Cuando la corrupción en España alcanza
límites insospechados; cuando una parte del tesoro público campea por paraísos
fiscales, cuando el pueblo finalmente sabe que la crisis fue provocada por
capitalistas sin escrúpulos, empresarios miserables y partidos contaminados por
políticos corruptos. Cuando las antes llamadas “clases medias” han sido
obligadas a sobrevivir en un país donde el impacto negativo de la economía
doméstica acabó con el estado del bienestar donde los “mileuristas” de ayer son
los pobres de hoy. Cuando el nivel de la pobreza alcanza particularmente a la
población infantil. Cuando esta situación parece irreversible según la opinión
de los políticos que dirigen los intereses demográficos españoles, en este
preciso momento es cuando UNICEF envía un informe donde advierte que aquí, en
España, la pobreza infantil ha llegado a la vergonzosa cifra del 56’3 %. Ante estos inquietantes números,
cualquier sociedad medianamente inteligente debería estar aterrada por las
consecuencias que pueden derivarse en las próximas décadas.
Estos datos llegan cuando hemos conocido
que España es el tercer país más rico de
Europa con más niños pobres, y más de 3
millones de personas que mal viven con una miserable paga de 355 euros mensuales, mientras los nuevos
ricos ven cómo engordan sus nauseabundas fortunas hechas en base de estafas y
corruptelas. También sabemos que vivimos
en el primer país de Europa con más políticos corruptos además de infames que eligieron
salvar “sus Cajas” con el dinero del pueblo, antes de autorizar a apertura de
comedores escolares, como vimos que sucedió el pasado verano en las CCAA
administradas por el Pp.
El Gobierno, fiel a su doble política,
sigue empecinado en negar los datos sobre la pobreza, aunque puede ser comprensible porque desconocen lo
que representa pasar hambre en el amplio sentido de la expresión, entre
otras cosas porque esta gentuza que se crió bajo la sombría protección del
franquismo, ignora el significado de la frase. Igual que desconocen lo que simboliza
para una persona trabajadora y honesta, la amargura de perder un trabajo, que
un banko le quite su casa, y además no tener nada para dar de comer a sus
hijos. ¡¡Canallas!!
Este
Gobierno ha permitido que su gente nos roben no sólo el dinero de nuestros
impuestos; nos robaron el pasado, el presente, y al mismo tiempo nos han
hipotecado nuestro futuro para salvar sus bankos, manipulando la opinión
pública para poder tapar sus repugnantes saqueos.
¿Qué podemos esperar de un Gobierno
que ha incumplido sistemáticamente su propio programa electoral creando día
tras día más miseria y exclusión social, menos libertades y más represión?
Estos sujetos traidores de tres al
cuarto que existen gracias a la política, han conseguido dejar sin argumentos
medianamente racionales, a un Gobierno podrido hasta la médula. Si Rajoy tuviera un mínimo de dignidad, (que
va a ser que no), disolvería el Gobierno
y convocaría elecciones anticipadas. Sería suficiente motivo los casos de
corrupción que afectan directamente a su partido, a su gobierno, y a buena
parte de las Autonomías que ellos representan, pero no creo que “el hombre del cual estoy hablando”,
tenga una pizca de dignidad ni de vergüenza para afrontar con entereza su
deshonra. ¡¡Le faltan cojones!!
“Cuando los ladrones de guante
blanco devuelvan lo robado, a los niños les volverá la sonrisa”.
Os saluda, Miguel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.