Hemos de reconocer que los asesores
genoveses con sus gerifaltes en cabeza, se conocen todas las triquiñuelas
legales y las destinan, no en beneficio del pueblo, no. Solo para favorecer a
sus íntimos; las compañías eléctricas.
Les cuento: el presidente Rajoy quiere
premiar a estas compañías, (malas compañías),
a través de una supuesta “disposición adicional” creada a
propósito en los Presupuestos Generales
para este año, que establece de forma
excepcional y según dice, “previa orden del ministerio del ramo”, que
expresa lo siguiente: “… que los superávits de ingresos provenientes del sistema eléctrico
podrán destinarse al pago de indemnizaciones en ejecución de sentencias
derivadas de normativas del sector eléctrico que deban llevarse a cabo, con
cargo a los Presupuestos Generales del Estado, o con cargo al sistema
eléctrico”.
Según un servidor entiende, esto quiere
decir que el señorito Rajoy utiliza la Ley
de Presupuestos para indemnizar a
las eléctricas por las sentencias judiciales. O sea, que las multas
impuestas por el Tribunal Supremo a
las eléctricas por sus desmanes, las pagaremos los ciudadanos con nuestros
impuestos por orden y aprobación de
nuestro queridísimo Gobierno, que ahora niega lo evidente. Son como buitres carroñeros.
¡¡Cómo
no va a defender a los suyos!! Pretende meter de “tapadillo” mediante otra
de sus artimañas más o menos legales, una ayudita para su gente, que nos puede
costar a los ciudadanos alrededor de 1.000
millones de euros. Todo por asegurarse en un futuro no muy lejano un lugar
privilegiado en cualquier Consejo de Administración.
El asunto de las eléctricas y gobierno
están, según mi entender, de la siguiente manera: Primero se enredaron con
aquello del “déficit tarifario” para tratar de justificar que bajaban la
factura de la luz, aunque pronto se vio que se trataba de otra de sus trampas,
porque según he podido saber, realmente tendremos que pagarlo con sus
correspondientes intereses en un plazo no muy lejano. No satisfechos con esto, destrozaron
el sector eólico y solar, con un incoherente decretazo para aplicar un impuesto
al sol con la única finalidad de asegurar las ganancias de sus amigotes. Ahora,
de prosperar la anteriormente dicha “disposición
adicional”, ésta se revertirá en indemnizaciones para pagar con lo ahorrado
en el déficit tarifario, de esta forma seguirán aumentando sus intereses, y las
eléctricas continuarán ganando dinero sin invertir ni un céntimo en renovar el precario
sistema eléctrico de muchas poblaciones.
Ahora estamos viendo en el “caso Rato”
la política de privatización de las empresas públicas que realizaron los
políticos de la casta pepera para llenarse los bolsillos, sobre todo con aquellas
que son de interés nacional como las eléctricas. Los beneficios que éstas empresas
generan deberían invertirse en el país en vez de ir a los bolsillos de unos
sinvergüenzas miserables, que además de estafarnos nos hacen pagar los
servicios más caros de toda Europa.
Los presupuestos de miseria, exceptuando
las desigualdades esperadas, que jocosamente ha presentado el ministro Montoro
y que celebran los miembros de su clan, vienen a ser tan confusos como si
hubiesen presupuestado 0’60 céntimos
para comprar un kilo de patatas a sabiendas que su coste real es de 1’20 euros. Un incomprensible y
estudiado despropósito que a mi corto entender, para lo único que servirá es para aumentar aún más si cabe, la deuda
pública. Eso sí, para subir los sueldos de sus señorías, y para el Ejército de
la interesada señora “de” Cospedal,
sí hay dinero, que para algo lo han reducido de los presupuestos de Educación y
Sanidad, por citar algunos.
Bueno, y ahora nos toca hacer la Declaración
de la Renta para que no se nos enfade el señorito Montoro y para que toda esta
gentuza siga mamando de la escurrida teta del Estado, con la bendición de la
Iglesia Católica. ¡¡Manda güevos!!
Saludos, Miguel.
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