jueves, 9 de marzo de 2017

DETERIORO POLÍTICO



Uno de los problemas que sufre España, se debe al grave desgaste del sistema político causado por una parroquia de electores sin competencia afectiva, con partidos en decadencia y candidatos públicos que se eternizan en los cargos.
Hoy vivimos en una época de transformaciones políticas y sociales importantes y en cambio no existe una discusión coherente ni mediática ni ciudadana, que merezca la pena ser analizada porque entre otras cosas, nos quitaron gran parte de la libertad que habíamos ganado democráticamente y nos han transformado en una sociedad adormecida y borreguil. No obstante las encuestas muestran que los ciudadanos, aunque no estemos de acuerdo con el mundo político, finalmente acabamos regalando nuestro voto a los partidos más corruptos y obstruccionistas del conglomerado político español.
Todos pensamos, aunque nadie se atreva a decirlo públicamente, que la casta política española está agotada y no es precisamente por cansancio. El país necesita con urgencia un recambio digno, con personas que se den cuenta de la realidad del mundo actual y especialmente de nuestro país, donde el capitalismo de la peor especie acampa a sus anchas. Opino que alguien debería analizar porqué estando los clanes políticos entrando y saliendo a diario de los juzgados, cuando España está supuestamente gobernada por personas y partidos corruptos, apenas existan protestas masivas en la calle, exigiendo la calidad de vida que nos arrebataron con sus malas artes. Hasta la conocida frase, “Todos somos iguales ante la Ley…” ha desaparecido del lenguaje oficial. La desigualdad, la educación, la salud y la falta de oportunidades, apenas interesa a los medios de comunicación, (aunque mejor deberíamos llamarles “medios de persuasión”), todo queda erosionado por el deterioro de la convivencia política.
Decía don Benito Pérez Galdós:
“Los partidos que  acuerdan turnarse tranquilamente en el poder, son una manada de hombres que no aspiran más que a pastar del presupuesto.”
Pues eso.

Saludos, Miguel.



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