Esto es España señores; un país de gaita
y pandereta. Un país de políticos vendidos al poder financiero y a empresas especuladoras
de energía. Un país donde los representantes públicos de los ciudadanos se
entregan sin tapujos al mejor postor. Un país donde lo mejor que funciona es la
corrupción. Me explico:
El gobierno del Pp. apoyado por el Psoe
y Ciudadanos se han aliado para proteger otra vez a la banca, que al fin y al
cabo son sus amos, y han establecido una serie de normativas para que no tengan
que devolver todo el dinero que estafaron con las famosas cláusulas suelo de las hipotecas. Para cosas así unen sus fuerzas
sin titubeos. Esto que han hecho es algo así como un rescate encubierto a cargo
de los clientes que de nuevo han sido embaucados por los bancos con la
colaboración de nuestros distinguidos políticos.
Después dicen que respetan las
decisiones judiciales y es otra de sus mentiras cochinas. Los entendidos en
esta materia comentan que la sentencia emitida por el tribunal europeo, deja claro
que “…aquellos bancos que se
beneficiaron de la cláusula suelo, tienen que devolver todo el dinero que
defraudaron desde que se firmó la hipoteca”. Sin embargo, los miembros del “tripartido”
decidieron por su cuenta anular la sentencia europea. O sea, que para algunas
cuestiones lo que manda Bruselas hay que acatarlo, y otras se las pasan por el
forro. Yo me pregunto, ¿quién defiende a los españoles? Con
esta disposición nuestros políticos han logrado que quienes tengan que reclamar
la devolución de su dinero por vía judicial, se lo piensen porque puede ser que
no tengan bastante para pagar las costas de abogados y procuradores.
¿Qué parte de la sentencia de
Bruselas contra la estafa de las hipotecas no entendieron nuestros políticos?
Según dicen los expertos, la sentencia
condena las prácticas abusivas de los bancos españoles. Por lo cual los
bancos tienen que devolver todo lo que robaron más los intereses. Y todo quiere decir hasta el último
recibo, lo demás son impedimentos políticos pensados únicamente para ayudar a
la banca dándoles tiempo, y originando que muchas reclamaciones acaben en los
juzgados para que la mayoría de los denunciantes terminen renunciando a sus
derechos. Con esta fórmula la banca cree que devolverá solo la mitad de lo que
recaudó durante su calculada estafa hipotecaria. Y piensa así porque espera que
los resultados de la presión política dirigida hacia el TS, les permita
devolver lo defraudado sólo desde el año 2.009
y no desde la firma de la hipoteca.
La cuestión es que con todas estas
cosas, añadidas a la desorbitada subida de la luz, la del gas, los
combustibles, etc., están consiguiendo que la pobreza ascienda a pasos
agigantados. ¿O acaso es eso lo que pretenden? Solo queda esperar que se
tome buena cuenta de estos detalles, para que la próxima vez que vayamos a
votar recordemos estos acontecimientos.
Como dijo don Antonio Machado: “En
España de cada diez cabezas, una piensa y nueve embisten”.
Saludos, Miguel.
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