No sé si a vosotros os ha pasado lo
mismo, a mí me ha dejado boquiabierto porque ciertamente nadie esperaba la
dimisión de Esperanza Aguirre, y quien diga lo contrario miente como un bellaco.
¿Quién podía esperar que la señora presidenta, después de tanto trabajar para
llevar un trozo de las Vegas a Madrid, hiciera tal cosa?
En el momento de conocer la noticia,
pensé que sería consecuencia de un dictamen médico que le aconsejaba tomar esta
decisión a causa de su enfermedad, aunque os aseguro que prestando atención a
sus palabras y posteriormente leyendo la transcripción literal de las mismas,
en ningún momento relaciona su dimisión con el cáncer de mama que padeció y que
ella misma había asegurado que estaba totalmente superado. No obstante si la causa de
su renuncia a la presidencia de la comunidad de Madrid estuviera motivada por
un agravamiento de su enfermedad, sería una gran pérdida para los madrileños.
Ciertamente nadie excepto ella misma, puede especular con esta extraordinaria
decisión.
Tampoco puedo creer que se haya ido
porque gana poco. Hace unos meses expuso sin ningún pudor ante los medios de
comunicación que… “No tener pagas extras
me tiene mártir, las he tenido toda mi vida y las echo de menos en Navidad y en
verano. No es que haga números a fin de mes, ¡es que muchas veces no llego!”
¡Qué cínica revelación! Esta señora
afirma no llegar a fin de mes cobrando un sueldo de 8.395’24 euros mensuales. Ante esta insólita declaración yo me
pregunto… ¿qué milagros podrá hacer un
parado cobrando poco más de 400 euros?
Esta dimisión a medias, resulta como
poco algo… sospechosa, ya que compañeros de su propio partido hablan de “diferencias con Rajoy”. Otros analistas
sin embargo, opinan que su partido la está reservando como suplente de “Marianico
el Breve”. Esta señora se ha
convertido de la noche a la mañana en la
gran esperanza de la derecha española,
¿alguien duda al respecto? Esta gran dama no hace las cosas por el simple hecho
de hacerlas y sabe manejar los tiempos como nadie. Todos conocemos sus discursos
populistas, no obstante, cuando dice o hace algo importante es porque quiere
hacerlo y sabe que tiene la espalda bien cubierta, y ningún periodista o
persona allegada de su reducido círculo, o en la periferia del mismo, se
atreverá a especular por su cuenta por temor a las consecuencias. Sólo los que
no tenemos nada que ganar, (ni perder), sabiendo
que hoy por hoy nos ampara el artículo 20 de la Constitución, nos atrevemos a
decir lo que pensamos sin más.
Si nos detenemos un momento para analizar
esta insólita situación, veremos que después de las elecciones gallegas y
vascas que se celebrarán el próximo mes
de octubre, Rajoy se verá obligado por
las circunstancias o por las órdenes de la Merkel a extender aún más los
recortes más allá de lo deseable, que por lo que se ve aún tiene margen para
hacerlo (¿), y una vez llegados a esta situación muchas de las empresas que se
mantienen operativas de milagro, se verán obligadas a cerrar por falta de
financiación, el paro se disparará de nuevo aumentando sus filas en un número
incalculable, subirá el déficit, bajarán las ventas y crecerá la indignación
contra Rajoy y su gobierno de ineptos que están bailando en la cuerda floja y les será muy
difícil seguir encaramados en la falsedad por más tiempo. En estas
circunstancias es seguro que se abrirá una crisis en el gobierno.
Entonces será
cuando aparezca una persona con suficiente carisma para sustituir a “Marianico el Breve” sin tener que preocuparse en convocar
elecciones. Una señora con natural temperamento. La esperanza del PP, no es otra que Esperanza Aguirre.
Hace unos días publiqué que de Rajoy no
se comería el turrón en la Moncloa y que no saldría por la puerta principal.
Continúo con mi pronóstico.
Os saluda, Miguel.
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