Mira por donde, hoy me he levantado con ganas de lanzar mis
críticas sobre el Gobierno, del mal gobierno, y por lo tanto de la persona que
lo preside, el señor Rajoy y la corte de políticos aprovechados que le
acompaña.
En una de mis anteriores críticas, dije sin temor a
equivocarme que este personaje nos ha demostrado que es un cobarde mentiroso. Cada cual es libre de pensar lo que
quiera, ¡faltaba más! incluso yo
mismo puedo estar en un error, cosa que por supuesto no creo. Es lógico que
haya personas que todavía lo defiendan, por algo sigue gobernando, entre otras
cosas porque no existe ningún otro líder
ni un partido coherente que lo sustituya. Pues “mireusté”, pienso que aún me quedo corto en mis calificaciones;
todo cuanto vemos en él es pura fachada que se mueve entre la inoperancia, la
improvisación y la mentira. Siempre actúa tarde cuando se trata de atajar los
problemas, y qué voy a decir sobre su cohorte ministerial; unos mueven la
colita cuando lo oyen hablar, otros ladran y todos juntos muerden a los
necesitados vasallos cuando reciben la orden de los mercados financieros, o al
compás de la música que viene de Bruselas o aquella que toca la señora Merkel.
Falta iniciativa, dignidad, coherencia y escrúpulos, para salir de esta crisis
que nadie tiene intención de frenar: somos
prisioneros de una durísima dictadura
financiera. Si aquí en nuestro país nuestros políticos carecen de
confianza, ¿cómo van a creer en ellos
fuera de España? La confianza es muy fácil de perder, y una vez perdida
cuesta mucho recuperarla.
Ahora intentan vendernos con su cinismo tradicional, aquello
del rescate a la Banka sin condiciones, que según quieren hacernos creer no
vamos a pagar los españoles. ¡Serán
gilipoyas! ¡Lo mismo piensan que esa
píldora nos la vamos a tragar! Señor Rajoy, mantengo mi opinión: es usted
un mentiroso incompetente, empezó
prometiendo no subir los impuestos y aún no ha terminado, siempre que abre
la boca es para soltar una mentira tras otra. Le temo cuando sale maquillado
ante las cámaras de la tele, diciendo que no va a hacer nada que perjudique a
los españoles, ni subir cual impuesto, mas al día siguiente aquello que había
negado, nos lo encontramos aprobado para su resolución en el Consejo de
Ministros. En el corto tiempo que ocupa
la Moncloa nos ha subido más los impuestos que otros en cinco años atrás y no nos
venga diciendo que pagamos menos impuestos y más baratos que cualquier país de
Europa, las comparaciones son odiosas, y
los sueldos también.
¿No queríamos cambio?
¡Pues tomad cambio!
Podré entender que el Gobierno nos vaya a subir el IVA de
los productos de primera necesidad. Entenderé que paguemos la sanidad y las
medicinas por triplicado. Pero no
entiendo que nadie, absolutamente nadie, levante la voz para quejarse. Mireusté: llegado a este punto, por
incomprensible que parezca, incluso dudo que en España haya realmente cinco
millones de parados, creo que todo pertenece a una burda estadística. ¿Sabeusté?
Aquí en nuestra España del alma, necesitamos un líder que no
le tiemble el pulso a la hora de tomar decisiones difíciles, y no me estoy
refiriendo que las tome contra nosotros el pueblo temeroso y callado, sino
sobre la casta financiera y política
que, como parásitos carroñeros que son, nos siguen hundiendo en la miseria
mientras gozan de las fortunas que nos están arrebatado con malas artes aprovechando
que la justicia duerme el sueño de los
justos. Un líder que no se deje manipular como una marioneta. Está claro
que esto también tiene un precio y la solución es cosa nuestra, de los
españoles que sufrimos en silencio las consecuencias de esta lucha sin control
por y para acaparar riqueza. No deberíamos pensar que la solución caerá llovida del cielo, ya casi nadie cree en los milagros
y no vale con amagar, hay que dar la
cara y gritar a los cuatro vientos la amargura que llevamos en el corazón,
que nuestras voces se oigan en la Moncloa, en el Congreso, y allá donde quieran
oírlas. Un dicho español dice que más vale ponerse una vez rojo que cien
amarillo. Este país padece una lenta y
dolorosa agonía porque no tiene a
nadie que lo gobierne, porque los que antes han estado y los que hoy están,
solo saben engañar y corromper cuanto tocan. Dicen que la política es un arte.
Si, el arte de saber mentir sin que se note demasiado y aquí sobran muchos
políticos embusteros, por poner un ejemplo diré que tenemos 350 diputados en el Congreso, y hasta el año pasado éramos 47.190.493 habitantes, Alemania que casi nos dobla en habitantes,
con 81.777.000 que tenía en 2.010
tiene actualmente 598 Diputados. Casi ná.
Para terminar y utilizando una expresión taurina, quisiera
dar un puyazo para Rajoy y banderillas negras para sus ministros.
Hasta la próxima os saluda, Miguel
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