El llamado “Populismo” pese a quien
pese, se está poniendo de moda en gran parte de Europa y ahora se ha establecido en
EEUU con un supuesto presidente al que algunos tachan de populista. Sin
embargo, aquí en España la palabra Populismo tiene otro sentido, por ejemplo;
todo lo que signifique poner en duda o criticar la actuación del gobierno lo
llaman despectivamente “populismo”. Esto es: si por causas más o menos
razonables criticamos a la casta política, es populismo. Si decimos de las
compañías eléctricas, de gas, electricidad o de telefonía que nos venden sus
productos con los precios más caros de Europa y nos roban con el visto bueno
del gobierno, también es populismo. Y no digamos si condenamos la corrupción
política… Lo único que parece cierto es que todos estos politicastros de tres
al cuarto que tanto critican al “populismo”,
posiblemente sean los mismos tipejos que están arruinando al pueblo y que
además puede que estén sobornados por empresas incluidas en el IBEX, que al
parecer son las que verdaderamente mandan. En todo caso no debemos confundir ser
popular con ser populista.
En otro orden de cosas, quiero celebrar
con todos mis lectores, la destreza que ha demostrado nuestro experto político
señor Rajoy en la construcción de su nuevo gabinete para demostrar al pueblo
que tendremos más de lo mismo. Da señales de cambio para seguir igual. Ha
querido dejar bien claro que quien manda aquí es él y le importa una leche la
opinión de los demás. Pone a la señora “de”
Cospedal nada menos que de ministra de Defensa, (que no ha sido
la primera dama en este viaje), pero es significativo que esta
señora que no quiso defender a las personas dependientes de CLM, recortando más
de un millón de euros diarios en Servicios Sociales. El resultado fue que murieron
2.400 personas dependientes durante
su reinado en la Comunidad manchega. Posiblemente en este nuevo mandato no reducirá
presupuestos para dotar de armamento a su ejército, cuyo abastecedor por pura
lógica, será su amigo Morenés. Y como el negocio es el negocio, seguro que su
marido, pese a estar de nuevo bajo sospecha en los tribunales, invertirá en las
compañías del ramo. Hay un refrán castellano que dice… “Algo debe tener el perro cuando se le mantiene”. Algo así debe
pasarle a Rajoy con la Cospedal, porque esta señora, además de ser enemiga de
la verdad, carece de aptitudes; no tiene carisma, corazón ni vergüenza, y siempre
demostró poca lucidez en sus apariciones públicas, pero sin embargo ahí está,
siempre aparece junto a su amo como fiel perrito faldero.
La que parece intocable es la pequeña
Soraya. Esta debe ser una chica lista y ha sabido rodearse de una buena cuadrilla
de abogados del Estado como ella misma. Gente de su plena confianza, que
ejercen el control de su cartera con un esquema que roza lo castrense y lo
sagrado, muy por encima de la dirección natural de Génova.
Otro miembro del nuevo gobierno que no
tiene desperdicio es la nueva ministra de Sanidad perteneciente a la sección
catalana del Pp. que administra una empresa familiar que por lo visto debe a la
Hacienda Pública la nada despreciable cantidad de 2.305.820 euros. Su nombre aparece en la famosa lista de morosos
que publicó en su día el ministro Montoro. Igual ahora la perdona.
Se conoce que Rajoy ha querido rodearse
de buenos asesores. El recién estrenado ministro de Fomento, ex alcalde de
Santander, también anda implicado, según dicen, en un asunto urbanístico nada
claro. Y también dicen las malas lenguas que el nuevo ministro de Energía, que
ya piensa en subirnos la factura de la luz, presume tener un doctorado emitido
por la Universidad de Harvart, que jamás obtuvo. Por lo visto sólo realizó allí
unos “cursillos” de economía.
Esto es lo que hay, y con esto tenemos
que “apañarnos” porque la izquierda anda dividida dando palos al aire buscando
fantasmas del pasado. Si alguna vez quieren volver a gobernar deberán renunciar
a viejos principios que nada significan en la sociedad de hoy.
Saludos, Miguel.
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