La señora María Dolores “de” Cospedal García, Presidenta de
Castilla la Mancha y por lo que dicen, acumula tantos cargos como sueldos, fue vetada por la Casa Real el pasado
sábado día 23 de marzo, para que se abstuviera de acudir a la población
ciudarrealeña de Almagro, donde
estuvieron de visita los príncipes de Asturias acompañados por sus hijas.
Esta radical medida fue tomada para impedir que el abucheo de la sociedad que
acompaña a esta dama por donde quiera que vaya, no aturdiera a la ilustre
familia. Por lo visto, la presidenta de esta Comunidad no sólo se gana a pulso
la antipatía de sus paisanos, toda España está en desacuerdo con su
comportamiento político y personal con los ciudadanos por lo que no debe
extrañar a nadie, que a esta señora no le hiciera ninguna gracia el particular desengaño
por vetar su asistencia en Almagro y no poder bacilar junto con los Príncipes, situación
comprometida que ha calificado como “falta
de respeto”. ¡Con la ilusión que le
hacía salir en la misma foto!
Esta señora, además de no tener la menor
dignidad, no entiende que muchos españoles, la mayoría, le tengan tanta ojeriza
y “falta de respeto”, cuando son ella y su comparsa quienes constantemente
avasallan a los ciudadanos.
Creo yo que una “falta de respeto” es
engañar a los ciudadanos con un falso programa electoral para ganar las
elecciones.
Una “falta de respeto” es imponer
recortes por decreto, bajar salarios, y promover el desempleo, mientras ella y
su marido se llenan los bolsillos utilizando todo tipo de artimañas “legales”.
Una “falta de respeto” es alardear que
Castilla la Mancha redujo el déficit en 6 puntos, y callar intencionadamente
que su deuda se incrementó más del 27% del PIB, quedando a un solo punto por encima de la
Comunidad Valenciana que es la más endeudada de España.
Una “falta de respeto” a la ciudadanía es
pretender cerrar 21 Puntos de Atención Continuada en la región, con el
consiguiente peligro para la salud de las poblaciones afectadas.
Una “falta de respeto” es haber logrado que Castilla
la Mancha tenga la renta más baja de España, mientras ella vende hospitales a
empresas privadas gestionadas por su marido, destruyendo una sanidad pública
eficaz.
Una gran “falta de respeto” es aprobar las
instalaciones del cementerio nuclear en su Comunidad, para así poder adjudicar
las obras del mismo a una de las empresas de su marido, así, sin pudor y sin
reparo.
Una “falta de respeto” hacia las
personas mayores, es hacerles pagar las recetas médicas por triplicado, y
abandonar a su suerte a los dependientes.
Una “falta de respeto” es que su marido
utilice en servicio propio el Gabinete Jurídico de la Junta de Comunidades, y
se haya beneficiado de los aparcamientos reservados exclusivamente para los
miembros del Gobierno Regional, situados junto al Palacio de Fuensalida.
Ante tanta falta de respeto a nadie debe
extrañar, y menos a ella aunque no lo admita, que cientos de ciudadanos
cabreados la “humillen” con sus abucheos. Debe entender que es la única forma
de expresión de la ciudadanía que por ahora no han podido eliminar. Al Cesar lo que es del Cesar…
“Cuando un político pierde la vergüenza,
los ciudadanos pierden el respeto”.
Saludos, Miguel.
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