La tomadura de pelo a los pensionistas
españoles, causada por el partido gobernante, ni tiene comparación, ni es cosa
de hoy. Veréis por qué lo digo: Allá por el año 1.995, con el Psoe en caída libre, los partidos que por entonces se
repartían el poder; Psoe, Pp, Ciu, y Pnv,
pactaron ocultar a los ciudadanos el inmenso fraude que estaban cometiendo a
los trabajadores respecto a sus pensiones, y desde entonces siguen riéndose
de ellos porque absolutamente todos los
partidos, son cómplices del mayor ejercicio de insensibilidad que se ha
cometido en este santo país, que condenará a la pobreza a gran parte de la
sociedad. Y esta, por falta de información no es consciente de lo que esto
supone, si nadie toma medidas para evitarlo.
Está en boca de todos. En cualquier
medio de comunicación y en las tertulias, se habla que el sistema de pensiones
español hace aguas y que prácticamente se hace insostenible. Pero se trata de otra de las muchas
mentiras del gobierno, porque si ha habido dinero para rescatar a los bancos, y
cuando todos los paraísos fiscales del mundo están repletos de dinero
procedente de la corrupción, decir que no hay dinero para pagar a los
pensionistas, es completamente falso.
Dicen los que entienden, que lo único
que no hay, es interés político para poner fin a esta alarma social. Porque la
solución sería tan fácil como ajustar el porcentaje del PIB como están haciendo los países de nuestro entorno, en vez de ofrecer ventajas económicas a
los negociantes carroñeros disfrazados de empresarios, a costa de reducir las
prestaciones sociales, como está haciendo el gobierno del Pp. Es vergonzoso crear contratos de
trabajo con “tarifa plana” de
cotización que puede significar una cantidad alrededor de 2.000 millones anuales menos de ingresos en la caja de la S.S., o sea, que Rajoy está regalando dinero del sistema público de pensiones a las
empresas. Esto no es culpa de la crisis, ¡¡es una verdadera estafa!!
El gobierno y sus voceros nos meten
miedo por defender los intereses de las entidades financieras, bancos y
aseguradoras, que son los verdaderos autores de la gran mentira que consiste en
hacer creer a los ciudadanos que el sistema público de pensiones está próximo a
la quiebra, repitiendo una y otra vez la frase “…cada día hay más pensionistas y
menos cotizantes”. Esta expresión está destinada únicamente a convencer
a la sociedad de que el sistema de pensiones es inviable, para que los
trabajadores se vean obligados a colocar sus ahorros en Planes de Pensiones Privados. El resto es tan sencillo como eficaz.
El gobierno, fiel a la voz de sus amos,
establece leyes engañosas con la intención de provocar el miedo de la sociedad
y reforzar la creencia general de que realmente las pensiones públicas son
insostenibles.
A todo esto hay que añadir que el
gobierno cuenta además, con la inestimable colaboración de los sindicatos, a
los que supo convertir en aliados gracias a suculentas subvenciones, lo que ha
supuesto entre otras cosas que desde hace tiempo no se convoquen huelgas, se garantice
el silencio en las calles, y controlen al personal afectado. Ahora sabemos que
gracias a ellos pudieron cambiar la Ley para que donde decía “… el
Estado es el primer y único responsable en la financiación de las prestaciones
de la S.S.”, diga que “…las pensiones públicas se pagarán
básicamente con las cotizaciones sociales”. Ahí está la trampa que da
pié al gobierno para que cuando se agote el Fondo de Reserva, que en la actualidad está bajo mínimos, pueda
justificar los posibles descuentos que estudia aplicar en las pensiones vigentes.
No cabe la menor duda que el gobierno de
Rajoy, con el miserable mutismo del resto de partidos, ha incumplido todos los
acuerdos del Pacto de Toledo. Ha
invertido el capital del Fondo de
Reserva en su propia deuda pública, y ha metido mano en la caja hasta tocar
el fondo, gastando partidas muy superiores al límite establecido en la Ley 28/2.003 en su artículo 4º.
Por lo tanto y cuanto antes, se hace
necesario exigir la total devolución del capital que han escamoteado. Exigir la
responsabilidad del Estado en la financiación de las pensiones, y procesar a
los responsables de atentar contra el bienestar de los pensionistas en
beneficio del poder económico.
Si los políticos no se dedicaran a
saquear las arcas públicas, la hucha de las pensiones estaría a rebosar y no
existiría la alarma social que con su arrogante impunidad han provocado.
Saludos, Miguel.
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