La corrupción es un asunto tan indignante
y vergonzoso, que debería ser una de las máximas prioridades de la justicia
española. Sin embargo no es así. El presidente en funciones y sus acólitos en
el Gobierno, aparentemente hacen cuanto pueden, que al parecer es mucho, para evitar
ser investigados, juzgados y condenados si procediera. Para triunfar en su
particular juego de distracción con la justicia, llegaron incluso a modificar
impunemente las leyes para blindarse ellos mismos y a los miembros de su
cuadrilla, amparados tras la impunidad de su mayoría absoluta.
Esto fue posible con la última Reforma de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal aprobada por el gobierno del Pp.
que sirve como complemento de la Ley
Mordaza, o Ley Torquemada.
Gracias a esta Ley, miles de casos de
corrupción calificadas como graves, serán archivados por la dificultad de poder
ser revisados en la Fiscalía para su argumentación en los plazos establecidos
por el gobierno. Los propios fiscales denuncian que la reforma les obliga a
revisar todos los sumarios en el término de seis meses a partir de la fecha de
su aprobación para determinar si pueden ser calificados como complejos, y de
esa forma poder solicitar una prórroga en las instrucciones, de lo contrario los
casos no revisados serían automáticamente archivados. Dicho plazo caducará dentro
de unos días, el próximo 6 de Junio.
Esta reforma hecha a imagen y semejanza
del Pp. parece haber sido pensada especialmente para salvar a los miles
de políticos implicados en casos graves de corrupción que afectan
mayoritariamente a este partido y al Psoe. De todas formas, hay que darle
al César lo que es del César. Hemos de reconocer que estos indeseables personajes
saben hacer las cosas con verdadera maestría. Utilizan el poder legislativo y
el ejecutivo de tal forma, que disponen de todo el sistema a su antojo sin
importarles absolutamente nada la opinión del pueblo. A simple vista no cabe la
menor duda que existen muy pocas
diferencias entre la organización Genovesa, y otras con parecido talante instaladas
en Sicilia, Calabria, o Nápoles, es más; estoy por decir que en el clan de los
genoveses hacen las cosas mejor, puesto que pregonan que nos dan, cuando en
realidad nos están quitando. Aunque en definitiva “nos estén dando”…
Como viene siendo habitual, esta reforma
no está sola, va acompañada de otras adicionales como la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional que, entre otras cosas viene
a decir literalmente que… “El Tribunal
Constitucional podrá suspender de sus funciones al Presidente del Gobierno y a
cualquier otro cargo público sin tiempo estimado, sin derecho a recurso y sin
intervención parlamentaria”. ¿Os suena de algo?
Continúa
diciendo que las destituciones a las que hace referencia este artículo, pueden darse
por motivos de censura, moción de
confianza, y elecciones.
¡¡Y todavía hay gente que confía en
ellos!!
Saludos, Miguel.
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