Los
dirigentes del partido político más corrupto de la historia de España están que
trinan. La miserable arrogancia que los caracteriza no les permite hacer examen
de conciencia para darse cuenta que han terminado un ciclo y culpan de sus
desgracias a los demás y amenazan a los españoles con seguir haciendo el mismo
daño que nos hacían cuando gobernaban. Harán uso de todas las artimañas
conocidas que son muchas, en las que son verdaderos expertos para machacar a
sus enemigos políticos, tratando de demostrar a sus resignados seguidores, que
el trabajo de los nuevos gobernantes es muchísimo peor que el que ellos
realizaban, que ya es decir. Creo que tratarán de impedir con todas sus fuerzas
que España prospere; que la economía mejore, la sanidad, la educación, el paro
y los servicios sociales, y que la nación recupere el respeto y el prestigio
que ellos con su arrogante ineptitud despreciaron.
No
se lo pondrán nada fácil a los socialistas porque intentarán echarlos del
gobierno a cualquier precio, aunque para lograrlo tengan que recurrir otra vez
a su legión de voceros y a los medios de comunicación adictos al régimen para
repetir cada día lo contrario de lo que hagan, sin importarles en absoluto
sacrificar la subsistencia de muchos españoles ajenos a estas luchas
partidistas por el Poder, porque la maldad de estos individuos no tiene
límites; amenazan a los mismos que le ayudaron a desatascar los P.G.E., aún
cuando existían intereses contrarios. Desde su nueva posición, siempre
tendremos la sensación de que sus furibundos voceros estarán criticando
continuamente pero a la inversa, todo lo que ellos hicieron mal.
Ignoro
el futuro del señor M. Rajoy y de sus secuaces, pero por lo que conocemos, le
gusta el mando, le sublima estar en lo más alto de su escala de Poder, por lo
que no hay duda que ya le habrán ofrecido un buen puesto en algún consejo de
administración, porque no creo que vaya a ocupar su plaza de registrador en
Santa Pola.
A
partir de ahora los veremos lamiéndose sus heridas, desde su enrabietada soledad,
poniendo en escena un nuevo papel en que aparecerán más cabreados que nunca
dando palos de ciego en la piñata del gobierno socialista. Los inquietos
ciudadanos estaremos expectantes de los acontecimientos que nos esperan.
Ahora
esperamos que el nuevo presidente trate a los españoles mejor que M. Rajoy lo
hizo, y a nuestra región como realmente se merece en temas tan sensibles para
nosotros, como en la agraviada financiación autonómica, el maltratado pacto del agua, la supresión de las obras del impopular cementerio nuclear, y que la justicia siga aplicando las Leyes a los corruptos que lo merezcan.
Ni
más, ni menos.
Saludos,
Miguel.
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