ESPAÑA CAÑÍ

El Estado de la Nación, diga el señorito Rajoy cuanto quiera decir, está en muy mal estado. Está visto que el Gobierno es incapaz de hacer algo digno de poder lucir en la pancarta de la “Marca España”. La total abolición del Estado de Derecho y de Bienestar, la imposición de la Ley Wert, la privatización de hospitales y de la enseñanza, sin olvidar la Ley “mordaza”, la de Transparencia, la Hipotecaria, la de Costas, la de Dependencia, la Ley de Seguridad Privada, ahora la del Aborto y alguna más que en este momento no recuerdo, que deberían ser pilares básicos del Estado de Derecho como establece la Constitución, están siendo pisoteados por unos políticos reaccionarios y resentidos a la par que deshonestos que solo piensan en llenarse cuanto antes los bolsillos a costa de los ciudadanos honrados. Sólo ellos son culpables de que los españoles vivamos en un basurero moral donde todo está permitido porque gracias a sus corruptos manejos, han logrado contaminar las instituciones fundamentales de la convivencia pacífica española. No pensemos que esta situación va a mejorar por sí misma, de eso nada. El país necesita una renovación política, estatutaria y jurídica completa donde haya menos diputados, ningún senador, menos consejeros, menos directores generales, menos delegaciones, menos concejales y menos coches oficiales, tal vez así sería posible salir del terrible problema donde nos metieron. Mientras que esta situación no cambie debemos luchar por nosotros mismos y por nuestras familias, porque nadie, y me refiero a ningún partido político, hará nada para evitarlo. Los partidos se han instalado dentro o alrededor del poder y solo les preocupa su propio bolsillo, lo que alguien llamaba con acierto “mamandurria”. Llevarse dinerito fresco a diario, sueldos, dietas, comisiones, etc. forma parte de su falsa moral.

Si con esto no hubiera bastante, echemos un vistazo al actual modelo Autonómico. Hemos visto que este sistema ha propiciado que los reyezuelos independentistas con libertad para el despilfarro, en este reino de Taifas, estén saqueando al pueblo a base de subir impuestos al tiempo que reducen derechos. Por poner un ejemplo voy a referirme al tema de la Sanidad en Castilla La Mancha. En esta comunidad hay algo que no termina de encajar, veamos:

En referencia a la Sanidad, hace un par de años Castilla La Mancha era una de las mejores de España. Hoy sin embargo, es comparable con la de cualquier país tercermundista. Aquí solo cabe una lectura: que nuestra Sanidad está siendo lapidada ante nuestros ojos sin que nadie haga nada por evitarlo. Esto no sucede porque sí, corresponde a una elaborada estrategia partidista que escudándose en su mayoría, trata de hundir los servicios sanitarios hasta que el propio ciudadano asimile por sí mismo que realmente es un servicio insuficiente y no ponga demasiados impedimentos cuando haya que “venderla” a algún amiguete del partido con el engaño de “tenemos que mejorar el servicio”. Pese a todo, para evitar interferencias y acabar de una vez con la “marea blanca”, la señora “de” Cospedal García, conocida como doña “Finiquito”, ha prohibido el uso de la bata blanca en las manifestaciones y ha ordenado retirar del servicio de urgencias los formularios para quejas, sugerencias y reclamaciones sin tener en cuenta una vez más el derecho de los ciudadanos. ¡Con razón publican que “ha bajado el número de reclamaciones”! Todo cuanto se pueda decir de esta señora es mucho y malo. No se conforma con hacer la vida difícil a los manchegos, además quiere nuestra sangre, deberían desterrarla para siempre de la región. El odio que esta mujer debe sentir con la tierra que la vio nacer, nada tiene que ver con su incompetencia, lo suyo es pura maldad. ¿Cómo una persona puede generar tanto fanatismo?

Hace tiempo que el gobierno regional de Castilla La Mancha tiene la idea de privatizar varios hospitales, y trabajan desde dentro para provocar el total desplome del servicio sanitario. Con la excusa de reducir la lista de espera que ellos mismos han estimulado cerrando plantas y quirófanos, y despidiendo al personal sanitario, están derivando pacientes a clínicas privadas de otras comunidades. Para ratificar estas palabras, daré datos confirmados: sólo en Albacete hay una lista de espera para una simple resonancia magnética de dos años cuando antes era menor a tres meses, y han desviado a sanatorios externos a 150 pacientes de neurocirugía.

Por favor… ¿Alguien puede parar esta sangría social?

Saludos, Miguel