viernes, 13 de julio de 2012

SIN REMEDIO





No creo que sea posible hacer las cosas peor. Estoy seguro que Rajoy debe tener asesores, muchos y malos y todos juntos deben odiar a la clase trabajadora, a toda. Bueno, a toda… no creo, solo a quienes pertenezcan a un grupo diferente al suyo que deben ser todos excepto los mangantes, perdón quise decir magnates podridos de dinero, los grandes evasores de impuestos y capital, y la clase política que cobran por defenderlos. Los que estuvieron en el ámbito de la llamada “clase media”, nunca antes cayeron tan bajo, pongamos por ejemplo, a los funcionarios. Esas personas que no hace mucho nos miraban por encima del hombro con aires de superioridad, ahora ven cómo pierden al mismo tiempo el dinero que les corresponde y la categoría que dejaron tener. Al día de hoy, cuando les han tocado de nuevo el bolsillo, maldicen a  quienes antes veneraban. Aquí tengo mis dudas, ¿de verdad van a ser capaces de quitarles la paga de Navidad a los médicos, bomberos, la Guardia Civil, a la Policía, a los Militares? O se trata solo de los chupatintas pusilánimes que ponen la otra mejilla para que le den más. Porque estos, aunque digan lo que quieran decir, que están en su derecho, terminarán aguantando como los demás y esperarán a que afloje el temporal y cuando se acerquen las próximas elecciones y parte del dinero que les quitaron regrese a sus bolsillos volverán a confiar en ellos. Siempre ha sido así.

El señor Rajoy también ha castigado a los parados  por no encontrar trabajo, ¡manda güevos! Hasta para esto es incompetente, como si no supiera que en España cada día cierran más empresas que a su vez tienen que despedir más obreros. ¿Dónde se informa este hombre? Señor Rajoy, estérese de una puñetera vez que aquí nadie tiene trabajo excepto los mangantes y unas poquitas personas honradas. Usted no tiene consideración ni pizca de vergüenza. Otra cosa que me indigna es que mientras usted recitaba su estudiado discurso, con una fingida apariencia enérgica que carece, (se le notaba tenso y alterado), sus acólitos ¡sonreían y aplaudían sus soflamas como si hubiera ganado una gran batalla! ¡Qué poca dignidad tienen ustedes! Por si teníamos dudas de quienes dirigen el cotarro, el señor Rubalcaba apoyó públicamente sus “sabias” decisiones contra los indefensos ciudadanos. No soy ningún experto en temas económicos, pero está claro que en estas reformas el único motivo que se ve es destrozar el Estado de Bienestar de los españoles. Hasta el propio Rajoy y su cuadrilla de ineptos saben que estas reformas llevan a nuestra Nación a la miseria, sin embargo prefieren mortificar a los resignados ciudadanos antes que dejar que vengan otros a manipular su feudo. Deben saber, y estoy seguro que saben, que el efecto inmediato de esta tanda de crueles ajustes será una fuerte y rápida caída del consumo que a su vez provocará  con extraordinaria rapidez una gran represión económica y en consecuencia le seguirá la caída de ingresos al Estado, y vuelta a empezar. Caemos sin remedio, por lo que debemos prepararnos para resistir otro saqueo a los bolsillos de los pequeños contribuyentes, o sea, a los trabajadores y al pequeño ahorrador, porque los ricos, la Iglesia Católica y la Casa Real están exentos. Mireusté.

Tiemblo al pensar que cuando entre en vigor la anunciada subida del IVA, comenzará un desfile masivo de trabajadores de todos los sectores hacia la oficina del paro, las empresas caerán una tras otra como fichas de dominó, las primas y los intereses financieros seguirán subiendo, y el gobierno seguirá predicando que España va bien. ¡Y una mierda señor Rajoy!

Siento no tener cuarenta años menos para estar en las calles con los indignados, ¡lo juro!

Miguel




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