Otra vuelta más de rosca para los
jubilados de hoy, y los que alguna vez piensen en jubilarse. ¿Alguna vez nos dejarán vivir tranquilos?
Una de las muchas mentiras que nos contó
el señor Rajoy en las pasadas elecciones, fue su promesa de no tocar las pensiones; las tocó y ahora quiere
retocarlas por la vía de urgencia para que entre en vigor el uno de enero. Con con el apoyo de su gobierno pretende recortar aún más los ingresos del sector más vulnerable de la
sociedad, ingresos de los que hoy dependen no sólo los propios pensionistas,
sino millones de familias desempleadas que sobreviven gracias a las pensiones
de sus padres y empobrece la calidad de vida de las personas que creían tener
derecho a disfrutar de una vejez apacible que habían merecido después de toda
una vida de trabajo. Para los políticos, los
pensionistas sólo somos una incómoda multitud que sólo sabe exigir sus derechos
y únicamente sirven para votar y pagar impuestos. Y todo para contener las
presiones de la patronal y las financieras que son los únicos que ganan con la
crisis.
El gobierno del Pp pretende hacernos
creer que hay dinero suficiente para rescatar al sistema bankario, pero no para
garantizar el estado de bienestar de los jubilados. A todo esto, ¿quién
defiende a los jubilados? ¿Las asociaciones de pensionistas que
reciben subvenciones del gobierno? ¿O acaso los sindicatos que cobran hasta por
gestionar las pensiones? No creo que ninguno de ellos se atreva a plantear
ninguna defensa medianamente efectiva frente al gobierno, supuesto que todos han
demostrado su deshonra al poner precio a su silencio rastreramente. No podemos
olvidar que esta crisis es el maná de los canallas parásitos que además de
inútiles, no quieren entender que muchos jubilados viven al borde de la pobreza.
Más de uno opinará que todo esto pertenece a un plan diseñado
especialmente para provocar un trasvase de fondos hacia los planes de pensiones
privados y de esa forma favorecer aún más a la banka. Simplemente se trata
de crear unas condiciones óptimas para que las grandes compañías de seguros y los
depredadores financieros, se apoderen de los planes privados de pensiones.
Sabemos que las pensiones están muy bien
gestionadas por la SS. Los problemas surgen cuando son los políticos quienes
intervienen. Es entonces cuando el sistema se tambalea como ahora sucede. El
año pasado la caja de reserva para las pensiones había 66.000 millones de euros con un superávit de 12.000 millones de euros que Rajoy hizo desaparecer. Si este dinero
hubiese seguido en el lugar que por Ley debía estar, seguramente nadie hablaría
de problemas. Pero como a estos políticos de bajo perfil no les afecta estas
reformas, entre otras cosas porque seguirán manteniendo su pensión vitalicia,
deberán dar gracias a Dios para que el sol salga únicamente para ellos.
Nosotros, los jubilados somos víctimas
de un sistema social que nos abruma. Los corruptos, la corrupción nos ahoga. La
especulación, la injusticia y la avaricia nos superan, nos hacen padecer un
sinfín de horrores, desgracias y despropósitos. Para estos políticos sin honor
somos una sociedad sucia y con poca esperanza, sin embargo tenemos que decir que si no fuera por estos ladrones
sin conciencia que cobran grandes sueldos, tendríamos una sociedad digna.
Ojalá algún día despertemos de esta
pesadilla, para entonces habrá acabado este sistema injusto y denigrante.
Os saluda un pensionista indignado
llamado
Miguel
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