Vaya mareo que he tenido y no por
motivos vasculares, no; me he mareado cuando he leído los sueldazos de nuestros
representantes. Me estoy refiriendo cómo no, a los políticos. Ellos, esos politicastros
ineptos que se les llena la boca dando
lecciones de democracia y patria a
cuantos les escuchan; esos señores que con su total ausencia de autocrítica y
moral son capaces de establecer para sí mismos esas desorbitadas cifras. Vergüenza
debería darles asignarse esas pagas viendo cómo está España, la España
que ellos dicen llevar en el corazón,
cuando en realidad lo único que guardan en él es la
combinación de su caja fuerte, y a continuación tienen la desfachatez de
declarar lo que les da la gana, y lo más cojonudo
de la cuestión es que hacienda va y les cree como a don Botín, que incluso le
tienen que devolver, y el resto de los españolitos a pagar hasta el último euro.
¡Vergonzoso!
Muchos creíamos que Rajoy nos iba a
sacar de este “berenjenal” pero ya
hemos visto que ni Zapatero tuvo, ni él tiene capacidad para hacerlo. El uno, Zapatero porque fue tan ingenuo que
nunca pensó que pudiera pasar algo semejante y una vez dentro del “fregao” no tuvo ni idea por dónde
atajarlo, y Rajoy porque es un manso
vasallo que sólo obedece a los mercados
financieros y sigue las órdenes que le dictan desde Bruselas. Nos miente en
nombre de una crisis que más bien se asemeja una estafa a escala mundial. Algunos incluso ya piensan que un buen
político es aquél que mejor sabe mentir al pueblo. Si no fuese por la seriedad
del asunto podría ironizar diciendo que… para ser Presidente del Gobierno
español, sólo es necesario no llevar la contraria a Bruselas y hacer cuanto
mande.
¿Qué no?
Las cosas que suceden aquí, en esta
España nuestra, no pasan en ningún otro país: estamos hundidos con el agua
hasta el cuello, y los partidos políticos que se mantienen a nuestra costa, son
incapaces de unirse para sacarnos del atolladero que es lo que la gente del
pueblo estamos pidiendo. No tenemos políticos con verdadero coraje cívico que
hagan una democracia real basada en el
honor, la cultura, y sepa cómo resurgir de nuevo nuestra maltratada
economía. Aquí no tenemos gente así, Aquí tenemos
unos políticos incapaces de mirar por el país porque no quitan el ojo de su cartera. Estos políticos parecen que gobiernan de oído, sin partitura, como la
orquesta del Titanic que seguía tocando mientras el barco se hundía. ¿Dónde están los buenos políticos?
Pues eso.
Aún nos amenazan que antes del verano tendremos
más recortes, – habrá dicho la Merkel que lo haga. – Por lo pronto este gobierno torpe y cobarde, ya no se
atreve a dar la cara para anunciar nuevos recortes – que ahora llaman ajustes –
ahora han introducido una nueva técnica de comunicación
con la intención de tomarnos el pelo, mandando notas de prensa para decirnos
que piensa recortar donde más nos duele;
en Sanidad y Educación, dos pilares sociales básicos que deberían ser intocables, sagrados diría yo.
Veréis cómo dentro de poco nos rebajan la paga a los jubilados antes de
quitársela a la iglesia, a la que este año le vamos a regalar 159 millones de euros. Después, como deberían hacer al Botín ese, deberían obligarles a que paguen sus impuestos como cada uno de nosotros, el IBI de todas sus casas, palacios y fincas,
como hacemos casi todos.
Reconozco que es una
utopía, pero sería tan bonito…
Dentro de nada tendremos que pedir ayuda
a Médicos sin Fronteras para que, en vez de ejercer su voluntariado en África,
se vengan para acá. No les faltará faena y notarán poca diferencia con aquello, si acaso
en el clima, y luego a luego, tampoco.
Voy a cambiar de tema porque si me pongo
a pensar seriamente en todo lo que se nos viene encima, me acongojo y me entran unas tremendas ganas de llorar, ingresar en un
sanatorio mental, o irme al extranjero.
Y no está el asunto
para viajes.
Estos días he leído que quieren poner en
Madrid un casino a lo grande, por lo visto “muchisssmo”
grande, como decimos los albaceteños, ya hasta le han puesto nombre y todo;
se llamará Eurovegas, o sea, que va
a ser como las Vegas de California pero en Alcorcón. A mí de entrada ya me huele mal y eso
que aún no se ha aprobado, porque ojito con lo que arrastra un casino montado
al más puro estilo americano, con lo que eso acarrea. Cierto que en estos
momentos no nos viene mal una inversión de este calibre, pero… ¿realmente
necesitamos aquí un casino con sus mafias
y todo? Ahora dicen que están “negociando”
las condiciones, pero seguramente lo que no van a decir es que están haciendo
números para repartirse los porcentajes, sobornos y ventajas para compartir
entre tanto mangante. En España muchísima gente vive del turismo y no les va
tan mal, no es necesario que nos traigan un
turismo de maleantes, putas y gente de mal vivir.
¿Acaso no hay suficientes
con los que ya tenemos, que aún vamos a importar más?
Miguel
Albacete, a 10 de abril de 2.012
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