martes, 4 de julio de 2017

MUERTE EN BICICLETA


Pienso yo, que tantos accidentes mortales de personas como últimamente están ocurriendo, durante el saludable ejercicio del ciclismo, no deberían ser achacables a las carreteras ni a los conductores que circulan por ellas. Según mi opinión, el verdadero origen del problema corresponde en su totalidad a los políticos que no saben qué hacer para ganar votos sin importarles cómo ni de qué forma conseguirlos.
No hace muchos años, los ciclistas debían circular obligatoriamente en “fila india”  por la parte más próxima a su derecha. Pero alguien, seguramente un político con intereses en el sector, se le ocurrió la brillante idea de eliminar aquella sensata disposición, y desde entonces los ciclistas pueden ir como quieran, y así les va. Es absurdo que las bicicletas compartan el mismo espacio que los vehículos a motor, entre otras cosas por la enorme diferencia de velocidad y vulnerabilidad. Este argumento no debió preocupar las cabezas pensantes de la DGT que en tiempos de Zapatero cometieron la irresponsabilidad de permitir que las bicicletas pudieran invadir las calzadas, y en muchas ciudades las aceras peatonales, lugares radicalmente incompatibles y desaconsejados. Vemos a diario por las calles de algunas ciudades, cómo algún ciclista irresponsable no respeta ninguna norma de seguridad de tráfico. Circulan por las aceras sorteando peatones; se saltan semáforos, el stop en los cruces, para ellos no existen preferencias ni direcciones prohibidas, otros aparecen de repente por cualquier lado esquivando los coches como si compitieran en una carrera de obstáculos. Van sin luces, sin timbre, sin espejos retrovisores, sin casco, y a veces con un pasajero sentado en el manillar. No me gusta generalizar porque no todos los ciclistas son inconscientes, pero también hay amantes del riesgo que cometen infracciones de tráfico por el simple placer de hacerlo. Les motiva entorpecer la circulación sin respetar nada ni a nadie. Al ciclista inconsciente le seduce jugarse la vida por carreteras inadecuadas teniendo la opción de hacerlo por caminos rurales, de montaña, vías verdes o senderos donde ningún otro vehículo puede circular, en su lugar, prefieren correr por cualquier carretera cargada de tráfico pesado, sin apenas arcén, o invadiendo completamente un carril a sabiendas que les puede costar la vida
No trato de culpar a todos los conductores de bicicletas u otros vehículos, por la misma razón que ni todos los conductores circulan borrachos, ni todos los ciclistas son indiferentes al riesgo, cada cual debe ser responsable de sus actos. Los ciclistas culpan a los vehículos de motor, los automovilistas a los ciclistas, y los peatones a los dos. Todos debemos ser conscientes que para evitar más accidentes hay que asimilar de una vez por todas, que las carreteras son para el transporte y los vehículos a motor, y no están diseñadas para que por ellas circulen las bicicletas. Las personas debemos aprender  a utilizar las vías públicas, y los políticos deberían hacer leyes que impidan  a los ciclistas circular por carreteras secundarias y al mismo tiempo instalar carriles preferentes para los usuarios de las bicicletas. Al mismo tiempo, podían evitarse muchos accidentes enseñando en los colegios desde edades tempranas, las normas básicas de educación y seguridad vial. Para esto deberíamos exigir a los políticos que restablezcan cuanto antes la Ley Obligatoria de Educación Vial. Es preferible regular en vez de prohibir.
Es posible que esta manifestación no agrade a los amantes del ciclismo. No obstante quiero hacer constar, que subrayo esta publicación pensando en ellos porque prefiero que disfruten de la vida en lugar de ver a sus familiares llorando en el cementerio.

Saludos, Miguel.



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