Buenas tardes indignados colegas: Esta
tarde no toca hablar del gobierno aunque algún asuntillo como consecuencia de
su nefasta política saldrá a relucir. Hoy me apetece hablar del copago
sanitario por la sencilla razón de haber leído un artículo que, dentro de la
gravedad del asunto, no deja de tener gracia.
Este gobierno de “inocentes” políticos, debió creer que la picaresca española que
tanto dio que hablar siglos atrás, se había extinguido con el paso del tiempo al
igual que los dinosauros. ¡De eso nada
mireusté! A los españoles nadie nos gana cuando se trata en agudizar el
ingenio y desarrollar el puntito de malicia que todos llevamos dentro. Lo que
sucede es que todos no somos iguales y cada cual trinca como y donde puede.
Esto viene porque en el primer mes de la
imposición del “copago”, algún
cerebrito con ganas de trabajar, ha descubierto que se estaban utilizando 150.000 tarjetas sanitarias de personas
fallecidas, y otras 800.000 de
beneficiarios que ni siquiera estaban dados de “Alta” en la Seguridad Social por si esto no es suficiente, 200.000 de éstas constaban en régimen
de “pensionistas”, por lo tanto podemos pensar que quienes las utilizaban no
solo disfrutarían de asistencia médica gratuita, sino que además no pagaban ni
un céntimo por sus medicinas. A esto cabe preguntarse, si como parece se trata
de un asunto de manifiesta desidia posiblemente atribuida a los funcionarios
públicos de la SS, que nunca se preocuparon de realizar su trabajo honestamente
y con la responsabilidad que se les debiera exigir, o es un desfalco a gran
escala promovido desde dentro del sistema. Somos muchos los que pensamos que tenemos
una clase de empleados públicos poco fiables y desinteresados que son los
causantes de la mala imagen que tienen el resto de funcionarios, que cumplen su
función minuciosamente. A estos presuntos culpables en vez de rebajarles el
sueldo, quitarles días morosos y las pagas extras, había que ponerlos de “patitas
en la calle” directamente, y cubrir sus puestos con personal descontaminado
que creo yo que debe haberlos. En cuanto a los estafadores compradores de estas
tarjetas, se les debe hacer pagar hasta el último céntimo del valor de los
medicamentos que han consumido y posteriormente reciban el castigo que se
merecen, que por su mal hacer, ahora nos vemos copados por el copago.
La Secretaría General de la SS nos informa
que el primer mes de la entrada en vigor del copago, se ha producido una
notable disminución en el número de recetas, entre el 15 y el 20 por ciento.
Aquí cabe preguntarse… ¿acaso esperaban
lo contrario? Debe haber miles de personas que no pueden pagar su
medicación, la mayoría personas mayores con enfermedades crónicas, con pagas
miserables que apenas les alcanza para pagar la luz, el agua, el gas y algo para
mal comer.
Así
que ya está bien, que no quieran
dorarnos la píldora.
A todo esto, la ministra Ana Mato, sigue
diciendo a todos cuanto quieren escucharla que… “La asistencia seguirá siendo gratuita para todos los españoles”.
Olvida decir que “para todos” excepto
para los Castellanos Manchegos que gracias a nuestra “querida” presidenta, de cuyo nombre no quiero acordarme, pagamos
0’48 céntimos de euro por litro de combustible. Creo que es el más caro de
España, incluyendo a Cataluña.
Y hay gente que todavía los ovaciona. Manda
güevos.
Hasta otra, Miguel
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