En las presentes circunstancias, parece
evidente que los grandes capitales que configuran el Ibex y sus representantes,
ante la actual situación de parálisis política, no pueden dejar que sus “apadrinados”
se enfrenten entre ellos. De ahí su esfuerzo y su mal disimulado interés en
apartar de la forma que sea a Podemos de un hipotético pacto de coalición. Por
lo tanto, que nadie le llame engaño a una cruda realidad: en las negociaciones
por la investidura, tras las bambalinas, tienen como juez y árbitro al Ibex.
Bajo mi punto de vista, el Psoe se ha
descalificado a sí mismo, solo ellos serán culpables de los resultados habidos
y de los que posiblemente vendrán. Los “barones” que están al servicio de la
casta financiera han traicionado y avergonzado a los verdaderos socialistas que
sufrieron humillaciones, maltratos y penas de cárcel para conseguir las
libertades que el Pp., o sea, los descendientes de aquellos fascistas
rencorosos han eliminado en tan solo cuatro años. Con su modo de querer acceder
al poder a través de coaliciones con la estrella mediática del Ibex y sus asociados,
han desmontado las nobles siglas de su enseña; ni son socialistas, ni mucho
menos obreros. Simple y llanamente son unos accionistas más al servicio del
lobby capitalista. Que no secuestren la voluntad del pueblo.
Si observamos con atención el único
problema que preocupa a los políticos al día de hoy, es quién ocupará el sillón
de la Moncloa. Les importa un pito el paro, la corrupción, la sanidad, ni las
carencias sociales. Esto no entra en sus problemas prioritarios. El “todo-vale-siempre-que- me-interese”, es
lo único que ha quedado demostrado. La visión de Estado en los nuevos políticos
no existe y en los viejos si la hay, apenas se aprecia.
Como todo es relativo, y echando la
vista atrás, hemos podido observar que desde las pasadas elecciones de
diciembre, que el país está completamente fracturado y se divisa un incierto
futuro a largo plazo con un gobierno en funciones que solo piensa en su propia
miseria. Gracias a esto, los españoles podemos dormir sin apenas sobresaltos; no
hemos tenido ninguna nueva Ley represiva, tampoco hemos sufrido ninguna subida
de impuestos, la gasolina es cada vez más barata, hay más políticos imputados y
hasta van entrando en la cárcel en fila de a uno… ojalá estemos mucho tiempo
sin Gobierno, porque es posible que después lo paguemos todo junto.
¿Hasta
cuándo?
Saludos, Miguel.