Dicen que España es una Nación en clara
descomposición moral, y que está al borde del precipicio financiero. Hoy por
hoy nada es como parece y lo poco que nos cuentan los adoctrinados medios de
comunicación es asquerosamente mentira. Según parece, lo único cierto es que en
el país queda muy poquito dinero; quienes pueden, (que
al parecer son muchos), lo ponen a buen recaudo fuera de aquí,
mientras el ministro de Hacienda mira para otro lado y se entretiene con los
contribuyentes más débiles. Lo peor de todo es que, al parecer, no existen
leyes contundentes que obliguen a los defraudadores a devolverlo.
Creo que ha llegado el momento de salir
a la calle y gritar ¡¡basta ya!! La España aborregada se ha vuelto insostenible;
los ricos son cada vez más descaradamente ricos y se llevan el dinero a
paraísos fiscales para no contribuir aquí con las cargas sociales, mientras otros
andamos justitos para terminar el mes, y el resto comiendo de la misericordia o
de los contenedores de basura. Ya va
siendo hora que el país recupere la decencia democrática que se encuentra
atrapada por las mafias instaladas dentro de nuestras propias instituciones.
Somos un país donde los indigentes
mentales suelen alcanzar grandes niveles de poder, y así nos va. Pero eso no es
lo peor, lo verdaderamente malo es que los llamados “nuevas esperanzas” no son capaces de vaticinar nada bueno al
electorado. Lo realmente seguro, es que seremos los de siempre quienes paguemos
las consecuencias de sus andanzas.
Vivimos en una sociedad donde se
manipula descaradamente la información, se practica con descaro la vigilancia
intensiva y la represión social. A veces
pienso que somos idiotas integrales. ¿Hasta
cuándo vamos a tolerar que cuatro politicuchos de tres al cuarto y otros tantos
compradores de voluntades corruptas que se tienen a sí mismos como financieros ambiciosos,
sigan enriqueciéndose a nuestra costa? ¿Es que ningún juez es capaz de auditar
sus bienes y retenerles todo lo que ilegalmente hayan escamoteado antes de
sacarlos del país?
Ahora que al parecer los jueces han
dejado de sentir la arbitraria opresión del gobierno, vuelven a abrir las
investigaciones que habían quedado paralizadas por vergonzosas presiones gubernativas,
además de sacar a la luz nuevos casos de corrupción. En la actualidad más de 3.000 personas están procesadas por actos de
corrupción en los tribunales de toda España. Entre los “investigados” hay
políticos, (muchos), empresarios de
renombre, funcionarios del Estado entre los que se incluyen funcionarios corrientes
de la administración cercanos a la mamandurria, que haberlos también los hay.
También va siendo hora para que algunos
fiscales dejen la vergonzosa práctica de proteger a los miembros de la “Casta”,
y ejerzan verdadera presión procesal en aquellos asuntos
penales que crean alarma social, pero al parecer, ningún Tribunal les exige
responsabilidades como tampoco a los jueces ni a los secretarios, y mientras
esto no se haga, los ladrones metidos a políticos y los empresarios indecentes,
seguirán campeando a sus anchas por cualquier plaza donde puedan encontrar
dinero fácil que llevarse a la cartera.
Saludos, Miguel.
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