Empezaré diciendo que en esta España de
zambomba y pandereta ocurren cosas que solo suceden en las historietas de “Mortadelo y Filemón”. Lo de Cataluña se
me antoja como poco, insoportable. El delfín de Pujol ha demostrado ser, además
de golpista antidemócrata, un auténtico pandillero ventajista que se ha
aprovechado de la cobardía de Rajoy principalmente
en lo concerniente a los asuntos de Estado. “El
individuo del que estamos hablando”, fiel a su política chabacana, esconde
la cabeza debajo del ala en vez de afrontar el asunto con entereza como haría cualquier
presidente que se tercie. De esa forma ha conseguido enardecer a los catalanes además
de glorificar al sucesor del clan Pujol. Ante esta extraña situación, los demás
españoles nos preguntamos… ¿y ahora qué?
Sabemos que el Rajoy además de temblar
de miedo, (cuando alguien les planta cara),
es un inútil que solo se crece con los
trabajadores, pensionistas, dependientes, y demás necesitados, corre a
esconderse ante un problema capital de Estado. Ya hemos visto la torpeza con
que ha manejado la crisis catalana: ha
sido totalmente incapaz de contrarrestar de alguna forma, el chantaje al que le
han sometido los separatistas, y ahora Cataluña se ha convertido en una “zona hostil”, donde a no tardar se les
unirá el País Vasco con Navarra, que esperan pacientemente su oportunidad.
Por mucho que voceen, los catalanes son tan españoles como los
andaluces, los extremeños o los gallegos, y desde hace muchos siglos.
Disfrutan de una de las mejores autonomías de España y aún se sientes
acomplejados por algún motivo que no alcanzo a comprender. No quieren entender
que gracias a la autonomía que disfrutan
pudieron modificar la historia a su antojo con la finalidad de adoctrinar a la
juventud. Aún así, los independentistas que fueron a votar representan solo
a una cuarta parte de todos los catalanes y encima tienen la desfachatez de
hacerse pasar por víctimas de los españoles cuando están lejos de serlo.
Creo que los catalanes deben pensar que los
españoles somos sus enemigos, los causantes de sus problemas, ¿acaso somos culpables que paguen el pan
tres veces más caro? No quieren ver que los únicos delincuentes, como en el
resto de España, son los políticos que nos roban y se enriquecen con nuestros
impuestos. Deben pensar que se merecen mucho más de lo que reciben del Estado,
y el Gobierno sin embargo dice que Cataluña no aporta todo lo que debiera
porque tienen más ingresos que cualquier otra comunidad y deberían ser más responsables
con los demás. En cualquier caso y a pesar de todo lo que recibe, su deuda
aumenta año tras año, por lo cual lo que debieran hacer es investigar más a sus
políticos, y preguntarles cómo hacen sus fortunas en vez de dejarse manipular
como marionetas. A estas alturas, pocos pueden creer que Arturito arriesga
tanto únicamente por el bienestar de los catalanes. La verdadera intención
posiblemente está estudiada para distraer al personal porque tanto él como su
partido no quieren que sus paisanos sepan
que Cataluña está en números rojos, o sea, a un paso de la “banca rota”, vamos, que no tienen ni
un puñetero céntimo, que gracias al dinero que ha entregado la empresa “Codorniú”,
pudieron financiar la campaña del voto independentista. El partido que mantiene
a Más, está entrampado hasta el cuello gracias a la corrupción generalizada que
originó el “Capo Pujol” durante más
de treinta años, y tratan desesperadamente de evitar la debacle que no tardará
en producirse. Mientras esto sucede, que disfruten con su sardana lo mismo que
los aragoneses con la jota y los andaluces con sus fandangos, que todo es
respetable y más la cultura.
“No se puede llamar racistas y
xenófobos a los demás para ocultar su propio racismo y xenofobia”.
Saludos, Miguel.
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