jueves, 28 de abril de 2016

ABANDONO DE REFUGIADOS



En los últimos meses estamos viendo una realidad escalofriante; el cruel exilio de refugiados procedentes de Oriente Medio, mayoritariamente de Siria que, huyendo de sus países en guerra, prefieren venir a Europa sabiendo que se pueden dejar la vida en el Egeo, en el Mediterráneo, o en la caduca y fría Europa, siguiendo lo que para ellos es la “ruta del dinero y la seguridad”, en vez de huir hacia los ricos países árabes del Golfo Pérsico donde les espera un éxodo mucho más seguro que en Europa, puesto que allí viven de las rentas que obtienen del petróleo y pueden permitirse mantener cómodamente unos millones de emigrantes de su misma raza y credo. Sin embargo, parece que esos ricos y poderosos países árabes dan la espalda al drama de sus hermanos musulmanes, necesitados de una mano amiga que los ampare.
Oficialmente es Turquía quien, con el beneplácito de Europa y previo pago, acoge el mayor número de refugiados, al tiempo que trafica con esos mismos enemigos que los matan en su propio país, vendiéndoles ingentes remesas de armamento de guerra a cambio de petróleo y dólares. Esta es la doble moral del país que quiere asociarse con la Comunidad Europea y negocian su ingreso a base de dinero y de la tragedia de los refugiados, que indigna a la gente sencilla y que es muy propia del capitalismo bestial; una cosa es apoyar con la venta de armas a países controlados por gobiernos tiránicos, y otra muy diferente es aceptar a los refugiados que esa misma guerra está causando.
El gobierno de Rajoy se comprometió hace dos años con Bruselas a acoger unos 16.000 refugiados, a pesar que ya tenemos más que suficientes árabes en España, y que se sepa, al día de hoy han venido muy poquitos, aunque la hipócrita actitud de algunos personajes de los llamados “progresistas” que simpatizan con las ONG, exigen a los gobiernos de Occidente que abran sus puertas a los refugiados, como si esta fuese la solución de sus males, cuando la única razón es que quieren obligar a Europa para que haga lo que los países de su entorno les niegan. No se trata racismo ni de ir contra nadie; es cuestión de espacio, criterio y circunstancia. Por mucho que nos duela, España con más de 5 millones de sus ciudadanos parados no está en las mejores condiciones para dar cobijo a más inmigrantes, y la CE tampoco está para muchas alegrías. Nos separa, además del mar, una rigurosa religión, la raza y sus costumbres, que al final acabaría siendo un problema añadido si consideramos el freno estructural que “disfrutamos” y la exclusión social que padecen muchos españoles.
En cualquier caso es un problema de difícil solución; es una tragedia humanitaria provocada por una guerra civil con motivaciones de castas étnicas, religiosas y económicas, donde al parecer no existe ningún bando mejor que otro.


Saludos, Miguel.

domingo, 17 de abril de 2016

SEÑOR, QUÉ PAÍS




Dicen que España es una Nación en clara descomposición moral, y que está al borde del precipicio financiero. Hoy por hoy nada es como parece y lo poco que nos cuentan los adoctrinados medios de comunicación es asquerosamente mentira. Según parece, lo único cierto es que en el país queda muy poquito dinero; quienes pueden, (que al parecer son muchos), lo ponen a buen recaudo fuera de aquí, mientras el ministro de Hacienda mira para otro lado y se entretiene con los contribuyentes más débiles. Lo peor de todo es que, al parecer, no existen leyes contundentes que obliguen a los defraudadores a devolverlo.
Creo que ha llegado el momento de salir a la calle y gritar ¡¡basta ya!! La España aborregada se ha vuelto insostenible; los ricos son cada vez más descaradamente ricos y se llevan el dinero a paraísos fiscales para no contribuir aquí con las cargas sociales, mientras otros andamos justitos para terminar el mes, y el resto comiendo de la misericordia o de los contenedores de basura. Ya va siendo hora que el país recupere la decencia democrática que se encuentra atrapada por las mafias instaladas dentro de nuestras propias instituciones.
Somos un país donde los indigentes mentales suelen alcanzar grandes niveles de poder, y así nos va. Pero eso no es lo peor, lo verdaderamente malo es que los llamados “nuevas esperanzas” no son capaces de vaticinar nada bueno al electorado. Lo realmente seguro, es que seremos los de siempre quienes paguemos las consecuencias de sus andanzas.
Vivimos en una sociedad donde se manipula descaradamente la información, se practica con descaro la vigilancia intensiva y la represión social.  A veces pienso que somos idiotas integrales. ¿Hasta cuándo vamos a tolerar que cuatro politicuchos de tres al cuarto y otros tantos compradores de voluntades corruptas que se tienen a sí mismos como financieros ambiciosos, sigan enriqueciéndose a nuestra costa? ¿Es que ningún juez es capaz de auditar sus bienes y retenerles todo lo que ilegalmente hayan escamoteado antes de sacarlos del país?
Ahora que al parecer los jueces han dejado de sentir la arbitraria opresión del gobierno, vuelven a abrir las investigaciones que habían quedado paralizadas por vergonzosas presiones gubernativas, además de sacar a la luz nuevos casos de corrupción. En la actualidad más de 3.000 personas están procesadas por actos de corrupción en los tribunales de toda España. Entre los “investigados” hay políticos, (muchos), empresarios de renombre, funcionarios del Estado entre los que se incluyen funcionarios corrientes de la administración cercanos a la mamandurria, que haberlos también los hay.
También va siendo hora para que algunos fiscales dejen la vergonzosa práctica de proteger a los miembros de la “Casta”,  y ejerzan  verdadera presión procesal en aquellos asuntos penales que crean alarma social, pero al parecer, ningún Tribunal les exige responsabilidades como tampoco a los jueces ni a los secretarios, y mientras esto no se haga, los ladrones metidos a políticos y los empresarios indecentes, seguirán campeando a sus anchas por cualquier plaza donde puedan encontrar dinero fácil que llevarse a la cartera.

Saludos, Miguel.


viernes, 1 de abril de 2016

UN SEÑOR DE PONTEVEDRA




Lo dijo el ex-ministro Zaplana: “…estoy aquí para hacerme rico”. Después lo confirmaría la señora “de” Cospedal García: “…hemos trabajado mucho para saquear España”. Y al parecer lo han conseguido.
Es un hecho innegable, puesto que la misma justicia lo afirma, que el Pp. es una organización criminal que maneja las instituciones y a los españoles para el beneficio del partido y el enriquecimiento de sus representantes con el saqueo sistemático del dinero público.
Somos muchos los españoles los que nos preguntamos si aún queda algún dirigente del partido liderado por cierto señor de Pontevedra, que esté libre de corrupción para que lance la primera piedra. Digo esto porque hay cosas que son difícilmente digeribles, sobre todo para los militantes justamente indignados de ese partido, que alguno debe haber, y que empiezan a levantar la voz con lánguida timidez para que los que viven de la mamandurria dejen por siempre de aprovechar el cargo para su enriquecimiento personal.
En España quedan pocos lugares donde estén o hayan estado gobernando y no tengan ningún personaje investigado, procesado, encarcelado, o protegido bajo la tutela del Congreso o del Senado, (que para eso está). Comunidades donde impusieron su política a base de decretos como en Madrid, Valencia, Baleares, Murcia, Castilla la Mancha, Castilla y León, Islas Canarias, y ahora Galicia, han sido y algunas que aún siguen estando saqueadas sin misericordia por personajes autorizados de este partido que, al menos así parece, fue fundado para estos menesteres. Con toda la mierda que está cayendo a diario sobre ellos, aún no entiendo cómo la justicia no ha sido capaz de inhabilitar a este partido para evitar que sigan administrando instituciones o gobernar el país. Que conste que con esto no quiero ni mucho menos, encubrir el expolio de Andalucía por parte del Psoe, otro que lleva años investigado sin apenas consecuencias. Con todo lo que esta gente tiene encima y aún tienen el cinismo de acusar de “antisistemas” a las personas que hablan de limpiar las instituciones de tanto ladrón metido a político, y acabar con las “puertas giratorias”. Sin duda debe ser éste un sueño fantástico, porque… ¿realmente existe en España algún partido político capaz de liberar a los ciudadanos de tanta porquería?
Por si acaso aún queda alguien de dude que el Pp. es presuntamente, una banda de malhechores financieros hábilmente distribuidos por toda la geografía española, espero que con todo lo ocurrido y más que puede venir, sus dudas se vayan disipado.
Y presumiblemente el jefe de la banda es… uno de Pontevedra.

Saludos, Miguel.