lunes, 5 de mayo de 2014

VALIENTES MISERABLES

Valientes miserables

Pienso que debería estar penalizado que un político mienta al pueblo con la desfachatez que acostumbran los altos cargos del Gobierno. Los españolitos que contribuimos con nuestros impuestos a mantener, entre otros a la casta política, nos quedamos sin palabras para describir la repugnancia que nos provoca tanta corrupción y tanta falsedad. ¿Cuántas pruebas son necesarias para que los jueces admitan de una puñetera vez que la mayoría de los miembros del clan de la gaviota están metidos hasta el cuello en la trama corrupta de la Gurtel? Ya está bien de marear la perdiz, queremos que se haga justicia ¡¡Ya!!
En cualquier país de Europa, cuando un político en activo es, no acusado, sino sospechoso de corrupción, dimite al instante, y además jamás sería candidato en unas elecciones. Aquí, sin embargo, las listas electorales de los partidos con opciones, están repletas de políticos procesados o sospechosos de corrupción, que la gente fanática no dudará en darles su voto. Es como si el daño que causan no les afectara.
La emperatriz del cortijo manchego, la señora “de” Cospedal García, por mucho que pretenda despistar al personal con su arrogante cinismo, según las declaraciones de Bárcenas, está metida de lleno en la trama corrupta, como lo demuestra el cobro de los 200.000 euros en su comunidad por una comisión a cambio de la adjudicación de una contrata municipal en el ayuntamiento de Toledo, que ella utilizó para financiar su propia campaña electoral, y cuyos recibos están en poder del juez Ruz. Esta señora debería ser la primera en salir del Pp., no en simulado ni en diferido, sino realmente, y además repudiada por los suyos, para evitar que los perjuicios lógicos derivados de su pésima gestión salpiquen la imagen de “honestidad” que pretende aparentar su partido político. La vida es dura, señora “de” Cospedal y aprender de nuestros propios errores es de personas inteligentes, reconózcalo. A pesar de todo esta rica dama no debe conocer el significado de la palabra vergüenza ni moral. Si le quedara un mínimo de honradez y decencia, (esas mismas virtudes de las que tanto presume y que sin embargo carece), ya habría dimitido. ¿Cómo puede pretender que creamos en su palabra más que en la de su antiguo socio Bárcenas si no lo merece? Hace tiempo que se le cayó la careta, señora.
En los años que llevamos de “democracia” hemos tenido varios gobiernos, pero ninguno de ellos supera a este de embustero, repugnante y sinvergüenza, por mucho que lo intenten encubrir sus bien pagados voceros. Nunca un gobierno ha dicho tantas mentiras en tan poco tiempo. Espero y deseo que cuando finalmente caiga Bárcenas vayan todos tras él, en cadena y encadenados, aunque seguramente todo quedará en nada. Explicarán que jamás existió relación alguna con él, y que sólo hubo una “simulación en diferido”. Que jamás hubo contabilidad “B” en el Pp. ¡faltaba más!, que los famosos papeles tan sólo fueron unas desafortunadas “anotaciones irregulares”… vamos, que no es cierto que en el Pp. hubiese sobres con sobresueldos sino un lógico “pago de dietas atrasadas”.
¿Queda algún artículo del código penal que no haya infringido el Pp.? Durante más de 20 años este partido se ha dedicado a delinquir, al fraude, al cohecho, a la corrupción y a la evasión de capitales de muy dudosa procedencia, sin embargo tanto jueces como fiscales les doran la píldora. ¿Alguien da más?
Hace algún tiempo que en el país vecino hubo una “Revolución de los claveles”. Aquí nos conformaríamos con que hubiese la “Revolución de los capullos”.
Yo pregunto. ¿Podemos pedir a Bruselas que nos rescaten de tanto miserable corrupto?

Saludos, Miguel.


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