miércoles, 1 de noviembre de 2017

LA CORRUPCIÓN QUE NO CESA



La corrupción vacía las arcas del Estado. Los políticos nos roban las reservas para financiar los servicios y prestaciones sociales de los ciudadanos. Es algo parecido a un impuesto que no se define ni se presupuesta como tal, pero que a cada españolito nos cuesta algo más de 500 euros al año para reponer los más de 90 millones de euros defraudados de las arcas públicas que destruyen lentamente nuestro estado del bienestar.
Ante esto, nuestros políticos siempre encuentran excusas para desviar la atención del personal hacia el lado que más les interesa. Quien maneja el negocio de la corrupción, según dicen algunos fiscales, es el Partido Popular, ayudado por los medios de comunicación a su servicio, donde la mayoría de sus políticos han estado, están y estarán imputados por la justicia. Pero todo tiene un límite porque pudiera ser que cualquier día los votantes de este partido abrieran los ojos y vieran lo que sucede a su alrededor y eligieran otro partido donde no valga la estrategia de mirar hacia otro lado o esperar a que caiga la fruta madura.
Es particularmente interesante, que a esta “casta” de parásitos saqueadores no les guste dejar el Poder, y traten de asustar a la gente con cualquier pretexto, porque al fondo ven el final de su dictadura. Aunque creo que ni derrotándolos en las urnas será posible acabar con la corrupción, porque el sistema capitalista que nos impusieron es un sistema corrupto en su propio origen ya que para ellos, lo importante es acumular cuanto más capital, mejor. No importa el cómo ni a costa de qué, puesto que para eso hacen las leyes según sus propios intereses. Pueden robar, estafar, expropiar, extorsionar… que a nadie se le pide cuentas, han tomado la “honrosa” actividad de la política como sinónimo de corrupción. Y ante este estado de cosas no cabe otra solución que instaurar una auténtica Ley de Transparencia que acompañen asignaturas obligatorias en la educación sobre honestidad, ética y solidaridad, ya que la “ley de transparencia” que introdujo el gobierno del Pp. no sirve para nada. Como prueba evidente tenemos a Rajoy y su comparsa metidos hasta el cuello en la corrupción, y ahí están ajenos a las críticas como quien oye llover.
Lo cierto es que el partido que nos gobierna está imputado por corrupción y ya no se preocupan siquiera de guardar las formas. El pueblo les culpa de provocar los interminables recortes, de causar un nivel de paro insoportable; saturación y falta de camas en los hospitales, la deuda soberana imparable, emigración masiva, cuatro millones de personas por debajo del umbral de la pobreza, cientos de niños con serios problemas de nutrición, miles de familias a quienes les arrebataron sus casas… y ellos ni se inmutan. Esta es la verdad que tenemos en España.
Sabemos que no hay dinero suficiente para Sanidad, ni para Educación, ni para Asuntos Sociales porque se lo llevan a manos llenas, en cambio hay millones de euros para gastarlos en aeropuertos sin aviones, autopistas sin coches, vías de alta velocidad por donde apenas pasan trenes… etc. esto tiene un nombre. Se llama despilfarro y malversación de dinero público con el propósito de obtener comisiones multimillonarias.
No es por enaltecer al personal, pero creo que los ciudadanos honrados que pagamos nuestros impuestos para mantener la ley y el orden dentro y fuera de las instituciones españolas, podríamos aprovechar las circunstancias para vencer nuestra natural cobardía y salir a la calle para defender nuestro incierto futuro. Porque visto lo visto cabe preguntarse… ¿Cuál será el futuro político y social de nuestro país?


Saludos, Miguel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.