Cada
día que amanece los medios de comunicación publican más y más casos de
pederastia cometidos por curas y religiosos, no solo en la Iglesia Católica
española, estos abusos por desgracia existen en las Iglesias Católicas de todo el
mundo. A cualquier otra secta, por mucho menos la hubieran prohibido por peligrosa
y destructiva. Creo
que muchos de estos abusos podían evitarse como hacen en las iglesias de otras
religiones; investigando allá donde haya curas, en cada colegio católico o en
las parroquias, allí es donde tienen que investigar si realmente quieren poner
freno a esa incesante caterva depravada de buitres con sotana si quieren
impedir que sigan saciando sus instintos a costa de miles de niños indefensos.
Más
de una persona podrá pensar que la Iglesia Católica es en sí misma una
organización corrupta, y pueden caer en un error. Este es un tema bastante complicado
porque nadie puede asegurar que todos los curas sean abusadores de menores. Ahí
está el padre Ángel que ha dedicado su vida en apoyar a las personas sin
recursos; o los curas misioneros que se sacrifican a diario ayudando a los
demás en países tercermundistas olvidados. Sin embargo, éstos pasan casi
inadvertidos como gotas de aceite en un océano. Cuando se conozca toda la
verdad, si sucede algún día, puede que entonces pierdan parte de sus
privilegios, pero mientras tanto, podrán seguir aplicando su propia “justicia”
como hasta ahora porque es la única forma que disponen para ocultar y falsear
sus actos.
Con
el paso de los siglos se han acostumbrado al reinado de la impunidad en la Casa
de Dios. Supuestamente los curas son los representantes del Señor en la tierra
y a Dios nadie lo juzga, y ellos son como Dios, y su Iglesia los cobija bajo su
extenso manto y sin leyes terrenales que les califique. Ese derecho adquirido
desde tiempos remotos hace que ahora sólo podamos asomar la cabeza por la
ventana para gritar, y esperar que alguien nos escuche.
¡Cuánto
daño en nombre del Señor cometido por los miembros de una comunidad religiosa
integrista, supuestamente corrupta por
pederastia, amparada con el cinismo rancio de obispos encubridores!
En
España, el poder de la Iglesia es casi absoluto, y nadie hasta hoy ha sido
capaz de obligar a la Conferencia Episcopal, entre otras cosas, a que facilite
datos de los procesos que se han conocido. Todo ha sido evasivas y silencio, sin
embargo hay que recordar, que esta Iglesia de la que estamos hablando, recibe muchísimos
millones del Estado, y además está exenta de impuestos. ¿Bastaría con cerrar el grifo?
Ante
los datos que existen y vamos conociendo, solo cabe la posibilidad de acusar a
la Iglesia Católica de “Asociación Delictiva”, o algún otro artículo jurídico
aplicable, pero dado el Poder fáctico que dispone… ¿Quién se atreve a poner el
cascabel al gato? “Con la Iglesia hemos chocado, amigo Sancho”.
Para
terminar, he de repetir que evidentemente todos los curas no son pederastas
pero se puede acusar de encubrimiento a la Iglesia como institución, de todos
los casos de pederastia cometidos por sus miembros.
Amén.
Saludos,
Miguel.
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