Desde que gobierna el señorito Rajoy y
su cuadrilla, se ha multiplicado por 100
la alarma social por la corrupción generalizada del Pp. que ha involucrado a instituciones, partidos políticos, grandes
empresas, bancos, administraciones públicas, etc. etc. Por lo tanto no es de
extrañar que el gobierno que protege la corrupción de este partido sea el
ejecutivo peor valorado desde el año 1.996.
Siento asco y repugnancia de la política
rastrera que ejerce don Mariano y su clan, que llevan años jugando con fuego y
mirando hacia otro lado cuando no sopla el aire a su favor. De seguir en esa
línea de saqueo continuado por más tiempo, pudiera ser que los votantes
eligiésemos quedarnos con el populismo antes que con los corruptos. Debido al
actual estado de apestosa descomposición en el partido popular, no hace mucho
que el Congreso Europeo “recomendó”
a Rajoy adoptar un código de conducta
ética, dirigida principalmente hacia los responsables públicos, diputados,
jueces y fiscales, con el fin de recuperar la confianza de los ciudadanos en
las instituciones políticas y judiciales. Es por eso que la directora de la
agencia Transparency Internacional
Europe, haya calificado los resultados de su investigación de la siguiente
manera: “España está plagada de una
serie casi interminable de escándalos de corrupción…” Sin embargo, ni Rajoy
ni su partido parece haberse enterado.
Esta situación está vigente desde que el
bipartidismo logró asentar una cultura política para hacer que los ciudadanos
pensemos que el país sólo puede ser gobernado por dos únicos partidos
políticos. Esta creencia fue la que nos llevó a perder el rumbo, con la
democracia secuestrada, el parlamento en su poder y las instituciones investigadas.
Los demás grupos políticos, simples
títeres a la deriva, parecen haber aceptado como “menos mala”, a una clase
política corrupta sin fundamento ético alguno.
La posible “moción de censura” contra el
partido más corrupto de la democracia europea, seguramente no tendrá el éxito
que muchos españoles deseamos, porque a los partidos de la oposición les debe
asustar verse en el dilema de volver a tener nuevas elecciones, con la tribulación
que tienen encima. Sin embargo es evidente que el estado de corrupción organizada
que limita al actual gobierno lo exige ética y moralmente. No se puede tolerar
por más tiempo esta situación, y quienes critiquen la moción de censura contra
la corrupción, debe ser porque hace tiempo que también perdieron su propia
dignidad. De todas formas creo que según
están el asunto nadie ganaría la moción porque los desnaturalizados partidos de
la oposición, (léase
Psoe y Ciudadanos),
no la apoyarán, y para afirmar mi punto de vista se ocupan los medios de
“desinformación” al servicio del régimen.
Es una pena que se desperdicie una
oportunidad como esta para eliminar del horizonte político un partido degradado,
porque de seguir en el poder esta gentuza, nos seguirán robando con impunidad escondiendo
el dinero en paraísos fiscales, seguirán violando las instituciones, seguirán
recortando derechos y libertades, seguirá habiendo trabajadores sin empleo y
sin un lugar digno para vivir, enfermos ampliando largas listas de espera… y
ellos seguirán riéndose del pueblo.
Alguien dijo: “Donde existe una necesidad nace
un derecho”.
Y en España, tenemos muchas necesidades
y muy pocos derechos.
Saludos, Miguel.
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