viernes, 27 de julio de 2012

DESCONFIANZA



La mayoría de los españoles, incluidos los fundamentalistas del PP que piensan no solo en la salvación terrenal que tienen más o menos segura, si no en la eterna que hasta ellos dudan, ya no se fían de nadie ni siquiera del gobierno que votaron. A estas alturas temen como los demás que lo peor está por llegar. Con el paso de los días hemos podido comprobar que este gobierno carece de muchas cosas, entre ellas necesita coraje y decisión. No tiene iniciativa alguna, solo hace las cosas que le ordenan desde Bruselas y ellos, cobardes y sumisos aquí nos las imponen sin valorar las consecuencias que generalmente conlleva y así nos va. No quieren darse cuenta que el sistema capitalista ha  llegado a su fin, por mucho que lo defiendan es un método fracasado.

En los años que llevamos en democracia los políticos sólo han pensado en la forma más rápida de financiar su propio partido y con las sobras llenar sus bolsillos. Estuvieron tan ocupados en estos menesteres que olvidaron establecer las bases para lograr una economía fuerte y segura. Ningún político merece el escaño que ocupa, absolutamente NINGUNO ha elevado la voz para pedir para ellos una seria reducción salarial real, equivalente a la que nos han hecho a nosotros. Se gastaron nuestros impuestos en inútiles obras faraónicas en vez de invertirlos en mejorar la  Industria, modernizar la Agricultura, innovar la Ciencia, la Cultura, sin olvidar la salud pública.

Dicen que el señor Rajoy tiene a su servicio alrededor de 670 consejeros, casi sesenta más que Zapatero. Somos muchos ciudadanos los que nos preguntamos qué será mejor ¿la cantidad o la calidad? Lo cierto es que entre tantos asesores no se ponen de acuerdo para conseguir frenar esta hecatombe. Sabemos que es imposible contentar a todos los españoles, pero hasta la fecha los únicos que están contentos son los buitres carroñeros que manejan los mercados financieros.

No hace falta ser economista para saber que para ahorrar es necesario reducir gastos, no ir por lo fácil aumentando impuestos que al final lo único que incrementa son las cifras del paro. Por ejemplo se ahorraría eliminando cargos públicos puestos a dedo; Secretarías y Subsecretarías de Estado, Delegados y Subdelegados del gobierno, directores generales, ejecutivos del sector público, directores de gabinetes. El Senado al completo, Diputaciones, agrupar ayuntamientos menores de 10.000 habitantes para eliminar concejalías, cancelar los compromisos del ejército en el extranjero que tanto nos cuesta mantener, seleccionar subvenciones, retirar privilegios a los ricos, a la Casa Real, y que la Iglesia Católica aporte al fisco lo que corresponda como hacemos los demás, (quien quiera iglesia que la pague). Hay un largo etc., que puede aportar más que suficiente en vez de estar mendigando unos euros por Europa. En vez de salir en auxilio de la banka que es la culpable de nuestros males, hay que ayudar a las empresas que son las únicas que pueden generar puestos de trabajo. Esto sería más positivo que castigar al pueblo dejándole en la más absoluta miseria.

Qué podemos pensar de la actitud moral de un gobierno que apoya sin reparos a un sistema capitalista, ignorando por completo el drama social que está ocasionando. Expertos analistas aseguran que España no tardará en caer en “banca rota”, los más decididos afirman que por el camino que llevamos, no llegaremos a diciembre, y Montoro con su elocuencia cínica lo ha ratificado: a no tardar habrá suspensión de pagos. Aunque nos duela reconocer, hemos de pensar que estamos en una situación comparable al tristemente famoso “corralito” argentino. Sólo las grandes fortunas serán las beneficiadas, mientras los demás caeremos en la desesperación, el fracaso y la ruina. Todo gracias a la pasividad, la ignorancia y la indiferencia de los políticos que están en manos del poder y las mafias financieras que son los peores delincuentes que nos podamos imaginar, están riéndose de nosotros ocultos en su desconocido mundo particular.

Para terminar diré que a estas alturas nadie duda que Rajoy  heredó de los socialistas una situación económica difícil, pero no es menos cierto que las decisiones que está tomando nos están llevando a un callejón sin salida,  a una caída en picado en contra de lo que dijo hace unos días el señor Montoro con actitud prepotente, “España es demasiado grande para caer…”.

 Pues mireusté señor Montoro, más bajo no podemos caer.

Os saluda un indignado, Miguel.


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