Hay políticos tan falsarios que de tanto
mentir olvidan la regla principal del “mentiroso
compulsivo” y por su mala cabeza son capaces de desperdiciar un buen argumento. Esto debió
sucederle a la señora “de” Cospedal
que tuvo un pequeño lapsus del que no supo salir ni medianamente airosa, por
mucho que después quisiera arreglarlo. Es de suponer que esta “delicada” señora que dice ser abogada
del Estado; que fue Consejera Laboral en la Embajada de España en EEUU, actual Presidenta
de CLM y Secretaria General del Pp., que nos tiene acostumbrados a sus frases
despóticas, expresadas con la prepotente altivez que la identifica, al intentar
justificar el pago de la indemnización de su compañero Bárcenas, se hiciera el bochornoso
lío verbal que ya conocemos. Yo creo que
todo el mundo tuvo la oportunidad de observar su cara deformada al darse cuenta
de la metedura de pata que había tenido, y que finalmente no tuvo más remedio
que explicarnos un novedoso método para rescindir un contrato laboral que llama
“despido retroactivo” acompañado de
una sorprendente compensación económica que ella misma calificó como “indemnización en diferido”, “salario
simulado”, y “finiquito fraccionado”. ¡Ahí
queda eso!
De todas formas no es necesario que se
esfuerce tanto en mentir; los ciudadanos tenemos claro que el Pp. intentó
comprar el silencio de Bárcenas con un salario “fraccionado” de 400.000 euros, y de alguna forma pagar su
complicidad.
Este nuevo procedimiento de suspensión
de contrato no creo que venga recogido por la Ordenanza Laboral, por lo que me
malicio que sin pretenderlo ha utilizado con su camarada Bárcenas un método a
todas luces ilegal. Si bien puede estar tranquila que los fiscales seguro que
no habrán oído nada. No es de extrañar que este personaje la tenga tanta
tirria. Ahora dicen que no sólo este hombre la odia, se ve que esta señora se gana bien a pulso sus enemigos, pero lo cierto es que mantiene su
puesto en Génova con cierta dificultad, ya que de todos es sabido que no se
lleva bien con Sorayita ni con su antiguo jefe y protector Javier Arenas, y el
resto de la cúpula genovesa mira de reojo esperando la oportunidad para saltar
sobre ella.
Sinceramente yo pensaba que estas cosas
no se podían hacer peor, sin embargo confieso mi error: sí que se puede. La
cúpula del Pp. o al menos su cabezas visibles, Rajoy, la Cospedal, el señor Floriano
y Pons el “bombero”, pasando por la simplona
de la Anita, han demostrado lo equivocado que estaba. Por más que intentan
salir del paso mareando la perdiz, acaban
dejando las cosas aún peor. Hasta los diputados de su propio partido se
avergüenzan de la escasa contundencia demostrada en la defensa de este caso,
aunque lo cierto es que no pueden hacer gran cosa porque Bárcenas los tiene bien cogidos por las pelotas. Cómo será de grave
el asunto que hasta tienen miedo de hablar en rueda de prensa por si cometen
otro desliz. Sin embargo, pese a lo difícil del asunto, el problema de los
españoles sigue siendo Rajoy; a este hombre debe darle lo mismo que nuestra economía
esté cada vez peor, no es capaz de tomar ninguna decisión medianamente
positiva, tan solo está pendiente de no
cabrear a Bárcenas para que mantenga cerrada la "caja de Pandora". Viendo el asunto cómo está, es seguro que esa caja debe esconder
secretos inconfesables, que si salieran a la luz sería el principio del fin del
Pp. y creo que más tarde o más temprano deben salir por el bien de España.
Aquí todos tenemos problemas; el Pp.
porque está con la mierda de la corrupción hasta el cuello, el Psoe que es
incapaz de poner orden en sus filas, los demás partidos a la expectativa, pendientes de lo que suceda para sacar provecho en este río revuelto. Mientras tanto, los ciudadanos muy, pero muy
cabreados. ¿Quién se supone que debe arreglar esta situación?
Mal estuvimos con Zapatero, pero… ¿estamos ahora mejor?
Saludos de Miguel
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