Raro es el día que los medios de
comunicación no denuncian algún que otro caso descubierto sobre los turbios
negocios con cierto tufillo a corrupción protagonizados por políticos,
empresarios, directivos y por si no eran suficiente con ellos, ahora también
sindicalistas. Como por repetitivo ya es conocido, los comediantes de turno
niegan con el cinismo que los caracteriza, su intervención en las causas imputadas
por muy definidas y claras que estas sean, otra cosa es que los ciudadanos les
creamos, o no.
Para saber la forma habitual con que el
gobierno nos miente y descubrir cuando nos habla con medias verdades, es
necesario leer entre líneas y en medios de comunicación no demasiado afines al
poder o más castigados por su inflexible censura para darse cuenta de sus
artimañas.
Esto viene por lo siguiente:
El gobierno alardea que las
exportaciones subieron cerca del 8%
en el último semestre del pasado año, sin embargo pasa de puntillas por la parte que debería describir cómo se ha
producido este incremento.
Esta noticia es una verdad a medias.
La verdad se debe a una masiva
exportación de armas, que subió de forma bestial un 194% respecto al último trimestre del pasado año. Algunos se
preguntarán, ¿A qué se debe este rápido
aumento? Unos dicen que es porque el ministro de Defensa, aunque sea de
misa diaria, se de muchos golpes de pecho, y comulgue antes de empezar la “faena”, es un experto del sector
armamentístico. Resulta que este buen creyente fue presidente de una empresa dedicada a la fabricación y venta de
misiles, posteriormente fue consejero de otra compañía dedicada a la producción
de bombas de racimo, entre otras, además es presidente de una firma pseudo-militar
que ofrece seguridad, cómo no, a los atuneros españoles a un precio desorbitado.
O sea, que este personaje está bien puesto
en asuntos bélicos. “A Dios rogando…”
Ante esto, el Gobierno ni afirma ni
desmiente, pero en el tema de la venta de armas, otros sectores señalan, además
del antes citado ministro, al varias veces imputado y encarcelado Miguel Blesa;
al ex J.M. Aznar, a su yerno y al hermano de éste que al parecer tiene “negocios”
en Argelia. Al menos es lo que asegura el juez Elpidio Silva, y sus razones
tendrá para ello, por este motivo las
hordas adictas a la cruzada aznarista se han lanzado sobre el juez como una
jauría de fieras hambrientas de sangre.
No solo este juez se atreve a incriminar
a esos oscuros personajes. Hace unos meses, fue el Secretario General del
Sindicato Unificado de Policía, (SUP), quien acusó directamente al ex Aznar “de
haber vendido armas a ETA”. Pese a la gravedad de la acusación, este
señor también implicó a Rajoy durante su “reinado” en el ministerio de
Interior, y a Federico Trillo, como ex de Defensa.
Por mucho que le puedan inquietar estas
acusaciones, J.M. Aznar no niega que hubo algún tipo de negociación con la
empresa de armamento EINSA, ni la intermediación de su amigo Miguel Blesa que
fue consejero de esa empresa durante seis años, y en muchos círculos nadie duda que Aznar pudiera haber realizado
gestiones para EINSA a través del hermano de su yerno en Argelia. Para realizar
estos solapados apaños por lo visto utilizaba
el equipo y la estructura de FAES con la intención de abrir mercados a favor
de esta compañía de servicios bélicos en otros países como Venezuela, por
ejemplo.
Para entrar en situación: se considera
que la FAES es una fundación que recoge a la mayoría de los ex miembros de
los gabinetes de Aznar, gente de su entera confianza, y parte de la actual cúpula
del Pp, desde Mariano Rajoy hasta Dolores “de” Cospedal, que además de los cargos institucionales que
ostenta, resulta que es también la
Vicepresidenta de este “chiringuito”
pepero. Algo que también los jueces deberían investigar. Esta entidad se
vende a sí misma “sin ánimo de lucro”,
y sin embargo, el año pasado recibió “para
gastos de guerra” cerca de 4 millones de euros procedentes de
fondos públicos, o sea, del bolsillo de los contribuyentes, vamos.
¿Os vais dando cuenta en manos de
quién estamos?
Saludos, Miguel.
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