jueves, 2 de agosto de 2012

HABLANDO DEL COPAGO...



Buenas tardes indignados colegas: Esta tarde no toca hablar del gobierno aunque algún asuntillo como consecuencia de su nefasta política saldrá a relucir. Hoy me apetece hablar del copago sanitario por la sencilla razón de haber leído un artículo que, dentro de la gravedad del asunto, no deja de tener gracia.

Este gobierno de “inocentes” políticos, debió creer que la picaresca española que tanto dio que hablar siglos atrás, se había extinguido con el paso del tiempo al igual que los dinosauros. ¡De eso nada mireusté! A los españoles nadie nos gana cuando se trata en agudizar el ingenio y desarrollar el puntito de malicia que todos llevamos dentro. Lo que sucede es que todos no somos iguales y cada cual trinca como y donde puede.

Esto viene porque en el primer mes de la imposición del “copago”, algún cerebrito con ganas de trabajar, ha descubierto que se estaban utilizando 150.000 tarjetas sanitarias de personas fallecidas, y otras 800.000 de beneficiarios que ni siquiera estaban dados de “Alta” en la Seguridad Social por si esto no es suficiente, 200.000 de éstas constaban en régimen de “pensionistas”, por lo tanto podemos pensar que quienes las utilizaban no solo disfrutarían de asistencia médica gratuita, sino que además no pagaban ni un céntimo por sus medicinas. A esto cabe preguntarse, si como parece se trata de un asunto de manifiesta desidia posiblemente atribuida a los funcionarios públicos de la SS, que nunca se preocuparon de realizar su trabajo honestamente y con la responsabilidad que se les debiera exigir, o es un desfalco a gran escala promovido desde dentro del sistema. Somos muchos los que pensamos que tenemos una clase de empleados públicos poco fiables y desinteresados que son los causantes de la mala imagen que tienen el resto de funcionarios, que cumplen su función minuciosamente. A estos presuntos culpables en vez de rebajarles el sueldo, quitarles días morosos y las pagas extras, había que ponerlos de “patitas en la calle” directamente, y cubrir sus puestos con personal descontaminado que creo yo que debe haberlos. En cuanto a los estafadores compradores de estas tarjetas, se les debe hacer pagar hasta el último céntimo del valor de los medicamentos que han consumido y posteriormente reciban el castigo que se merecen, que por su mal hacer, ahora nos vemos copados por el copago.

La Secretaría General de la SS nos informa que el primer mes de la entrada en vigor del copago, se ha producido una notable disminución en el número de recetas, entre el 15 y el 20 por ciento. Aquí cabe preguntarse… ¿acaso esperaban lo contrario? Debe haber miles de personas que no pueden pagar su medicación, la mayoría personas mayores con enfermedades crónicas, con pagas miserables que apenas les alcanza para pagar la luz, el agua, el gas y algo para mal comer.

Así que ya está bien, que no quieran dorarnos la píldora.

A todo esto, la ministra Ana Mato, sigue diciendo a todos cuanto quieren escucharla que… “La asistencia seguirá siendo gratuita para todos los españoles”. Olvida decir que “para todos” excepto para los Castellanos Manchegos que gracias a nuestra “querida” presidenta, de cuyo nombre no quiero acordarme, pagamos 0’48 céntimos de euro por litro de combustible. Creo que es el más caro de España, incluyendo a Cataluña.

 Y hay gente que todavía los ovaciona. Manda güevos.



Hasta otra, Miguel

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