La cuestión separatista catalana enfocada
desde un punto de vista que pretende ser lo más objetivo posible, es el
resultado de repetir año tras año las mismas mentiras dichas por políticos independentistas
que durante mucho tiempo manipularon la historia a su antojo. Ya sabéis que una
mentira si se repite continuamente, se convierte en realidad. Si a esto
añadimos el férreo control del sistema educativo manipulado que ejercen algunas
comunidades con el visto bueno de los gobiernos de turno, y la intervención arbitraria
de los medios de comunicación, el resultado es el que estamos viviendo.
Si observamos el método empleado por los
políticos catalanes partidarios del separatismo, nos daremos cuenta que usan el
mismo procedimiento fanático que utilizaron los seguidores del nazismo de Adolf
Hitler. Primero inventó el concepto de “raza
aria”, basándose en los instintos básicos de la raza humana; orgullo,
miedo, frustración, odio, etc., que le dio poder para manipular las voluntades
de los exaltados alemanes de aquellos años. Los catalanistas que aspiran a
construir una Nación donde nunca la hubo, aprendieron bien la solidez de este
viejo mecanismo y lo aplican como técnica de control de masas hartas de la
política centralista española deshonesta, tachando de anticatalanista a quienes
no se someten a sus reglas.
Los políticos catalanistas no se ocultan
para engañar a su gente tratando de convencerlos de que, cuando se separen de
España, pasarán de inmediato a ser un miembro más de la UE., y también ahí les mienten,
puesto que en el instante que abandonen el patrocinio español, automáticamente
quedarían fuera de la UE., y tendrían que ponerse a la cola de países que
tienen solicitado su ingreso formalmente, como Croacia, Albania, Macedonia,
Serbia, Turquía, Islandia, etc.
Otra de las mentiras recurridas por Más
y sus secuaces, consiste en convencer a sus seguidores que, tras la independencia,
Cataluña se acogería a la Convención de Viena de 1.978, que juzga sobre la Sucesión
de Estados, puesto que, según he podido saber, este acuerdo sólo es aplicable a los tratados
internacionales sobre derecho, medio ambiente, diplomacia, etc., y tan solo se
ajusta a tratados entre Estados que estén reflejados en el registro original
del texto, y Cataluña como Estado, no aparece inscrito en el mismo.
Lo que parece ser cierto es que Cataluña
como país quedaría fuera del Euro, su exportación a países de la UE., incluida
España, sería cargada con costosos aranceles, además de estar limitada por las
cuotas de participación que establece Bruselas. Si a esto añadimos que carecen
de recursos naturales, y que la riqueza que genera la región, proviene mayoritariamente
de la industria y del sector servicios, tendría que importar la materia prima
para su producción industrial, cuyos desembolsos se realizan en moneda solvente
como dólares o euros, y al quedar fuera del euro, tendría que acuñar su propia
moneda, con el consiguiente perjuicio económico añadido, y como “la pela es la pela”, la mayoría de
empresas pensarían en cambiar de aires.
Por lo tanto, la independencia catalana
sólo serviría para tratar de ocultar el latrocinio de sus políticos y reírse de
los incautos.
Resumiendo: Cataluña sin el apoyo de
España, no sería competitiva en ningún país del mundo, por lo tanto el
resultado de su independencia sería dramática para ambos.
Saludos, Miguel.
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