Me malicio que ya quedarán pocas dudas
para poder asegurar sin temor a equivocarse de la verdadera tendencia política
del clan genovés. Aquello que nos vendieron como democracia para olvidar los
cuarenta años de dictadura, solo fue un cambio simulado para seguir igual. Los
que agotaron el tiempo y la ocasión para corregir el instinto fascista de la
derecha perdieron su oportunidad porque les cegó el brillo del dinero y el poder,
ahora ha llegado el turno de recoger lo que ellos mismos sembraron.
La mal llamada transición fue solo un traspaso hacia otro sistema político
claramente marcado por el bipartidismo y gobiernos alternativos cubiertos hasta
el cuello por la corrupción. Aquí nunca hubo transición hacia la democracia, ni
nada parecido, sino ambiguos lavados de imagen para publicar un modelo de
capitalismo y un falso país en el que esperaba su oportunidad el totalitarismo
de una supuesta monarquía estilista.
De los primeros presidentes de la
“democracia”, poco voy a decir porque hicieron cuanto pudieron manipulados como marionetas de feria por sus
propios camaradas y sus creencias.
El primer presidente socialista, Felipe
González, que retuvo el poder durante catorce años, tuvo la oportunidad de
poner las cosas en el sitio que realmente correspondía pero le faltaron
arrestos, estuvo demasiado implicado en numerosos casos de corrupción y en los
crímenes del Gal. Su repugnante enriquecimiento ilícito y el de sus
colaboradores, facilitaron la llegada al poder del peor presidente de la
historia de España, un títere demasiado sumiso al imperio “made in usa “como fue Aznar, que provocó el mayor atentado de la
historia de España.
Los regímenes de Zapatero y el actual de
Rajoy, tampoco están libres de escándalos por enriquecimiento ilegal, al
contrario. Uno por defecto y el otro por efecto. En medio de esta profunda
crisis financiera, Rajoy no ha hecho otra cosa que indignar a los ciudadanos
imponiendo más represión, más recortes sociales, los desahucios, y la Ley
Mordaza que limitan nuestros derechos y libertades, mientras los representantes
de su Gobierno, los banqueros y los grandes empresarios se llenan los bolsillos
con dinero público, y ahora nos enteramos, aunque estaba en boca de todos, que el
Pp. se financian con dinero negro desde los tiempos de Alianza Popular con
Hernández Mancha. ¿Hay justicia?
Pero ahí no queda el asunto, la Casa
Real también está enredada en esta corrupción sin escrúpulos que impera a sus
anchas por nuestro país como un cáncer terminal que solo se podrá eliminar con
una transición real que nos lleve hacia una verdadera democracia que hasta
ahora no se ha realizado. Mientras esto no suceda España seguirá tomada y
saqueada con el visto bueno de los representantes del pueblo.
Así son las cosas, y así las cuento.
Saludos, Miguel.
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