viernes, 23 de octubre de 2015

TRÁFICO DE MUJERES




Hace apenas unos días escuché en la radio unas estremecedoras declaraciones de unas mujeres que fueron rescatadas de las mafias que, empleando la violencia, las obligaron a ejercer la prostitución en nuestro país. Estos desgarradores relatos narrados por mujeres que vivieron en propia carne esa abominable situación, me causó un enorme sentimiento de asco y repulsa hacia la gentuza que se enriquece provocando dolor y miseria en personas indefensas. Es por eso que de alguna forma, quiero participar en la censura de este tema para revelar la conducta que provoca este repugnante comercio humano.
Para empezar mi exposición, he de decir que el tráfico de mujeres es un importante problema social, debido esencialmente a la violencia que estas mujeres sufren, casi siempre fuera de sus países de origen, y que se ha convertido en un negocio que genera una enorme cantidad de dinero para los traficantes de personas, que está adquiriendo dimensiones verdaderamente alarmantes, ya que según he leído, el comercio de la prostitución mueve en España alrededor de 5.000 millones de euros, y porque en la mayoría de los casos, estas mujeres son forzadas mediante el engaño y la violencia, a trabajar en actividades casi nunca deseadas como la prostitución y tratadas como simples productos de consumo, puesto que la trata de mujeres afecta esencialmente a los derechos humanos de las personas que soportan el secuestro, la violación de su dignidad, de su integridad personal, de su libertad y su derecho a la vida. 
Parece incompresible que en el siglo que vivimos, estas mafias puedan seguir engañando a tantas mujeres y con la misma historia, pero parece cierto que el tráfico de personas es por hoy una clara evidencia de la existencia de los nuevos comportamientos que emplea esta gentuza para despojar a miles de mujeres de sus derechos fundamentales. Los traficantes conocen el método “legal” para introducir su producto humano en los países consumidores del género y por igual, a hombres, mujeres y niños como simple mercancía humana. Los maltratan y los explotan sexual y económicamente, pero el problema no es nuevo, sus raíces debemos buscarlas en países donde impera la miseria, y en la ignorancia de la trama que las utiliza, además de las conductas sociales y culturales históricas que provocan el incesante empobrecimiento de la sociedad.
Como conclusión indicaré que este pequeño resumen sobre un tema tan actual como delicado, debe ser calificado como un mínimo gesto con el cual pretendo expresar mi rechazo absoluto hacia las mafias que utilizan a la raza humana en su propio beneficio, y mi  incondicional apoyo a todas las mujeres que fueron o son víctimas inocentes que sin desearlo, les tocó vivir un verdadero infierno cuando fueron secuestradas, vendidas, vejadas, violadas, prostituidas, golpeadas y privadas de su libertad. ¡¡Va por ellas!!

Saludos, Miguel.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.