La degradación del sistema político
actual parece no tener fin. Por lo que estamos viendo ningún partido político
está dispuesto a devolver la soberanía a los ciudadanos a través del control democrático
de sus representantes y establecer la separación de poderes para acabar de una
vez para siempre con la corrupción política nacional que ha postrado al país en
la más absoluta miseria. Pero... ¿habrá algún
partido político que sea capaz de realizar el deseo de millones de ciudadanos?
No podemos olvidar que este país está
necesitado de una purga democrática que nos haga olvidar el fracaso de las
viejas políticas estimuladas por los partidos “de siempre” Pp&Psoe, que después de tantos
años en el poder continúan peleando por ver cuál de ellos se apodera de nuevo del
gobierno para seguir mangoneando, como si no existiera nadie más para
repartirse el dinero de nuestros impuestos. Más les valdría pensar en los ciudadanos que sufrimos sus desmadres
porque España necesita nuevas y bien fundamentadas ideas para dirigir esta
nación en el siglo que nos ha tocado vivir.
A estas alturas del camino “democrático”,
cualquier españolito medianamente informado, habrá podido comprobar que desde
la mutación fascista-demócrata, los partidos políticos mayoritarios se han
convertido, al menos en apariencia, en algo parecido a una asociación de
malhechores, (léase
Mafia a la española), que sin apenas oposición han saqueado
el país y junto con la iglesia católica están liquidando nuestro patrimonio.
Por si esto no es suficiente, ahora según parece, están utilizando las empresas
públicas en su propio beneficio. Y todavía pretenden que creamos que gobiernan
por “la
unidad de España”.
Mientras los partidos políticos acuerdan
cuál de ellos debe ocupar el sillón de la Moncloa, las grandes empresas,
huérfanas de licitaciones estatales entregadas a “dedo”,
(léase favores políticos), andan perdidas “como perro sin amo” buscando quien las
saque del problema en que se encuentran. Cuando hablo de grandes empresas, me
estoy refiriendo a Abengoa, Sacyr, FCC, OHL, etc., que vivían gracias a las
obras que obtenían de su amiguetes políticos que las adjudicaban en el
transcurso de cacerías, partidas de golf, y apetitosas comilonas, a cambio de
suculentas sumas de dinero transferidas a sus cuentas privadas.
Por
desgracia estamos en un país que sobrevive en una situación más propia del peor
estado subdesarrollado, y aquí no se mueve nadie.
Esto lo digo porque, según dicen las malas lenguas, el rey saliente cobraba
grandes comisiones por sus servicios; presidentes de CCAA, ministros, tesoreros,
secretarios y abogados del Estado, directores, alcaldes y concejales están imputados,
investigados, o directamente detenidos, incluso el partido en el gobierno, por
muy alto que berreen sus voceros, también está imputado. ¿Alguien da más?
Estos políticos deshonestos y
desvergonzados, no merecen otra cosa que estar encarcelados por sus fechorías. Los ciudadanos pagamos nuestros impuestos
entre otras cosas, para poder vivir tranquilos en una sociedad libre, y para
que los delincuentes sean detenidos, juzgados y encarcelados conforme a la Ley.
¡Qué lástima de país!
Con razón decía la señora “de”
Cospedal aquello que… “hemos trabajado
mucho para saquear España”.
¡Y vaya si lo han conseguido!
Saludos, Miguel.
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