lunes, 5 de junio de 2017

EL PROBLEMA DE LA ESTIBA


Últimamente se ha habla mucho sobre los trabajadores portuarios más conocidos como estibadores. Se trata de un sector fundamental y estratégicamente necesario, y como un servidor ignoraba el origen real del problema, he querido informarme sobre el tema para comentarlo, trataré brevemente de exponerlo:
Según parece, el gobierno obligado por una supuesta sentencia europea, debe crear una nueva reforma laboral especialmente dirigida hacia los trabajadores de la estiba portuaria para tener contentos a los gerifaltes que mandan en Europa y de paso conseguir un único objetivo: lograr que la miseria llegue al último rincón del país, y entiende que la estiba es el único reducto que hasta ahora, nadie se atrevió a tocar jamás. Ahora tienen prisa por obedecer el veredicto del Tribunal de Justicia de la UE, que por lo visto fue dictado en el año 2.012 para independizar los puertos españoles. Por supuesto el Pp. pudo hacerlo sin tantos apuros hace unos años cuando presumía de mayoría absoluta en el gobierno, pero por cobardía prefirió aplicar la “mano dura”  de los recortes empezando por lo más fácil; los trabajadores más vulnerables y menos organizados, aparcando el problema de la estiba recurriendo la táctica pasiva que tanto gusta a Rajoy: “quien venga detrás que arree”, y mira tú por dónde ahora son las prisas.
La raíz del problema de los estibadores españoles viene porque es el único sector europeo que no está abierto a la libertad de contratación. Esto quiere decir que las compañías navieras no pueden contratar directamente a los trabajadores que deseen porque obligatoriamente deben hacerlo a través de un sindicato que forma parte de un entramado de Sociedades Anónimas de Gestión, (Sagep), y la sentencia europea considera que las empresas del sector deben contratar libremente a los trabajadores, de lo contrario, el Estado español será multado con 134.000 euros cada día que no imponga el dictamen de la justicia europea.
Ante esta situación los trabajadores portuarios rechazan abiertamente la reforma que pretende aplicar el gobierno porque sencillamente no confían en él. Se malician que Rajoy intentará aprovechar la ocasión para encubrir un posterior expediente de regulación de empleo, (ERE), y exigen garantías para la seguridad y el mantenimiento de sus empleos, que el gobierno se niega a facilitar.
El inconveniente principal reside en que las empresas estibadoras que operan en los puertos españoles, no pueden contratar al trabajador que realmente quieren, porque están obligadas a emplear a quienes ponen a su disposición las sociedades anónimas que gestionan a los estibadores, (Sagep). O sea, que deben desfilar por donde ordenan los amos del monopolio de la estiva, lo que al parecer encarece los costes portuarios casi en un  25%. Esto supone que muchas navieras elijan los puertos de otros países europeos como Portugal.
Sin embargo, el verdadero trasfondo de la cuestión como muchos se temen, conociendo la incapacidad para el diálogo y la hipocresía del gobierno de Rajoy, es que cuando se liberalice este sector, la mayoría de los trabajadores irán a la calle, y el político de turno creará nuevos contratos “mileuristas” por doce horas de trabajo diario para tener contentos a sus amiguetes empresarios, como ocurrió con los pilotos del Sepla, y los maquinistas de Renfe.
En este tema nadie habla claro, el gobierno porque aunque hable mucho carece de credibilidad y pocos confían en él. Sin duda a la oposición le interesa electoralmente que el gobierno se coma el “marrón”, y esperarán atentos el resultado. Los trabajadores no se fían de los políticos y temen que peligren sus puestos de trabajo porque según están las cosas, puede darse el caso que las empresas portuarias opten por sacar provecho de un negocio que puede mover alrededor de 200.000 millones de euros anuales y a ninguno le interesa perder la oportunidad de conseguir mano de obra barata aunque tenga que contratarla en países tercermundistas, sin derechos de ninguna clase y pagando un salario de  miseria. Según comentan los que entienden, a estas poderosas navieras les sería mucho más barato disponer de obreros eventuales contratados por horas de trabajo.
Puede que en el fondo se trate de esto.


Saludos, Miguel.