Estos días se habla mucho de la familia Pujol-Ferrusola y del interés de sus elementos
por el dinero fácil, pero esto de apropiarse del dinero de los catalanes no es
de ahora, viene de los tiempos en que el padre del patriarca, Florencio Pujol empezó a meter la mano
en la alforja ajena. Este individuo desvió hacia su faltriquera todo el dinero
que pudo de Banca Catalana hasta que
ésta quebró. ¿Vendería sus acciones antes
de la quiebra? No cabe duda que de ahí viene la supuesta “herencia” del “honorable”, pero no todos los millones que se llevó procedían de
esta entidad porque al quebrar, arrastró al resto del grupo: al Banco Condal y el Banco Industrial de Cataluña. Creo recordar que Banca Catalana fue intervenida por el Banco de España, y una vez saneada la
vendieron al entonces BBV a precio
de liquidación. Esta operación le costó al Estado,
o sea, a los españolitos de siempre, unos 40.000
millones de las antiguas pesetas que ahora sabemos adónde fueron a parar. O sea
que este clan de delincuentes nos robó a todos los españoles y según parece no
se enteró nadie, o todos los que lo sabían hicieron la “vista gorda”. Me inclino por lo segundo. El asunto no deja de
tener su puntazo: los catalanes acusaban que Madrid les robaba, y resulta que tenían
a los ladrones en su propia casa, riéndose delante sus narices.
También recuerdo que por entonces la Fiscalía Anticorrupción quiso
intervenir y el entonces presidente González
manejó la tramoya jurídica para desviar el asunto porque necesitaba los votos de
Convergencia. Si lo pensamos detenidamente nos daremos cuenta que hemos estado desde
el principio de la democracia rodeados de políticos corruptos y partidos
indeseables. Por arriba tenemos a Pujol
y Ciu, por el centro derecha al Pp. con su Gurtel y por abajo los ERES del Psoe.
¡Cómo vamos a salir de la crisis!
Me malicio que al igual que en muchos
casos donde están involucrados políticos y partidos, no pasará nada porque
todos están envueltos hasta el cuello en el mismo lodazal, y cuando digo todos incluyo también a quienes deberían
administrar la justicia y no lo hacen. Ninguno
de los implicados irá a la cárcel, y lo que es peor, nadie devolverá un
puñetero euro. ¡¡Faltaba más!! Esta
familia y sus allegados lo saben, se consideran a sí mismos “intocables” y se
aprovechan de la situación privilegiada que disfrutan porque si algo les
sucediera, la mayoría de los políticos “distinguidos” de España irían a la
cárcel con ellos. Se supone que el jefe de la banda está muy seguro de lo que
hace, sabe manejar los medios y como buen delincuente que es, pese a lo que
diga Felipe González, conoce bien la práctica de la coacción y el chantaje,
porque después de tantos años presidiendo la Comunidad más importante de la
península, debe disponer de considerable información privilegiada comenzando por los
tejemanejes de la transición hasta nuestros días; desde la Casa Real a las
prácticas mafiosas del Pp&Psoe, pasando por todo lo demás.
He oído decir que los miembros de la
banda Pujol son inteligentes por haber aumentado y ocultar su fortuna durante
tantos años sin que nadie se atreviera a delatarlos, pero no comparto esa
opinión. No se debe envidiar a los ladrones por listos que parezcan, porque no
lo son. Han demostrado ser además de
torpes, incompetentes, unos simples y aprovechados rateros con mucho prestigio
y poca categoría. Una cosa seguro que son: los ladrones sin escrúpulos más
influyentes de Cataluña.
Dice el portavoz de la policía que tanto
el Pp. como el Psoe sabían desde el año 2.011,
a través de las informaciones del Servicio
de Inteligencia, que el clan Pujol junto con miembros de la cúpula de Ciu, habían sentado las bases para establecer
una financiación ilegal para fortalecer el partido, al tiempo que organizaban
un entramado económico para su enriquecimiento personal. Este informe
permanecía escondido en la Moncloa y seguramente así hubiera seguido a no ser
por la obstinación de Arturito y sus colegas con el asunto de su
independentismo fanático. Entre otras cosas porque se ve venir que la casta neofeudal catalana busca
desesperadamente la independencia para ocultar sus desmanes económicos y montar
un “chiringuito
fiscal” estilo Gibraltar, para seguir despojando el dinero a los contribuyentes
catalanes libremente y sin rendir cuentas a nadie.
Leí en una ocasión que el
nacionalismo es el último reducto de los sinvergüenzas.
Saludos de Miguel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.