viernes, 28 de abril de 2017

POLÍTICOS SIN DIGNIDAD



Desde el momento que un gobierno está infectado de delincuentes, cuando ex- presidentes autonómicos, consejeros, alcaldes, concejales, ex-ministros, ministros, jueces y fiscales, directivos, y altos cargos relacionados claramente con un mismo partido político, están implicados en casos de corrupción, algo urgente había que hacer con el partico en cuestión y con su ejecutiva. Con la alarma social ciudadana afectada por la situación provocada por una supuesta organización criminal, al parecer constituida para incumplir las leyes que ellos mismos crearon, la justicia debería intervenir para limpiar el nombre de su institución, inhabilitar este partido, y poner a su directiva en cuarentena. Al menos España recuperaría parte de su credibilidad y los españoles su vergüenza y la dignidad que les arrebataron. El país no puede seguir soportando de ninguna forma el gobierno de un partido político sin dignidad, que actúa de manera tan patética como indecente.
La corrupción del Pp. debería tomarse como lo que es: una emergencia nacional, porque está en peligro el Estado de Derecho, y la oposición no se atreve a moverse por motivos partidistas. Los españoles les importamos una leche. Ante esta gravísima situación os ciudadanos nos preguntamos, ¿qué es mejor, dejar que esta gentuza siga haciendo de las suyas, o cruzarnos de brazos como hace la oposición? Sea como sea, al menos ya tenemos claro a quién no votaremos en los próximos comicios por muchas promesas que nos hagan: ni a los corruptos ni a quienes los sostienen. Sólo los imbéciles creen las promesas de los políticos.
Es de conciencia que la oposición al completo se uniera para pedir una moción de censura que provoque el cese inmediato del Pp. en todas las instituciones infestadas con su “gestión”. Pero creo que va a ser que no. Tal vez esta sea una misión imposible puesto que de nuevo habría que poner a prueba las tragaderas de Ciudadanos que, según parece, deben ser tan profundas como la de los votantes del Pp. Y no digamos de la cobarde actitud de los “valientes” barones del Psoe. Porque de C’s. podemos esperar cualquier cosa ya que se trata de la filial del Pp., pero el Psoe… más bajo no se puede caer, ya no engaña a nadie. Entre todos han conseguido convertir la política española en una apestosa cloaca.
¿Cuántas pruebas son necesarias para que el pueblo salga a la calle? ¿Cuándo nos daremos cuenta que nos gobierna una organización criminal aparentemente creada para saquear el país?
Señores diputados; dejad de miraros el ombligo. Es tan necesario como urgente crear una gran coalición que quiera defender el estado de derecho de los españoles provocando una moción de censura para desalojar del poder a toda esta caterva de delincuentes y someterlos a juicio. Recuperar el patrimonio público que nos robaron, y que se pudran en la cárcel. Amén.
¿Dónde está la “furia española” que no es capaz de salir en defensa de su país contra la corrupción?
España ya no es la que era. Ni los españoles tampoco.


Saludos, Miguel.

martes, 18 de abril de 2017

LA RIQUEZA DE LAS ELÉCTRICAS



Hemos de reconocer que los asesores genoveses con sus gerifaltes en cabeza, se conocen todas las triquiñuelas legales y las destinan, no en beneficio del pueblo, no. Solo para favorecer a sus íntimos; las compañías eléctricas.
Les cuento: el presidente Rajoy quiere premiar a estas compañías, (malas compañías), a través de una supuesta “disposición adicional” creada a propósito en los Presupuestos Generales para este año, que establece de forma excepcional y según dice, “previa orden del ministerio del ramo”, que expresa lo siguiente: “… que los superávits de ingresos provenientes del sistema eléctrico podrán destinarse al pago de indemnizaciones en ejecución de sentencias derivadas de normativas del sector eléctrico que deban llevarse a cabo, con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, o con cargo al sistema eléctrico”.
Según un servidor entiende, esto quiere decir que el señorito Rajoy utiliza la Ley de Presupuestos para indemnizar a las eléctricas por las sentencias judiciales. O sea, que las multas impuestas por el Tribunal Supremo a las eléctricas por sus desmanes, las pagaremos los ciudadanos con nuestros impuestos por orden  y aprobación de nuestro queridísimo Gobierno, que ahora niega lo evidente. Son como buitres carroñeros. ¡¡Cómo no va a defender a los suyos!! Pretende meter de “tapadillo” mediante otra de sus artimañas más o menos legales, una ayudita para su gente, que nos puede costar a los ciudadanos alrededor de 1.000 millones de euros. Todo por asegurarse en un futuro no muy lejano un lugar privilegiado en cualquier Consejo de Administración.
El asunto de las eléctricas y gobierno están, según mi entender, de la siguiente manera: Primero se enredaron con aquello del “déficit tarifario” para tratar de justificar que bajaban la factura de la luz, aunque pronto se vio que se trataba de otra de sus trampas, porque según he podido saber, realmente tendremos que pagarlo con sus correspondientes intereses en un plazo no muy lejano. No satisfechos con esto, destrozaron el sector eólico y solar, con un incoherente decretazo para aplicar un impuesto al sol con la única finalidad de asegurar las ganancias de sus amigotes. Ahora, de prosperar la anteriormente dicha “disposición adicional”, ésta se revertirá en indemnizaciones para pagar con lo ahorrado en el déficit tarifario, de esta forma seguirán aumentando sus intereses, y las eléctricas continuarán ganando dinero sin invertir ni un céntimo en renovar el precario sistema eléctrico de muchas poblaciones.
Ahora estamos viendo en el “caso Rato” la política de privatización de las empresas públicas que realizaron los políticos de la casta pepera para llenarse los bolsillos, sobre todo con aquellas que son de interés nacional como las eléctricas. Los beneficios que éstas empresas generan deberían invertirse en el país en vez de ir a los bolsillos de unos sinvergüenzas miserables, que además de estafarnos nos hacen pagar los servicios más caros de toda Europa.
Los presupuestos de miseria, exceptuando las desigualdades esperadas, que jocosamente ha presentado el ministro Montoro y que celebran los miembros de su clan, vienen a ser tan confusos como si hubiesen presupuestado 0’60 céntimos para comprar un kilo de patatas a sabiendas que su coste real es de 1’20 euros. Un incomprensible y estudiado despropósito que a mi corto entender, para lo único que servirá  es para aumentar aún más si cabe, la deuda pública. Eso sí, para subir los sueldos de sus señorías, y para el Ejército de la interesada señora “de” Cospedal, sí hay dinero, que para algo lo han reducido de los presupuestos de Educación y Sanidad, por citar algunos.
Bueno, y ahora nos toca hacer la Declaración de la Renta para que no se nos enfade el señorito Montoro y para que toda esta gentuza siga mamando de la escurrida teta del Estado, con la bendición de la Iglesia Católica. ¡¡Manda güevos!!


Saludos, Miguel.

martes, 4 de abril de 2017

HIJOS DE LA CRISIS



Cuando España nadaba en la ficticia abundancia inmobiliaria, muchos jóvenes dejaron sus estudios para subirse al carro de la construcción atraídos por una sustanciosa paga. Cualquier peón sin preparación alguna podía cobrar 1.400 euros, que hoy no cobra ningún oficial cualificado.
Abandonaron los estudios atraídos por una atractiva oferta de trabajo que no exigía más que tener dos manos para colocar ladrillos o echar arena y cemento en una hormigonera. Fueron víctimas del prematuro abandono de los estudios para seguir el “canto de sirena” de un trabajo bien remunerado. La mayoría de estos muchachos ni siquiera tuvieron ocasión de terminar la enseñanza primaria. Otros en cambio, lograron formarse como fontaneros, electricistas o cerrajeros, dedicando parte de su vida al sector de la construcción. Pero cuando explotó la burbuja perdieron sus empleos y se vieron condenados a incrementar la extensa lista de parados para poder acceder a un mercado laboral cada día más exigente.
Son los hijos de la crisis que ahora pagan la factura de una amarga decisión. Esta situación se agrava considerablemente cuando el desempleado tiene entre  los 45 o 50 años, con familiares a su cargo. Esta persona sí que tiene una difícil reconversión, ya que no hace falta tener mucha imaginación cuando paseamos por la calle poniendo atención a lo que sucede a nuestro alrededor, para darnos cuenta si una persona lo está pasando realmente mal. No tenemos que ser adivinos para intuir los silenciosos gritos de auxilio de muchas personas en su lamentable realidad.
Aunque los políticos de turno se esfuercen en hacernos creer lo contrario, creo que tendremos crisis para rato, porque no supieron aprovechar a su debido tiempo la oportunidad para destruir la podredumbre que creó esta situación, y ahora todo el mundo opina que el gobierno actual está desacreditado para realizar una verdadera reforma laboral. Fueron ellos y su camarilla de palmeros agradecidos quienes hace tiempo condenaron a los trabajadores a la pobreza, amparados por las fuerzas económicas que ejercieron su dominio, cuyo resultado llevó al abandono social de la gente trabajadora sin importarles lo más mínimo dejarlos en la miseria.
Sin embargo la crisis no solo afectó al ladrillo. No podemos olvidar la industria auxiliar que está detrás. Todos los edificios tienen baños, sanitarios, cocinas, instalaciones de gas, de electricidad y demás derivados. Muchas de las empresas que ofrecían estos artículos para la construcción, también se vieron obligados a cerrar las puertas y sus trabajadores, como los demás, viven un auténtico drama para poder subsistir. No obstante, el gobierno, que hoy se mantiene gracias a la debilidad de la oposición, se dedica solo a salvaguardar sus intereses y el de los suyos; ayuda a “blanquear” el dinero de las grandes empresas y fortunas, salvan las ruinosas inversiones de los banqueros y de los concesionarios privados que explotan los peajes de las autopistas y privatizan la sanidad en beneficio de sus amiguetes aunque sea con un coste muy superior al real, mientras muchos ciudadanos inocentes se hunden en la miseria. Y todo es debido a que tenemos la desgracia de vivir en el país europeo que presume de tener el nivel de corrupción muy superior a la media, y más pronto que tarde alguien debería poner remedio a esta situación si queremos progresar.
Para terminar una reflexión: ¿De verdad tiene derecho un partido supuestamente corrupto a dar lecciones de moralidad?


Saludos, Miguel.