A estas alturas no descubro nada nuevo cuando
digo que algunos partidos políticos utilizan como propaganda los mismos
argumentos de difusión que ideó el nazi Joseph Goebbles en las campañas de difamación
y exaltación emitidas por los medios de comunicación atrapadas por un sistema
de manipulación, extorsión y chantaje, manejado desde el poder.
Esta norma explica en el punto llamado “Principio de Orquestación” divulgado
por la propaganda nazi que… “Si una mentira se repite incansablemente, presentadas
una y otra vez desde diferentes perspectivas sin fisuras ni dudas, acaba por
convertirse en verdad”.
Este aspecto de propaganda fascista,
actualmente es utilizado por todos los dictadores mundiales y aunque haya gente
que lo ponga en duda, continúa vigente en España con el Pp. que lidera Rajoy. Sin
olvidar por supuesto, que las religiones han utilizado el mismo credo a lo
largo de la historia manipulando y engañando a sus creyentes hasta convertirlos
en los fanáticos desesperados que hoy vemos repartidos por el mundo.
Es regla frecuente en los políticos, que
cuando carecen de conceptos lógicos en sus declaraciones públicas, necesitan
para salir medio airosos del aprieto recurrir a la mentira, embrollar y desviar
la atención del tema principal hacia el lugar que a ellos les interesa para que
los ciudadanos confundidos miren hacia otro lado. Este sistema siempre ha
funcionado, de hecho nosotros, el
pueblo, aún no hemos reaccionado ante el flagrante robo de nuestros derechos y
nuestro dinero.
Rajoy no es ajeno a los principios
hitlerianos, de hecho ya escribió una proclama en el diario gallego “El
Faro de Vigo”,
cuando era Comisario de Alianza Popular con Fraga, allá en el año 1.983, (aunque
no consta en su currículo porque se avergüenza de esa etapa),
defendiendo la “Supremacía de las Estirpes Genéticas”, refiriéndose a los
elegidos de la casta fascista de su partido. En realidad esta fue siempre su actitud,
estos impresentables personajes se creen superiores a los demás mortales y debido
a esa creencia, para ellos, el resto de las personas como seres inferiores,
debemos estar a su servicio; comeremos de lo que ellos quieran darnos, nuestros
hijos recibirán la educación que ellos decidan darles para adiestrarlos,
fijarán el salario mínimo para los padres, castigarán el ahorro con bajos
intereses y altos impuestos, y penalizarán a todos los que manifiesten lo
contrario.
¿Os
suena de algo?
Muchos ciudadanos cabreados opinamos que
los políticos de la casta no sólo han perdido los papeles, hace tiempo que
también perdieron la vergüenza; piensan que están en el poder para ser
servidos. Esta primitiva mentalidad conservadora debe ser erradicada de una vez por todas para que se enteren de
una puñetera vez que son los políticos quienes deben servir al pueblo, porque
viven gracias al pueblo que los mantiene. Sólo se sirven de la “supremacía” de la que tanto presumen
para saquear el país y cabrear a los ciudadanos.
La cuestión final es que este sistema
que se han montado, al que pomposamente llaman democracia, les está permitiendo
vender el país a precio de saldo. Han hecho de nuestro país un producto fácil para
los depredadores financieros y a los ciudadanos, trabajadores autómatas que
deben alcanzar el máximo beneficio por
600 miserables euros mensuales, mientras ellos, refugiados en su sistema capitalista,
se permiten vivir a cuerpo de rey. Se cubren con la bandera de España, la misma
que los ciudadanos honestos llevamos en el corazón y ellos, gentuza indeseable,
llevan en la cartera.
Por vergüenza torera voy a omitir en
esta ocasión unos cuantos calificativos. Los de mi “estirpe” somos así de
generosos.
Últimamente estamos siendo testigos del
vergonzoso deterioro político que nos ofrecen nuestros parlamentarios desde el
Congreso de los Diputados. Me recuerda al Club de la Comedia.
Saludos, Miguel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.