miércoles, 24 de mayo de 2017

MÁS IMPUESTOS



Creo seriamente que el crítico estado en que se encuentra España no tiene remedio, mejor dicho, tiene mal remedio. Estamos viendo que ni el Psoe ni el Pp. que han gobernado y gobiernan esta sufrida nación, han tenido la más pajolera idea de cómo sacarnos del agujero financiero donde nos metieron sin tener que ir por el “atajo” de siempre, subir los impuestos en vez de eliminar el despilfarro no productivo como por ejemplo, las Autonomías. Como las nulidades políticas, (que son políticos porque no saben hacer otra cosa), influidos por los palmeros que les rodean, no tienen dos dedos de frente, tiran por la calle del medio, y lo más cómodo en estos casos es incrementar los impuestos más sensibles como el de Sociedades que pagarán todos los empresarios, (exceptuando los integrados en el IBEX), y el impuesto de Patrimonio. O sea, que como los que pagan no son suficientes, los pagaremos los de siempre: los funcionaros, los trabajadores con nómina, los autónomos y las Pymes, y con todo, no cuadrarán las cuentas porque la precariedad laboral impide un mayor consumo familiar  que al final repercutirá en la recaudación de las rentas del trabajo.
La disparatada política fiscal elaborada por Montoro y su cuadrilla de ineptos, después de años de gobierno no ha servido para recaudar más, ni para sacar el país de la zona de peligro. Al contrario, exceptuando a los suyos, nos ha metido aún más en la deuda y en la crisis, y no contentos por eso, han conseguido arrastrar a la destrucción a miles de pequeñas empresas, y a millones de trabajadores al desempleo. Aún así no debemos pensar que este país está manejado por tontos, nada de eso. Saben perfectamente lo que están haciendo. En temas puntuales cumplieron con creces sus propósitos. Por ejemplo, uno de los principales objetivos del Gobierno de Rajoy fue reducir los salarios, las coberturas sociales, los derechos fundamentales, ampliar los horarios laborales, aumentar y proteger el fraude; aplicar la Ley Mordaza para evitar interferencias fue un éxito, destruir la Universidad, degradar la Enseñanza Pública y la Sanidad en beneficio de sociedades privadas dirigidas por algún familiar, por amiguetes o por ellos mismos en la sombra. Todo esto amparados por los votos de 7 millones de estómagos agradecidos.
A pesar de la falta de liquidez que tenemos en España debido principalmente a la evasión de capitales, a Montoro no se le ocurre perseguir el fraude porque eso molestaría a su gente, y mucho. Por lo tanto toma el camino más fácil y seguro, subir los impuestos indirectos, el IVA y acosar a las rentas de los trabajadores y autónomos que pagan rigurosamente sus impuestos y son fáciles de controlar.
Sobre el negocio del IVA también hay mucho que decir. Hace tiempo que opino que no se trata de un impuesto sino de un timo, otra injusticia. Le llaman “Impuesto al consumo” por llamarlo de una forma políticamente correcta. Realmente se trata de un impuesto a la supervivencia para que lo pague el consumidor que menos tiene, el que tiene poco y quien tiene lo justo. Quien tiene más no lo paga. El gobierno lo recompensa pudiendo desgravarlo de sus gastos y en su declaración personal.
No quiero acabar mi exposición sin repasar otro de los impuestos indignos. El famoso IBI, que fue aprobado por la mayoría de los partidos para favorecer sus ayuntamientos. Cuando corrigieron la última actualización de este impuesto, en plena crisis, cualquier político en sus cabales y medianamente cualificado, hubiese reducido el valor catastral de las viviendas puesto  que el precio real de las mismas fue depreciado desde que empezó la crisis del ladrillo y el mercado rebajó considerablemente el valor de compra-venta de los mismos. En esta como en muchas otras cuestiones, la calidad moral de nuestros gobernantes deja mucho que desear, ya que en esta ocasión correspondía rebajar este impuesto. Son unos políticos especialmente injustos y verdaderos trileros de feria cuyo objetivo es quedarse con nuestro dinero. Por eso digo que el IBI es otra de sus injusticias, una estafa “legal” más. Esto lo saben bien quienes pueden disfrutar de una segunda vivienda. Reconocen que han sido engañados miserablemente, y los políticos de la oposición también lo saben pero callan. Estos politicastros han considerado la segunda vivienda, (adquirida por regla general con muchos años de sacrificio), como un aumento de renta y en consecuencia sufren la correspondiente y a veces injusta fiscalización, sabiendo como deberían saber que mantener una segunda vivienda supone en la mayoría de los casos, importantes pérdidas de ingresos por el efecto del aumento lógico de unos gastos de mantenimiento que según dicen, de ningún modo pueden ser deducibles.
Así estamos.

Saludos, Miguel.


viernes, 12 de mayo de 2017

ALARMA SOCIAL


Desde que gobierna el señorito Rajoy y su cuadrilla, se ha multiplicado por 100 la alarma social por la corrupción generalizada del Pp. que ha involucrado a instituciones, partidos políticos, grandes empresas, bancos, administraciones públicas, etc. etc. Por lo tanto no es de extrañar que el gobierno que protege la corrupción de este partido sea el ejecutivo peor valorado desde el año 1.996.
Siento asco y repugnancia de la política rastrera que ejerce don Mariano y su clan, que llevan años jugando con fuego y mirando hacia otro lado cuando no sopla el aire a su favor. De seguir en esa línea de saqueo continuado por más tiempo, pudiera ser que los votantes eligiésemos quedarnos con el populismo antes que con los corruptos. Debido al actual estado de apestosa descomposición en el partido popular, no hace mucho que el Congreso Europeo “recomendó” a Rajoy adoptar un código de conducta ética, dirigida principalmente hacia los responsables públicos, diputados, jueces y fiscales, con el fin de recuperar la confianza de los ciudadanos en las instituciones políticas y judiciales. Es por eso que la directora de la agencia Transparency Internacional Europe, haya calificado los resultados de su investigación de la siguiente manera: “España está plagada de una serie casi interminable de escándalos de corrupción…” Sin embargo, ni Rajoy ni su partido parece haberse enterado.
Esta situación está vigente desde que el bipartidismo logró asentar una cultura política para hacer que los ciudadanos pensemos que el país sólo puede ser gobernado por dos únicos partidos políticos. Esta creencia fue la que nos llevó a perder el rumbo, con la democracia secuestrada, el parlamento en su poder y las instituciones investigadas. Los demás grupos políticos, simples títeres a la deriva, parecen haber aceptado como “menos mala”, a una clase política corrupta sin fundamento ético alguno.
La posible “moción de censura” contra el partido más corrupto de la democracia europea, seguramente no tendrá el éxito que muchos españoles deseamos, porque a los partidos de la oposición les debe asustar verse en el dilema de volver a tener nuevas elecciones, con la tribulación que tienen encima. Sin embargo es evidente que el estado de corrupción organizada que limita al actual gobierno lo exige ética y moralmente. No se puede tolerar por más tiempo esta situación, y quienes critiquen la moción de censura contra la corrupción, debe ser porque hace tiempo que también perdieron su propia dignidad. De todas formas creo que según están el asunto nadie ganaría la moción porque los desnaturalizados partidos de la oposición, (léase Psoe y Ciudadanos), no la apoyarán, y para afirmar mi punto de vista se ocupan los medios de “desinformación” al servicio del régimen.
Es una pena que se desperdicie una oportunidad como esta para eliminar del horizonte político un partido degradado, porque de seguir en el poder esta gentuza, nos seguirán robando con impunidad escondiendo el dinero en paraísos fiscales, seguirán violando las instituciones, seguirán recortando derechos y libertades, seguirá habiendo trabajadores sin empleo y sin un lugar digno para vivir, enfermos ampliando largas listas de espera… y ellos seguirán riéndose del pueblo.
Alguien dijo: “Donde existe una necesidad nace un derecho”.
Y en España, tenemos muchas necesidades y muy pocos derechos.


Saludos, Miguel.