Este gobierno hace las cosas a marchas
forzadas, da la sensación de estar dando palos de ciego… igual que hacía el
otro. De un tiempo a esta parte no ganamos para sustos: que si sube la prima de
no sé quién, también el impuesto de no sé dónde… ahora amenazan con vender “entidades financieras con participación del sector público”. Y yo
me pregunto, ¿es que todavía queda
alguna? Si la cuestión es ahorrar, hay muchos lugares que según mi opinión,
aún dan bastante margen para meter la tijera, veamos algunos:
·
Recortar los salarios de los políticos,
dietas, pluses, vehículos oficiales y viajes en 1ª clase.
·
Retirar las tropas del extranjero. (No está el asunto para jugar a los
soldaditos).
·
Hacer que las deudas de los bancos las
paguen los accionistas y los directivos. (Son
los que han provocado este lío).
·
Si retirasen los fondos que regalarán a
la iglesia católica este año, el Estado se ahorraría 159 millones de euros.
·
Eliminar subvenciones a los colegios
concertados. (Quien apueste por los
privados que se los pague).
·
Subir los impuestos de lujo, sociedades,
plusvalías y trasmisiones.
·
Concentrar ayuntamientos de escasa
población.
·
Eliminar diputaciones.
Seguramente habrá muchas más pero como
muestra es suficiente. Sin embargo, espero que una de las posibles medidas que
está barajando este incompetente gobierno, no sea la de reducir las pensiones,
al menos no por ahora. Opino que más probable sería subir las cotizaciones a la
Seguridad Social. Con esto y el retraso de la edad de jubilación, queda margen
suficiente para el ahorro. Dicen que también están pensando reducir el importe
a los parados o en su defecto, a la duración de la prestación.
En
todo caso, sólo con pensarlo me pongo a temblar.
En cuanto a los recortes en Educación he
de decir que cuanto más recortes haya más analfabetos seremos; es lo que
sucedía no hace mucho, el siglo pasado, me viene a la memoria la película “Los santos inocentes”. Volveremos a
inclinarnos y quitarnos la boina al paso de los señoritos. Tendremos prohibido
ponernos enfermos y aguantaremos de sol a sol, en pie hasta la muerte. Surgirá
la Nobleza del siglo XXI, el capitalista despótico, el político dictatorial y,
cómo no, resurgirá de nuevo el clero con todo su poderío.
Respecto a la Sanidad, puedo pensar que
siendo como es, una de las mayores salidas que hay que sellar con urgencia, no
hay quien nos pueda librar del “Repago”.
Aunque las competencias están traspasadas a las comunidades autónomas, es una
forma como cualquier otra para aumentar la recaudación. Por lo pronto los
hospitales ya han empezado a despedir médicos, personal interino y trabajadores
de mantenimiento.
El gobierno de la Generalitat Valenciana ha tenido la genial idea de plantearse cobrar
por la atención sanitaria a los turistas
nacionales; no a los turistas extranjeros, a estos ni un céntimo que se
espantan, sólo a los turistas españoles. Pues mireusté, menos mal que nos han avisado con tiempo y todavía
podemos cambiar nuestro destino playero hacia otras costas, donde no nos cobren
por una maldita picadura de medusa.
Sin embargo en Cataluña el asunto de la Sanidad, lo están llevando de una forma
más delicada y menos catastrofista, como debe ser. Allí no existe el copago
sanitario, los catalanes como van de educados por el mundo, han establecido el
llamado “tique moderador”. ¿Verdad que suena mejor? No sabemos
todavía el resultado pero eso sí, al
menos han conseguido por ahora, cerrar los quirófanos por la tarde y
alquilarlos al sector privado.
“La
pela es la pela”.
Quien a estas alturas aún siga pensando
que el señor Rajoy y su cuadrilla de
ineptos van a sacarnos del pozo, están más que equivocados. Ni nos sacará
de la crisis, ni generará empleo, ni dará confianza a nadie, porque todo lo que
dice hoy, lo niega al día siguiente. Todo es mentira y utiliza la “herencia recibida” como excusa para
cubrir su propia incompetencia. Pese a lo que pueda decir, esto no tiene nada
que ver con la pérdida de confianza, más bien de trata de un premio a la incompetencia, puesto que
sus recortes no convencen a nadie. Su desdén con el electorado y su desprecio
con los medios de comunicación, pueden acortar el plazo de su presidencia y
pasar a la historia como “Marianico el
Breve”. Este señor ha demostrado en varias ocasiones que es cobarde por naturaleza, que yo sepa, es
el primer presidente que sale por el garaje de las Cortes para no dar la cara
ante los medios de comunicación. Esto lo digo con conocimiento de causa: siendo
vicepresidente con Aznar y cuando viajaba a la “costa da morte” durante la
crisis del Prestige estando ésta en su punto culminante, siempre lo hacía
el helicóptero y/o en vehículos camuflados por temor a la reacción de sus
paisanos. Al gobierno anterior en vez de ayudarlo, le metía palos entre las
ruedas, le lanzaba piedras y escondía la mano. Ahora sale corriendo por la
puerta trasera huyendo de los periodistas como Urdangarín.
¿Esto
genera confianza?
Todavía no comprendo cómo aún hay
personas que después de tanto tiempo aguantando, tantas empresas en quiebra por falta de
financiación y tanta gente sin trabajo, no se hayan dado cuenta que la crisis
como tal no existe; que es un montaje
inventado y alimentado por los insaciables mercados financieros que no
permiten que vivamos en paz, con dignidad y en libertad.
¡Que nos digan la verdad de una puñetera
vez!
Hay cuestiones que tienen mala solución,
o sí la tienen, pero para ponerlas en práctica hace falta tener coraje patriótico… y ya sabemos que
este gobierno de demagogos carece de
él por mucho que se amparen tras la bandera de España. Este sistema, como
cualquier otro, debe estar adaptado a la naturaleza de las personas a quienes
va dirigido. Si el sistema no es satisfactorio porque no cubre las necesidades
de los afectados, hay que cambiarlo por otro mejor, esto se traduce en que hay
que evitar que los mercados financieros obliguen a los gobiernos a que hagan su
santa voluntad. Eso no puede seguir siendo así, son los gobiernos quienes tienen que someter a los mercados y nunca
al revés. En algún momento, algún día ojalá no muy lejano, alguien tendrá
que darse cuenta que debemos mandar por nosotros mismos y no dejar que lo hagan
los mercados. Por lo tanto, y antes de que sea demasiado tarde, se debería
empezar por reformar los mercados y
evitar que éstos se aprovechen de la desunión actual que mantienen los partidos
políticos interesados y egoístas del sistema democrático europeo.
¿Sabeusté?
Miguel
Albacete
a 15 de abril de 2012
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