ambos son intransigentes. Llegado a este punto, ¿alguien puede pensar que estos personajes pueden sentarse a dialogar?
El gobierno de Rajoy ha hecho mucho daño al pueblo español. No solo ha fracturado el mercado laboral, la hucha de las pensiones, el estado del derecho, la educación, la sanidad... ha permitido la corrupción institucional de su partido, y por su carácter despótico y autoritario ha logrado enfrentar a los ciudadanos catalanes con el resto de España. Muchos entendidos en política opinan que este falso personaje no está capacitado ni para presidir una comunidad de vecinos porque tiene un don especial para crear problemas donde no los hay.
Ahora toca buscar un procedimiento legal entre todos, para calmar los ánimos en ambos bandos, que permita una convivencia nacional comprometida con la Constitución, o sea, con dialogo, libertad y respeto.


Saludos, Miguel.

viernes, 22 de septiembre de 2017

EL PROBLEMA CATALÁN


Es tan lamentable como ridícula la revolución nacionalista que ha  creando el gobierno de Rajoy en Cataluña, escondiendo su cobardía tras su Tribunal Constitucional, sus jueces, sus fiscales y las fuerzas armadas que utiliza como instrumentos de ataque a su servicio para tratar un problema que sólo él y su partido vienen provocando desde el año 2.006 cuando denunciaron el Estatuto Catalán en el Tribunal Constitucional, estando ya aprobado por parlamento Catalán y por las Cortes españolas.
Debido a la conocida pachorra que caracteriza al presidente Rajoy y la supuesta dejadez de sus acólitos, no supieron presagiar con suficiente antelación que aquella cacicada traería a no tardar, una revuelta independentista de esta magnitud, y eso que Cataluña lleva tiempo anunciando sus intenciones, pero ni él ni su comparsa han sabido actuar democráticamente. Están haciendo lo único que saben, al más puro y rancio estilo franquista que utiliza su propia estupidez con la razón de la fuerza. Estos políticos incompetentes han demostrado que son incapaces de utilizar el dialogo y la política porque ciertamente no son políticos. Cualquier otro gobernante con perspectiva de Estado, seguramente habría actuado al contrario que Rajoy: en vez de tratar el asunto catalán escudado tras el poder de la justicia y las fuerzas armadas para impedir que los catalanes puedan votar, otro más inteligente hubiera intentado convencerlos con diplomacia para que no quisieran desligarse del sistema comunitario actual, porque la intención de votar nunca puede ser calificada como delito, otra cosa es querer hacerlo a las bravas y fuera de los cauces legales.
Todavía es posible que Rajoy y sus secuaces sean capaces de apaciguar la situación catalana de manera transitoria, pero tal y como están las cosas creo que nunca podrán dominar el deseo de decidir el destino de los catalanes. Tal vez el gobierno de Rajoy sea capaz de anular algunos derechos políticos, también es posible que algunas libertades civiles puedan quedar canceladas, pese a todo, es inevitable que a corto plazo, surja de estas movidas una nueva Transición, un pacto que ofrezca seguridad para reorganizar la Constitución, y así lograr que la convivencia entre los ciudadanos de esta gran Nación sea una realidad. Al final todos queremos lo mismo: que nos dejen vivir en paz, y que los políticos indeseables y corruptos que provocan estas situaciones para esconder su propia miseria, vayan a la cárcel que es donde deben estar. Amén.
¡¡Señores políticos, TODOS los ciudadanos de este país merecemos que se escuchen nuestras palabras!!

Saludos, Miguel. 

domingo, 17 de septiembre de 2017

LA GRAN ESTAFA DEL RESCATE BANCARIO



España es como es; los políticos son como son, y los españolitos por siempre, eternos sufridores. Un servidor nunca entenderá porqué razón los ciudadanos tenemos que aguantar tanta inmoralidad provocada por una supuesta casta de políticos miserables dedicados especialmente al saqueo institucional.
Por un lado tenemos, que algunos catalanes están en “pie de guerra” porque al parecer alguno de ellos quiere dejarnos. Pues nada, que tanta paz lleven como descanso dejan. Por el otro lado, sube la lista de parados, baja la afiliación a la Seguridad Social, disminuye el presupuesto para mejorar la Sanidad y la educación; a los pensionistas no les alcanza la paga para terminar el mes, y en éstas, llega el Banco de España y nos suelta de sopetón que de los 56.865 millones de euros, que prestó el señorito Rajoy a los bancos para protegerlos de su mala gestión, y que nosotros tenemos que pagar, sólo recuperaremos alrededor de 15.000 millones, o sea, que vamos a perder 42.590 milloncejos, y el gobierno empecinado con su particular pelotera con los catalanes, se queda tan campante.
Creo que esto es un asunto muy serio. Tanto perder Cataluña, como perder más de 42 millones, son cosas muy serias, oigan. De acuerdo que los catalanes tienen sus derechos, pero el resto de los españoles también lo tenemos y somos más para opinar. Ninguna de las dos cosas se pueden tomar a broma, y el préstamo que Rajoy concedió a la banca tiene que ser recuperado por la misma regla que los bancos emplean para recobrar sus inversiones, llegando incluso al desahucio.
Aún ningún miembro del gobierno ha respondido al laudo del Banco de España, y creo que la oposición algo debería decir sobre el tema porque la opulenta banca española no debe quedarse en ningún caso, con el 72% del dinero que el Estado les prestó para su rescate, por el simple hecho de ser amiguetes de algunos poderosos partidos venidos a menos. Que conste que no pretendo comparar el problema de Cataluña con el rescate bancario ni mucho menos, aunque “la pela es la pela”. Me parece que no es bueno el asunto de los catalanes, allá ellos con su “independencia”, pero a los españoles que quedamos a este lado de la linde, nos debería importar mucho más recuperar hasta el último céntimo, del dinero que prestamos a la banca. ¡Qué le vamos a hacer!
De todas formas, creo yo, que la política del Pp. ha sido más generosa con la banca que para Cataluña, se han preocupado más en salvar a los bancos, que en no perder Cataluña, por lo tanto alguien tendría que exigir responsabilidades al gobierno de Rajoy, porque si perder Cataluña es un atentado contra la soberanía española, despojarnos de 42.590 millones de euros… ¿cómo tendríamos que calificar el asunto sabiendo que el presupuesto que el gobierno destinó para la sanidad fue de 4.093 millones de euros?
Dicen también que el independentismo catalán es un “golpe de estado a la democracia”, pero… ¿acaso no es un golpe a la democracia y al pueblo español, incluidos los catalanes, el robo de más de 42 millones de euros? Yo creo que más que un “golpe de estado”, este asunto había que tratarlo como un delito de “alta traición” porque implica abiertamente al estado de derecho  y la justicia social. Este es otro de los casos que hay que agradecer al gobierno del Pp. que no sólo llevó a la ruina a muchos españoles para enriquecer a unos pocos, sino que quiere que sigamos en ella.
En su día vendieron a sus amigotes algunos bancos rescatados con dinero público, y todos ellos, ¡qué casualidad! se vendieron por debajo del coste del propio rescate. Con lo fácil que sería, y conste que no soy ningún experto, que el mismo Estado se quedara con los bancos rescatados y los agrupara en un gran banco público. No estaría mal, ya que al menos los beneficios revertirían en el propio Estado.
Y todavía nos quieren convencer que no hay dinero para las pensiones cuando no dudaron dárselo a sus amigos banqueros, y además sin intereses.

Saludos, Miguel.


martes, 5 de septiembre de 2017

CORRUPTOS EN LIBERTAD



Con frecuencia sucede que personas imputadas por delitos de corrupción flagrante son puestas en libertad bajo fianza para que el acusado en cuestión pueda preparar su propia defensa.
Ocurre que en demasiadas ocasiones observamos que realmente los “presuntos” acusados, cuando son puestos en libertad provisional, supuestamente preparan su defensa con excelente y concreto cuidado. En el caso de Francisco Granados, por ejemplo, está dando un resultado fácilmente predecible que beneficia claramente al “presunto”. Parece que desde su salida de la cárcel empiezan a desaparecer pruebas incriminatorias de los tejemanejes que empleó este personaje para su beneficio personal y para la caja “B” de su partido. Los voceros genoveses intentan desviar el tema repitiendo hasta la saciedad la conocida frase, “… son hechos aislados”. Pero sabemos que no es cierto, estos casos no deben ser clasificados como aislados porque no lo son. Al parecer forman parte de la estrategia de la mafia genovesa que por lo que estamos viendo, tiene en su plantilla verdaderos expertos en hacer desaparecer pruebas incriminatorias. Por todos es sabido que cuando una organización criminal es consciente que la justicia tiene pruebas atribuibles en su contra, sencillamente tratan de hacerlas desaparecer de la forma que sea. Lo extraño del caso es que la documentación “extraviada”, supuestamente estaba bajo la custodia de algún funcionario que ser así, debería responder ante el juez cómo y de qué forma se esfumaron los expedientes.
Según parece, la documentación desaparecida está relacionada con la trama Púnica, y establece pruebas contundentes de corrupción en una empresa pública que supuestamente financiaba también al partido popular. Esto en sí no es una novedad puesto que no será el primero ni el último expediente que aporte pruebas en las numerosas tramas corruptas que señalan al Pp.
La verdad es que los profesionales al servicio del Pp., como los vinos, van mejorando con el tiempo. Al principio rompían los ordenadores a martillazos, sin consideración; después entraban furtivamente en el despacho de los jueces o fiscales tantas veces como fueron necesarias, y ahora sencillamente los hacen desaparecer como por ensalmo. Mucho mejor actuaron en el feudo andaluz del Psoe. Allí no fueron tan sutiles ni dieron tantos rodeos, directamente prendieron fuego la habitación donde guardaban los archivos, y proceso resuelto. Sin pruebas no hay caso.
La mayoría de las veces, estas cosas suceden cuando dejan en libertad a los delincuentes para que “preparen su defensa”. Y lo hacen con determinación y firmeza. Por estas cuestiones tampoco hay que escandalizarse demasiado, la razón principal es salvar al político corrupto y sobre todo, la reputación del partido, aunque para ello haya que robar documentos, hacer que desaparezcan expedientes, alterar testimonios o anular acusaciones “por falta de pruebas”. Cualquier cosa que se haga a favor del delincuente es permitida. Por lo visto aquí vale todo.
Todo esto sucede porque los españoles estamos sometidos a una mafia formada por falsos políticos, inútiles y destructores, carentes de creatividad, e incapaces de sobrevivir en democracia, en la libre competencia, y en la libertad de expresión. Son tan miserables que imponen sus leyes al pueblo para poder vivir de su sangre como las garrapatas.
De todas formas debemos agradecer al señor Rajoy, a su gobierno y a su partido, su aparente inquietud en su exhaustiva “lucha contra la corrupción”.
Sin comentarios.


Saludos, Miguel.

jueves, 17 de agosto de 2017

TURISMO INCONTROLADO



Somos muchas las personas que creemos que el turismo no puede seguir creciendo de forma descontrolada. Ciertamente, el turismo además de aportar riqueza para algunos, también supone como estamos viendo, un problema ciudadano cuando se realiza de manera abusiva como está sucediendo actualmente. Para evitarlo, según mi opinión, sería necesaria una regulación de los flujos turísticos capaz de equilibrar, proteger y conservar los espacios de explotación vacacional por excelencia.
Somos conscientes que el turismo es necesario, entre otras cosas, porque nos permite ampliar el horizonte de nuestro propio conocimiento, aun sabiendo que debemos cuidar las masificaciones por aquello de la sobreexplotación del territorio. Las ciudades se masifican, las playas se deterioran, y como siempre las autoridades son incapaces de controlar una situación que en ocasiones les supera. Y a todo esto, los ciudadanos que sufren esta plaga, deben pagar con sus impuestos las consecuencias.
Según dice algún que otro político interesado… “al turista hay que darle lo que quiere: que quiere juerga, alcohol, sexo y drogas, pues se les facilita con obscena tolerancia. Que quiere playa, le daremos las mejores. Que quiere emociones, se las permitimos. Que quiere cultura, les dejaremos fotografiar todo lo que quiera sin límites ni obstáculos”.
Según opinan algunos entendidos, el turismo al fin y al cabo es una forma de prostitución de la cultura, porque se adapta a la exigencia del turista sin tener en cuenta su efecto devastador porque arrasa la cultura local; invade espacios públicos, trastorna la economía local y produce una nueva clase social creada por dudosos parásitos del sector dedicados al enriquecimiento propio. Lugares emblemáticos o naturales se convierten sistemáticamente en basureros, y los lugares de culto son transformados en confusos museos pseudo-religiosos, maltratados por interminables columnas de ávidos visitantes.
Quien me conoce sabe que tengo bastante experiencia como viajero, y a lo largo de mi vida he podido observar que el turismo atrae excelentes ingresos económicos que producen cierto desarrollo del comercio local. Sin embargo, este ocasional progreso altera el estilo de vida de la gente particular que se ve superada por los grandes beneficiados que no son otros que las multinacionales que al final son quienes se quedan con la mayor parte de las ganancias.
También tenemos el turismo de borrachera, o para ser más correcto, lo llamaremos “cultura del botellón”. Aquí predominan las actividades generadas por la intensa búsqueda de rentas del capital humano de baja formación. Detrás de este modelo tenemos varios ejemplares de un turismo que promocionan dudosas sociedades dedicadas a la explotación de jóvenes desocupados sin mucho que perder, con infinitas ganas de juerga y poca o ninguna responsabilidad, a los que se les proporciona todo cuanto desean mientras puedan pagarlo. El resultado es el que ya conocemos: la destrucción de bienes públicos y culturales, costas, parajes naturales, y lo que es peor; la propia autoestima de una juventud que es mercadeada por una sociedad embrutecida, envilecida, ignorante y pobre de espíritu, capaz de convertir bellos parajes en cloacas, con el beneplácito de los políticos de turno que sacan buenas tajadas por tener los ojos cerrados y la cartera abierta.
Nos han vendido un modelo de turismo repleto de libertinaje y vicio. Ahora nos preguntamos… ¿quién es capaz de parar esto?


Saludos, Miguel.

martes, 4 de julio de 2017

MUERTE EN BICICLETA


Pienso yo, que tantos accidentes mortales de personas como últimamente están ocurriendo, durante el saludable ejercicio del ciclismo, no deberían ser achacables a las carreteras ni a los conductores que circulan por ellas. Según mi opinión, el verdadero origen del problema corresponde en su totalidad a los políticos que no saben qué hacer para ganar votos sin importarles cómo ni de qué forma conseguirlos.
No hace muchos años, los ciclistas debían circular obligatoriamente en “fila india”  por la parte más próxima a su derecha. Pero alguien, seguramente un político con intereses en el sector, se le ocurrió la brillante idea de eliminar aquella sensata disposición, y desde entonces los ciclistas pueden ir como quieran, y así les va. Es absurdo que las bicicletas compartan el mismo espacio que los vehículos a motor, entre otras cosas por la enorme diferencia de velocidad y vulnerabilidad. Este argumento no debió preocupar las cabezas pensantes de la DGT que en tiempos de Zapatero cometieron la irresponsabilidad de permitir que las bicicletas pudieran invadir las calzadas, y en muchas ciudades las aceras peatonales, lugares radicalmente incompatibles y desaconsejados. Vemos a diario por las calles de algunas ciudades, cómo algún ciclista irresponsable no respeta ninguna norma de seguridad de tráfico. Circulan por las aceras sorteando peatones; se saltan semáforos, el stop en los cruces, para ellos no existen preferencias ni direcciones prohibidas, otros aparecen de repente por cualquier lado esquivando los coches como si compitieran en una carrera de obstáculos. Van sin luces, sin timbre, sin espejos retrovisores, sin casco, y a veces con un pasajero sentado en el manillar. No me gusta generalizar porque no todos los ciclistas son inconscientes, pero también hay amantes del riesgo que cometen infracciones de tráfico por el simple placer de hacerlo. Les motiva entorpecer la circulación sin respetar nada ni a nadie. Al ciclista inconsciente le seduce jugarse la vida por carreteras inadecuadas teniendo la opción de hacerlo por caminos rurales, de montaña, vías verdes o senderos donde ningún otro vehículo puede circular, en su lugar, prefieren correr por cualquier carretera cargada de tráfico pesado, sin apenas arcén, o invadiendo completamente un carril a sabiendas que les puede costar la vida
No trato de culpar a todos los conductores de bicicletas u otros vehículos, por la misma razón que ni todos los conductores circulan borrachos, ni todos los ciclistas son indiferentes al riesgo, cada cual debe ser responsable de sus actos. Los ciclistas culpan a los vehículos de motor, los automovilistas a los ciclistas, y los peatones a los dos. Todos debemos ser conscientes que para evitar más accidentes hay que asimilar de una vez por todas, que las carreteras son para el transporte y los vehículos a motor, y no están diseñadas para que por ellas circulen las bicicletas. Las personas debemos aprender  a utilizar las vías públicas, y los políticos deberían hacer leyes que impidan  a los ciclistas circular por carreteras secundarias y al mismo tiempo instalar carriles preferentes para los usuarios de las bicicletas. Al mismo tiempo, podían evitarse muchos accidentes enseñando en los colegios desde edades tempranas, las normas básicas de educación y seguridad vial. Para esto deberíamos exigir a los políticos que restablezcan cuanto antes la Ley Obligatoria de Educación Vial. Es preferible regular en vez de prohibir.
Es posible que esta manifestación no agrade a los amantes del ciclismo. No obstante quiero hacer constar, que subrayo esta publicación pensando en ellos porque prefiero que disfruten de la vida en lugar de ver a sus familiares llorando en el cementerio.

Saludos, Miguel.



lunes, 5 de junio de 2017

EL PROBLEMA DE LA ESTIBA


Últimamente se ha habla mucho sobre los trabajadores portuarios más conocidos como estibadores. Se trata de un sector fundamental y estratégicamente necesario, y como un servidor ignoraba el origen real del problema, he querido informarme sobre el tema para comentarlo, trataré brevemente de exponerlo:
Según parece, el gobierno obligado por una supuesta sentencia europea, debe crear una nueva reforma laboral especialmente dirigida hacia los trabajadores de la estiba portuaria para tener contentos a los gerifaltes que mandan en Europa y de paso conseguir un único objetivo: lograr que la miseria llegue al último rincón del país, y entiende que la estiba es el único reducto que hasta ahora, nadie se atrevió a tocar jamás. Ahora tienen prisa por obedecer el veredicto del Tribunal de Justicia de la UE, que por lo visto fue dictado en el año 2.012 para independizar los puertos españoles. Por supuesto el Pp. pudo hacerlo sin tantos apuros hace unos años cuando presumía de mayoría absoluta en el gobierno, pero por cobardía prefirió aplicar la “mano dura”  de los recortes empezando por lo más fácil; los trabajadores más vulnerables y menos organizados, aparcando el problema de la estiba recurriendo la táctica pasiva que tanto gusta a Rajoy: “quien venga detrás que arree”, y mira tú por dónde ahora son las prisas.
La raíz del problema de los estibadores españoles viene porque es el único sector europeo que no está abierto a la libertad de contratación. Esto quiere decir que las compañías navieras no pueden contratar directamente a los trabajadores que deseen porque obligatoriamente deben hacerlo a través de un sindicato que forma parte de un entramado de Sociedades Anónimas de Gestión, (Sagep), y la sentencia europea considera que las empresas del sector deben contratar libremente a los trabajadores, de lo contrario, el Estado español será multado con 134.000 euros cada día que no imponga el dictamen de la justicia europea.
Ante esta situación los trabajadores portuarios rechazan abiertamente la reforma que pretende aplicar el gobierno porque sencillamente no confían en él. Se malician que Rajoy intentará aprovechar la ocasión para encubrir un posterior expediente de regulación de empleo, (ERE), y exigen garantías para la seguridad y el mantenimiento de sus empleos, que el gobierno se niega a facilitar.
El inconveniente principal reside en que las empresas estibadoras que operan en los puertos españoles, no pueden contratar al trabajador que realmente quieren, porque están obligadas a emplear a quienes ponen a su disposición las sociedades anónimas que gestionan a los estibadores, (Sagep). O sea, que deben desfilar por donde ordenan los amos del monopolio de la estiva, lo que al parecer encarece los costes portuarios casi en un  25%. Esto supone que muchas navieras elijan los puertos de otros países europeos como Portugal.
Sin embargo, el verdadero trasfondo de la cuestión como muchos se temen, conociendo la incapacidad para el diálogo y la hipocresía del gobierno de Rajoy, es que cuando se liberalice este sector, la mayoría de los trabajadores irán a la calle, y el político de turno creará nuevos contratos “mileuristas” por doce horas de trabajo diario para tener contentos a sus amiguetes empresarios, como ocurrió con los pilotos del Sepla, y los maquinistas de Renfe.
En este tema nadie habla claro, el gobierno porque aunque hable mucho carece de credibilidad y pocos confían en él. Sin duda a la oposición le interesa electoralmente que el gobierno se coma el “marrón”, y esperarán atentos el resultado. Los trabajadores no se fían de los políticos y temen que peligren sus puestos de trabajo porque según están las cosas, puede darse el caso que las empresas portuarias opten por sacar provecho de un negocio que puede mover alrededor de 200.000 millones de euros anuales y a ninguno le interesa perder la oportunidad de conseguir mano de obra barata aunque tenga que contratarla en países tercermundistas, sin derechos de ninguna clase y pagando un salario de  miseria. Según comentan los que entienden, a estas poderosas navieras les sería mucho más barato disponer de obreros eventuales contratados por horas de trabajo.
Puede que en el fondo se trate de esto.


Saludos, Miguel.

miércoles, 24 de mayo de 2017

MÁS IMPUESTOS



Creo seriamente que el crítico estado en que se encuentra España no tiene remedio, mejor dicho, tiene mal remedio. Estamos viendo que ni el Psoe ni el Pp. que han gobernado y gobiernan esta sufrida nación, han tenido la más pajolera idea de cómo sacarnos del agujero financiero donde nos metieron sin tener que ir por el “atajo” de siempre, subir los impuestos en vez de eliminar el despilfarro no productivo como por ejemplo, las Autonomías. Como las nulidades políticas, (que son políticos porque no saben hacer otra cosa), influidos por los palmeros que les rodean, no tienen dos dedos de frente, tiran por la calle del medio, y lo más cómodo en estos casos es incrementar los impuestos más sensibles como el de Sociedades que pagarán todos los empresarios, (exceptuando los integrados en el IBEX), y el impuesto de Patrimonio. O sea, que como los que pagan no son suficientes, los pagaremos los de siempre: los funcionaros, los trabajadores con nómina, los autónomos y las Pymes, y con todo, no cuadrarán las cuentas porque la precariedad laboral impide un mayor consumo familiar  que al final repercutirá en la recaudación de las rentas del trabajo.
La disparatada política fiscal elaborada por Montoro y su cuadrilla de ineptos, después de años de gobierno no ha servido para recaudar más, ni para sacar el país de la zona de peligro. Al contrario, exceptuando a los suyos, nos ha metido aún más en la deuda y en la crisis, y no contentos por eso, han conseguido arrastrar a la destrucción a miles de pequeñas empresas, y a millones de trabajadores al desempleo. Aún así no debemos pensar que este país está manejado por tontos, nada de eso. Saben perfectamente lo que están haciendo. En temas puntuales cumplieron con creces sus propósitos. Por ejemplo, uno de los principales objetivos del Gobierno de Rajoy fue reducir los salarios, las coberturas sociales, los derechos fundamentales, ampliar los horarios laborales, aumentar y proteger el fraude; aplicar la Ley Mordaza para evitar interferencias fue un éxito, destruir la Universidad, degradar la Enseñanza Pública y la Sanidad en beneficio de sociedades privadas dirigidas por algún familiar, por amiguetes o por ellos mismos en la sombra. Todo esto amparados por los votos de 7 millones de estómagos agradecidos.
A pesar de la falta de liquidez que tenemos en España debido principalmente a la evasión de capitales, a Montoro no se le ocurre perseguir el fraude porque eso molestaría a su gente, y mucho. Por lo tanto toma el camino más fácil y seguro, subir los impuestos indirectos, el IVA y acosar a las rentas de los trabajadores y autónomos que pagan rigurosamente sus impuestos y son fáciles de controlar.
Sobre el negocio del IVA también hay mucho que decir. Hace tiempo que opino que no se trata de un impuesto sino de un timo, otra injusticia. Le llaman “Impuesto al consumo” por llamarlo de una forma políticamente correcta. Realmente se trata de un impuesto a la supervivencia para que lo pague el consumidor que menos tiene, el que tiene poco y quien tiene lo justo. Quien tiene más no lo paga. El gobierno lo recompensa pudiendo desgravarlo de sus gastos y en su declaración personal.
No quiero acabar mi exposición sin repasar otro de los impuestos indignos. El famoso IBI, que fue aprobado por la mayoría de los partidos para favorecer sus ayuntamientos. Cuando corrigieron la última actualización de este impuesto, en plena crisis, cualquier político en sus cabales y medianamente cualificado, hubiese reducido el valor catastral de las viviendas puesto  que el precio real de las mismas fue depreciado desde que empezó la crisis del ladrillo y el mercado rebajó considerablemente el valor de compra-venta de los mismos. En esta como en muchas otras cuestiones, la calidad moral de nuestros gobernantes deja mucho que desear, ya que en esta ocasión correspondía rebajar este impuesto. Son unos políticos especialmente injustos y verdaderos trileros de feria cuyo objetivo es quedarse con nuestro dinero. Por eso digo que el IBI es otra de sus injusticias, una estafa “legal” más. Esto lo saben bien quienes pueden disfrutar de una segunda vivienda. Reconocen que han sido engañados miserablemente, y los políticos de la oposición también lo saben pero callan. Estos politicastros han considerado la segunda vivienda, (adquirida por regla general con muchos años de sacrificio), como un aumento de renta y en consecuencia sufren la correspondiente y a veces injusta fiscalización, sabiendo como deberían saber que mantener una segunda vivienda supone en la mayoría de los casos, importantes pérdidas de ingresos por el efecto del aumento lógico de unos gastos de mantenimiento que según dicen, de ningún modo pueden ser deducibles.
Así estamos.

Saludos, Miguel.


viernes, 12 de mayo de 2017

ALARMA SOCIAL


Desde que gobierna el señorito Rajoy y su cuadrilla, se ha multiplicado por 100 la alarma social por la corrupción generalizada del Pp. que ha involucrado a instituciones, partidos políticos, grandes empresas, bancos, administraciones públicas, etc. etc. Por lo tanto no es de extrañar que el gobierno que protege la corrupción de este partido sea el ejecutivo peor valorado desde el año 1.996.
Siento asco y repugnancia de la política rastrera que ejerce don Mariano y su clan, que llevan años jugando con fuego y mirando hacia otro lado cuando no sopla el aire a su favor. De seguir en esa línea de saqueo continuado por más tiempo, pudiera ser que los votantes eligiésemos quedarnos con el populismo antes que con los corruptos. Debido al actual estado de apestosa descomposición en el partido popular, no hace mucho que el Congreso Europeo “recomendó” a Rajoy adoptar un código de conducta ética, dirigida principalmente hacia los responsables públicos, diputados, jueces y fiscales, con el fin de recuperar la confianza de los ciudadanos en las instituciones políticas y judiciales. Es por eso que la directora de la agencia Transparency Internacional Europe, haya calificado los resultados de su investigación de la siguiente manera: “España está plagada de una serie casi interminable de escándalos de corrupción…” Sin embargo, ni Rajoy ni su partido parece haberse enterado.
Esta situación está vigente desde que el bipartidismo logró asentar una cultura política para hacer que los ciudadanos pensemos que el país sólo puede ser gobernado por dos únicos partidos políticos. Esta creencia fue la que nos llevó a perder el rumbo, con la democracia secuestrada, el parlamento en su poder y las instituciones investigadas. Los demás grupos políticos, simples títeres a la deriva, parecen haber aceptado como “menos mala”, a una clase política corrupta sin fundamento ético alguno.
La posible “moción de censura” contra el partido más corrupto de la democracia europea, seguramente no tendrá el éxito que muchos españoles deseamos, porque a los partidos de la oposición les debe asustar verse en el dilema de volver a tener nuevas elecciones, con la tribulación que tienen encima. Sin embargo es evidente que el estado de corrupción organizada que limita al actual gobierno lo exige ética y moralmente. No se puede tolerar por más tiempo esta situación, y quienes critiquen la moción de censura contra la corrupción, debe ser porque hace tiempo que también perdieron su propia dignidad. De todas formas creo que según están el asunto nadie ganaría la moción porque los desnaturalizados partidos de la oposición, (léase Psoe y Ciudadanos), no la apoyarán, y para afirmar mi punto de vista se ocupan los medios de “desinformación” al servicio del régimen.
Es una pena que se desperdicie una oportunidad como esta para eliminar del horizonte político un partido degradado, porque de seguir en el poder esta gentuza, nos seguirán robando con impunidad escondiendo el dinero en paraísos fiscales, seguirán violando las instituciones, seguirán recortando derechos y libertades, seguirá habiendo trabajadores sin empleo y sin un lugar digno para vivir, enfermos ampliando largas listas de espera… y ellos seguirán riéndose del pueblo.
Alguien dijo: “Donde existe una necesidad nace un derecho”.
Y en España, tenemos muchas necesidades y muy pocos derechos.


Saludos, Miguel.

viernes, 28 de abril de 2017

POLÍTICOS SIN DIGNIDAD



Desde el momento que un gobierno está infectado de delincuentes, cuando ex- presidentes autonómicos, consejeros, alcaldes, concejales, ex-ministros, ministros, jueces y fiscales, directivos, y altos cargos relacionados claramente con un mismo partido político, están implicados en casos de corrupción, algo urgente había que hacer con el partico en cuestión y con su ejecutiva. Con la alarma social ciudadana afectada por la situación provocada por una supuesta organización criminal, al parecer constituida para incumplir las leyes que ellos mismos crearon, la justicia debería intervenir para limpiar el nombre de su institución, inhabilitar este partido, y poner a su directiva en cuarentena. Al menos España recuperaría parte de su credibilidad y los españoles su vergüenza y la dignidad que les arrebataron. El país no puede seguir soportando de ninguna forma el gobierno de un partido político sin dignidad, que actúa de manera tan patética como indecente.
La corrupción del Pp. debería tomarse como lo que es: una emergencia nacional, porque está en peligro el Estado de Derecho, y la oposición no se atreve a moverse por motivos partidistas. Los españoles les importamos una leche. Ante esta gravísima situación os ciudadanos nos preguntamos, ¿qué es mejor, dejar que esta gentuza siga haciendo de las suyas, o cruzarnos de brazos como hace la oposición? Sea como sea, al menos ya tenemos claro a quién no votaremos en los próximos comicios por muchas promesas que nos hagan: ni a los corruptos ni a quienes los sostienen. Sólo los imbéciles creen las promesas de los políticos.
Es de conciencia que la oposición al completo se uniera para pedir una moción de censura que provoque el cese inmediato del Pp. en todas las instituciones infestadas con su “gestión”. Pero creo que va a ser que no. Tal vez esta sea una misión imposible puesto que de nuevo habría que poner a prueba las tragaderas de Ciudadanos que, según parece, deben ser tan profundas como la de los votantes del Pp. Y no digamos de la cobarde actitud de los “valientes” barones del Psoe. Porque de C’s. podemos esperar cualquier cosa ya que se trata de la filial del Pp., pero el Psoe… más bajo no se puede caer, ya no engaña a nadie. Entre todos han conseguido convertir la política española en una apestosa cloaca.
¿Cuántas pruebas son necesarias para que el pueblo salga a la calle? ¿Cuándo nos daremos cuenta que nos gobierna una organización criminal aparentemente creada para saquear el país?
Señores diputados; dejad de miraros el ombligo. Es tan necesario como urgente crear una gran coalición que quiera defender el estado de derecho de los españoles provocando una moción de censura para desalojar del poder a toda esta caterva de delincuentes y someterlos a juicio. Recuperar el patrimonio público que nos robaron, y que se pudran en la cárcel. Amén.
¿Dónde está la “furia española” que no es capaz de salir en defensa de su país contra la corrupción?
España ya no es la que era. Ni los españoles tampoco.


Saludos, Miguel.

martes, 18 de abril de 2017

LA RIQUEZA DE LAS ELÉCTRICAS



Hemos de reconocer que los asesores genoveses con sus gerifaltes en cabeza, se conocen todas las triquiñuelas legales y las destinan, no en beneficio del pueblo, no. Solo para favorecer a sus íntimos; las compañías eléctricas.
Les cuento: el presidente Rajoy quiere premiar a estas compañías, (malas compañías), a través de una supuesta “disposición adicional” creada a propósito en los Presupuestos Generales para este año, que establece de forma excepcional y según dice, “previa orden del ministerio del ramo”, que expresa lo siguiente: “… que los superávits de ingresos provenientes del sistema eléctrico podrán destinarse al pago de indemnizaciones en ejecución de sentencias derivadas de normativas del sector eléctrico que deban llevarse a cabo, con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, o con cargo al sistema eléctrico”.
Según un servidor entiende, esto quiere decir que el señorito Rajoy utiliza la Ley de Presupuestos para indemnizar a las eléctricas por las sentencias judiciales. O sea, que las multas impuestas por el Tribunal Supremo a las eléctricas por sus desmanes, las pagaremos los ciudadanos con nuestros impuestos por orden  y aprobación de nuestro queridísimo Gobierno, que ahora niega lo evidente. Son como buitres carroñeros. ¡¡Cómo no va a defender a los suyos!! Pretende meter de “tapadillo” mediante otra de sus artimañas más o menos legales, una ayudita para su gente, que nos puede costar a los ciudadanos alrededor de 1.000 millones de euros. Todo por asegurarse en un futuro no muy lejano un lugar privilegiado en cualquier Consejo de Administración.
El asunto de las eléctricas y gobierno están, según mi entender, de la siguiente manera: Primero se enredaron con aquello del “déficit tarifario” para tratar de justificar que bajaban la factura de la luz, aunque pronto se vio que se trataba de otra de sus trampas, porque según he podido saber, realmente tendremos que pagarlo con sus correspondientes intereses en un plazo no muy lejano. No satisfechos con esto, destrozaron el sector eólico y solar, con un incoherente decretazo para aplicar un impuesto al sol con la única finalidad de asegurar las ganancias de sus amigotes. Ahora, de prosperar la anteriormente dicha “disposición adicional”, ésta se revertirá en indemnizaciones para pagar con lo ahorrado en el déficit tarifario, de esta forma seguirán aumentando sus intereses, y las eléctricas continuarán ganando dinero sin invertir ni un céntimo en renovar el precario sistema eléctrico de muchas poblaciones.
Ahora estamos viendo en el “caso Rato” la política de privatización de las empresas públicas que realizaron los políticos de la casta pepera para llenarse los bolsillos, sobre todo con aquellas que son de interés nacional como las eléctricas. Los beneficios que éstas empresas generan deberían invertirse en el país en vez de ir a los bolsillos de unos sinvergüenzas miserables, que además de estafarnos nos hacen pagar los servicios más caros de toda Europa.
Los presupuestos de miseria, exceptuando las desigualdades esperadas, que jocosamente ha presentado el ministro Montoro y que celebran los miembros de su clan, vienen a ser tan confusos como si hubiesen presupuestado 0’60 céntimos para comprar un kilo de patatas a sabiendas que su coste real es de 1’20 euros. Un incomprensible y estudiado despropósito que a mi corto entender, para lo único que servirá  es para aumentar aún más si cabe, la deuda pública. Eso sí, para subir los sueldos de sus señorías, y para el Ejército de la interesada señora “de” Cospedal, sí hay dinero, que para algo lo han reducido de los presupuestos de Educación y Sanidad, por citar algunos.
Bueno, y ahora nos toca hacer la Declaración de la Renta para que no se nos enfade el señorito Montoro y para que toda esta gentuza siga mamando de la escurrida teta del Estado, con la bendición de la Iglesia Católica. ¡¡Manda güevos!!


Saludos, Miguel.