Después de casi un año sin gobierno, dos
elecciones y otras tantas investiduras fallidas con el esperado batacazo de
Rajoy, hemos visto que el asunto de los
pactos entre partidos políticos no es nada fácil aunque tampoco imposible: es
cuestión de responsabilidad, visión de Estado y dejar a un lado los intereses
partidistas, puesto que aún hay varias alternativas posibles entre Psoe – C,s –
UP. Y si hicieran falta aún quedan los partidos Nacionalistas, ya que España
necesita un gobierno progresista y de cambios con el propósito de echar de una
vez por todas al Pp. a las cloacas de donde nunca debieron salir, y es el único
lugar que han ganado el derecho a regresar.
Debo confesar que me faltan
calificativos para dirigirme al mequetrefe manipulador de Rajoy, que cuando gozaba
de mayoría absoluta en el congreso disfrutaba despreciando al contrario y sus
opiniones, añadiendo el ultraje autoritario hacia los ciudadanos. Ahora, y pese
a gobernar en “funciones”, parece no haber cambiado de táctica: fue una
vergüenza la humillación pública que realizaron sus secuaces en el Congreso
sobre sus, hasta entonces aliados políticos de C,s que apoyaban su investidura
después de tratarlos como títeres, riéndose con descaro de sus representantes
mientras arreglaban unos pactos que solo a ellos beneficiaban y como hemos podido
comprobar después, jamás pensaban cumplir. Y como la inmoralidad manifiesta del
Pp. no conoce límites y puestos a imponer su autoridad como una venganza pobre,
proponen al ex ministro Soria, digno sucesor de Rato, como director ejecutivo del
Banco Mundial, aunque peor hubiera sido si hubieran ofrecido el puesto a Rita
Barberá. También es lamentable la desfachatez de la ministra de Agricultura que
por lo visto quiere mandar como representante a un Congreso Europeo a uno de
los implicados en la trama Acuamed y que además está cesado por el juez para
ejercer ningún cargo público. Así es como el Pp. premia a los miembros de su
banda. Actúan como unos insaciables ventajistas que se aprovechan del
desgobierno actual sin reparo alguno.
Pese a todo, en España parece ser que no
tenemos ningún problema con los partidos políticos, puesto que es conocido que
ellos van a lo suyo sin importarles nada la opinión pública. El problema en sí está
dentro de la misma sociedad que se deja engañar con discursos partidistas oportunistas,
demagógicos y retorcidos de quienes manipulan a unos ciudadanos despojados de
cultura democrática real, que algunos llaman “la manipulación de los necios”. Lo cierto es que los verdaderos
beneficiados de la política de Rajoy son sus seguidores, los banqueros y los
empresarios que se están llenando los bolsillos a costa del resto de los
ciudadanos. Aunque según dicen, en Octubre veremos desfilar por los juzgados a
los amigos, simpatizantes y colaboradores del Pp. cuando sean llamados a
declarar por las decenas de causas abiertas por los juzgados de toda España. Al
final Rajoy se saldrá con la suya: pasará a la historia por haber sido el
primer presidente del gobierno español acusado de corrupción.
Para terminar diré que necesitamos leyes
que pongan fin a la corrupción, que impidan las puertas giratorias, que
favorezcan la transparencia y la participación ciudadana más allá de los
cambalaches partidistas, y para lograr esta utopía hay que acabar primero con
las políticas del clientelismo. Amén.
Saludos, Miguel.
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