Este bloguero principiante ha encontrado
por casualidad, bueno, a decir verdad no ha sido del todo casual porque ya
había oído algún que otro comentario de esos que suelen salir de las tertulias
políticas, (o sea, en las tascas que frecuento). La cuestión es que esta calurosa tarde
estival me he puesto a investigar por la red y en efecto he podido encontrar
la respuesta que al principio me pareció un más que dudoso comentario
partidista y quiero compartirlo con vosotros.
Os contaré: damos por supuesto que los machacados
ciudadanos manchegos con esto de la crisis y gracias a los desacertados
desajustes de nuestro “queridísimo” señor Rajoy y su caterva de ministros
incompetentes, estamos con el agua hasta el cuello, otros están haciendo “glu…
glu… glu…” y otros muchos ya se han ahogado.
Sin embargo, como no podía ser de otra forma, los hay que no solo saben nadar y
guardar la ropa, no solo la suya, también la nuestra, porque hace tiempo que algunos
están en “pelotica picá”.
Esto viene porque una señora que siempre
encuentra ocasión de despotricar contra la herencia
que ha recibido, o sea, la presidenta de Castilla La Mancha, doña María Dolores “de” Cospedal García, (en la actualidad ocupada en vender
hospitales a sus colegas y cerrar colegios), no hace mucho se compró junto
con su marido (faltaba más), una mansión construida en una parcela
grande, (según donde busques puede
variar de 9.000 a 12.000 metros cuadrados), situada en una exclusiva zona toledana conocida por el nombre de “Los Cigarrales”, valorada en 2,5
millones de euros. Realmente esto no es mucho dinero para un matrimonio bien “colocao” que cobra muchísimos miles de euros
todos los meses gracias a los altos cargos que ocupan.
Hasta aquí todo parece ser más o menos normal
(¿), la verdadera noticia sale a la luz en el momento que una empresa
valenciana (qué casualidad), dedicada
a la construcción de grandes obras, comienza a recubrir y reforzar el muro que
rodea la mansión; renovar los cuartos de baño, la instalación eléctrica y la
fontanería. Construye a la entrada de la propiedad una garita de vigilancia
para los policías nacionales que protegerán la noble estancia, dotada de
cámaras y alarmas para controlar los accesos… etc., o sea que se ha construido
un bunker, una mansión acorazada, vamos. Todo
con un permiso de obra menor expedido
por el ayuntamiento de Toledo que según he sabido, solo permite retejar.
No estoy seguro que sea cierto, pero he leído
que a esta empresa le han adjudicado obras
sin concurso previo, y además fue
beneficiada con otras como la Facultad
de Medicina de Albacete, la autovía IV Centenario, y el mantenimiento y
limpieza de los edificios públicos. Así mismo, esta empresa recibió
contratos públicos en CLM por valor de 676.000 euros. Que yo sepa, la última
obra se la adjudicaron el pasado mes de abril por valor de 319.897 euros.
No
sé si también a vosotros os llega un ligero tufillo a chamusquina.
Arción
es el nombre de la empresa que ha rehabilitado el bunker toledano de nuestra
presidenta y ejecuta obras para su gobierno. A pesar de ello nadie se atreve a
denunciarlo públicamente, ni los socialistas toledanos se han atrevido. No dejo
de preguntarme, ¿por qué será?
Partidos de la oposición, sindicatos y
algunos funcionarios indignados, aseguran en voz baja que en nuestra región perdemos
cada día más derechos. Desde que la Cospedal accedió a la presidencia de la
Junta, según dicen, estamos perdiendo
calidad democrática, incluso la libertad de expresión está siendo cuestionada.
Aunque yo creo que esto va en los genes de los llamados “conservadores genoveses”. Creíamos que los tiempos de la censura
fascista, con la democracia se había terminado, pero se ve que no, el espíritu
represivo de la dictadura ni mucho menos estaba acabado, tan solo estaba aletargado
esperando su oportunidad. Las cosas que están sucediendo nos demuestran que
sigue tan vivo como lo estuvo en otro tiempo. Estas cosas son consecuencias de
las mayorías absolutas.
¿Os
dais cuenta lo que esto significa?
Está
claro que mientras nadie se oponga seriamente seguirán adelante con su represión.
Pese a lo anteriormente dicho, he de
señalar que no todo lo que hace nuestra paisana está mal hecho, en escasas
ocasiones también acierta: nos ha
anunciado el fin de las embajadas autonómicas con el objetivo de ahorrar
costes a nuestra maltrecha economía. Aunque me malicio que esta señora debe ser
algo lenta de reflejos, lo digo porque ha tardado más de un año en darse cuenta
del despilfarro que suponía mantener abiertas esas cinco embajadas, aunque es
comprensible puesto que los selectos cargos que ejerce nuestra presidenta deben
mantenerla alejada de nuestra comunidad y de todo lo que realmente sucede en
ella, pero como dice el refrán… “más vale tarde que nunca”.
Y nosotros, “fieles vasallos”, seguiremos callados y sumisos, mientras ella y
sus “palmeros” cierran colegios,
centros de salud, vende hospitales, despide funcionarios, médicos, enfermeros…
etc., etc., etc.
Hasta la próxima os saluda, Miguel
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