Ya se venía venir pero el indecente y
corrupto financiero de don Rodrigo ha acelerado la caída. Ahora el Pp. liderado
por un inepto presidente, se desliza peligrosamente
por la turbulenta pista de la ruina electoral provocada por el alto grado de
avaricia que llevan en su ADN los miembros de su clan. Durante su mandato, Rajoy y sus secuaces están llevando a todas las
instituciones del Estado a las cotas más bajas de popularidad conocidas,
aumentando la desconfianza de los ciudadanos en todas las categorías de la
administración desde la monarquía al propio Gobierno, a pesar de la Ley Mordaza
por la que estaremos permanentemente bajo sospecha de ser sospechosos de todo
lo insospechable.
En el pasado mes de Febrero indiqué que
los antecedentes personales del “rata” de Rato, ex Ministro de Aznar y amigo íntimo
de Montoro, darían que hablar. Este “caballero” de familia “pudiente” fue uno
de los “seres humanos” privilegiados por una amnistía fiscal decretada por
Rajoy y ejecutada por su “amigo del alma” el Ministro Montoro, consiguió que
más de 700 altos funcionarios
públicos, entre los que destacan Jefes
de Estado, Jefes de Gobierno, Ministros, Secretarios, Subsecretarios,
Parlamentarios, Magistrados del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional,
Embajadores, destacados miembros de Empresas Públicas y un largo etc., pertenecientes al club
“amigos de lo ajeno”, de los que alguno de ellos jamás habían presentado su
declaración de la renta. Aunque no puedo asegurar con rotundidad que el
Gobierno diseñara esta amnistía fiscal únicamente para personas afines al Pp.,
es evidente que entre los beneficiarios hay una gran mayoría de personajes
relacionados con este partido. Esto es debido a la avaricia propia de los
ultra-católicos.
A pesar de esto hay que reconocer que la
banda genovesa es lista, (no inteligente).
Primero se financian ilegalmente durante 20
años, repartiendo sobres repletos de dinero negro, y cuando suben al poder
inventan una amnistía para blanquearlo. Una buena jugada. A estas alturas habrá que preguntarse si en ese club político hay algún
dirigente que no tenga en su haber ningún caso de corrupción.
Rodrigo Rato, es el fiel prototipo de la
degradación política española. Fue el causante del rescate de Bankia que nos
costó más de 20.000 millones de
euros. Dinero suficiente para salvar las cuentas de la Seguridad Social y para
aumentar y garantizar las pensiones durante las próximas décadas. Este comediante es el ejemplo de la basura
y carencias de nuestra democracia, de un sistema cargado de vicios que
corresponde a una dictadura camuflada entre partidos políticos invadidos de
personajes indignos con vocación delictiva. Entiendo que muy pocos se
libran, tan solo unos mienten más que otros y unos son más corruptos que otros.
La política tiene ese defecto: corrompe
todo cuanto toca. Sin embargo, para mantener un sistema corrupto como el
actual, es necesaria la colaboración de una justicia adicta y también corrupta,
y por desgracia aquí sobran jueces que forman parte de uno de los clanes más
poderosos del País. Y a todo esto, ¿qué hace el pueblo estafado, con cuyo
dinero rescataron las Cajas atracadas por esta gentuza? Absolutamente nada. Los
miles de ciudadanos honestos que se quedaron sin trabajo, sin casa y sin
recursos, siguen siendo meros espectadores a la espera de ver cómo termina la
historia.
Sabemos que no todo es como nos lo
explican, como quieren hacernos ver, ni como quieren que creamos. A pesar de
todo, el asunto no terminará aquí; cada día siguen apareciendo datos del alto
grado de corrupción que protagonizan nuestros políticos, sobre todo los más
arrimados al Pp. Esta banda de ladrones se escudan tras la Iglesia y la bandera
de nuestro país gracias a las “personas normales” que les dieron su apoyo en
las urnas. Así de repugnante es la política corrupta del clan pepero.
Así están las cosas: los pobres a
esperar la compasión de los ricos para que, al menos les dejen las migajas.
Pues mira, que sigan siendo ricos y que
sientan el desprecio del pueblo para que sepan que sabemos quiénes son, que no
vivan tranquilos y que asuman las consecuencias de ser unos ladrones en la
cárcel.
Esperemos que esto solo sea el principio
del fin del régimen corrupto del Partido Popular.
Saludos, Miguel.
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