martes, 11 de noviembre de 2014

INDEPENDENCIA


Empezaré diciendo que en esta España de zambomba y pandereta ocurren cosas que solo suceden en las historietas de “Mortadelo y Filemón”. Lo de Cataluña se me antoja como poco, insoportable. El delfín de Pujol ha demostrado ser, además de golpista antidemócrata, un auténtico pandillero ventajista que se ha aprovechado de la cobardía de Rajoy  principalmente en lo concerniente a los asuntos de Estado. “El individuo del que estamos hablando”, fiel a su política chabacana, esconde la cabeza debajo del ala en vez de afrontar el asunto con entereza como haría cualquier presidente que se tercie. De esa forma ha conseguido enardecer a los catalanes además de glorificar al sucesor del clan Pujol. Ante esta extraña situación, los demás españoles nos preguntamos… ¿y ahora qué?
Sabemos que el Rajoy además de temblar de miedo, (cuando alguien les planta cara), es un inútil que solo se crece con los trabajadores, pensionistas, dependientes, y demás necesitados, corre a esconderse ante un problema capital de Estado. Ya hemos visto la torpeza con que ha manejado la crisis catalana: ha sido totalmente incapaz de contrarrestar de alguna forma, el chantaje al que le han sometido los separatistas, y ahora Cataluña se ha convertido en una “zona hostil”, donde a no tardar se les unirá el País Vasco con Navarra, que esperan pacientemente su oportunidad.
Por mucho que voceen, los catalanes son tan españoles como los andaluces, los extremeños o los gallegos, y desde hace muchos siglos. Disfrutan de una de las mejores autonomías de España y aún se sientes acomplejados por algún motivo que no alcanzo a comprender. No quieren entender que gracias a la autonomía que disfrutan pudieron modificar la historia a su antojo con la finalidad de adoctrinar a la juventud. Aún así, los independentistas que fueron a votar representan solo a una cuarta parte de todos los catalanes y encima tienen la desfachatez de hacerse pasar por víctimas de los españoles cuando están lejos de serlo.
Creo que los catalanes deben pensar que los españoles somos sus enemigos, los causantes de sus problemas, ¿acaso somos culpables que paguen el pan tres veces más caro? No quieren ver que los únicos delincuentes, como en el resto de España, son los políticos que nos roban y se enriquecen con nuestros impuestos. Deben pensar que se merecen mucho más de lo que reciben del Estado, y el Gobierno sin embargo dice que Cataluña no aporta todo lo que debiera porque tienen más ingresos que cualquier otra comunidad y deberían ser más responsables con los demás. En cualquier caso y a pesar de todo lo que recibe, su deuda aumenta año tras año, por lo cual lo que debieran hacer es investigar más a sus políticos, y preguntarles cómo hacen sus fortunas en vez de dejarse manipular como marionetas. A estas alturas, pocos pueden creer que Arturito arriesga tanto únicamente por el bienestar de los catalanes. La verdadera intención posiblemente está estudiada para distraer al personal porque tanto él como su partido no quieren que sus paisanos sepan que Cataluña está en números rojos, o sea, a un paso de la “banca rota”, vamos, que no tienen ni un puñetero céntimo, que gracias al dinero que ha entregado la empresa “Codorniú”, pudieron financiar la campaña del voto independentista. El partido que mantiene a Más, está entrampado hasta el cuello gracias a la corrupción generalizada que originó el “Capo Pujol” durante más de treinta años, y tratan desesperadamente de evitar la debacle que no tardará en producirse. Mientras esto sucede, que disfruten con su sardana lo mismo que los aragoneses con la jota y los andaluces con sus fandangos, que todo es respetable y más la cultura.

“No se puede llamar racistas y xenófobos a los demás para ocultar su propio racismo y xenofobia”.


Saludos, Miguel.

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