lunes, 2 de abril de 2012

¿Pacto Fiscal?




Hay asuntos que por su relevancia los políticos deberían abordar de una vez con vergüenza torera. Me refiero al anuncio del gobierno a declarar un pacto fiscal para que los evasores de divisas saquen de sus escondites el dinero negro y lo puedan fregotear sin reprimendas del fisco. Con esta disposición, el gobierno asegura que, posiblemente van a recaudar un montón de millones, que falta nos hacen. Verdaderamente estas noticias me ponen los pelos como escarpias, vamos a ver: poniéndome yo por delante, vivo de una pensión contributiva y pago hasta el último euro de los impuestos que me corresponden, que por cierto son bastantes, y ahora resulta que a los sinvergüenzas que envuelven sus millones con la bandera de España y lo sacan del país, pueden disponer de ese dinero pagando al fisco menos que yo al dentista. Esto es un cachondeo.

Así están los inspectores de hacienda. Ahora no saben qué hacer, si continúan con su trabajo, o irse de vacaciones a Belice.

Con razón el señor Rajoy no quería hablar de los presupuestos hasta pasar las elecciones andaluzas. Este gobierno me recuerda a los malos estudiantes que cuando no saben la lección, van y la copian. Esto mismo lo hicieron antes los socialistas, los italianos y los portugueses… y así les va. A mí me hacen gracia las cosas que de este hombre dicen los amigotes de su entorno. “Desde que Mariano ganó las elecciones, su vida ha cambiado por completo…” ¡Toma, y también la nuestra! Porque no olvidemos que se ha pasado por el forro la mayoría de sus promesas electorales. Estoy seguro que de haber hoy un referéndum, solo contaría con los votos de sus partidarios.

Por si alguien no lo recuerda, en los tres meses, (vaya tres mesecitos), ha batido el record de subidas de impuestos, este señor nos ha implantado por decreto; la reforma laboral que el mismo día de entrar en vigor, puso en la lista del paro a más de dos mil trabajadores. En lo poquito que habló durante su campaña electoral, prometió no subir los impuestos, y lo primero que hizo al poner los pies en la Moncloa, fue subir el IRPF entre un 2% y un 7%, el IBI entre un 4% y un 10%. En lo que va de año le ha metido mano al gas natural, un 0’5%, Correos un 2’86%, a los peajes de las autopistas les ha metido un 3’2%, y por ahora, el recibo de la luz nos costará un 7% más caro. Han dado pie para que los ayuntamientos puedan, desde ahora, subirnos los impuestos sobre el Valor de los terrenos de naturaleza Urbana. Agárrense los que tengan parcelitas que contribuyen a mejorar el Medio Ambiente y se  hinchan  a cavar para plantar cuatro tomates y dos lechugas; el bus urbano, el impuesto de circulación, las tasas de tráfico y de la ITV etc, etc.  ¿Quién da más?

Esta Ley con nombre sugerente, llega con cuarenta años de retraso, y tampoco nos asegura que se podrá aplicar con carácter retroactivo con el fin que aparezcan los miles de millones de euros que están escondidos por este mundo de dios.

Esto no ha quedado ahí; de un plumazo se ha cargado las ayudas para las energías renovables. Miles de personas vinculadas a este sector irán a la puñetera calle. También ha desempolvado una ley socialista, (cosa rara), que por lo visto les irá bien a los suyos, me estoy refiriendo a la célebre ley Sinde que estaba olvidada en cualquier cajón, y que los sociatas no pudieron aprobar por falta de acuerdos. No obstante, y para tratar de equilibrar todo lo anterior, este gobierno ha hecho una Ley de Transparencia, que puede ser cualquier cosa menos transparente. Bueno, lo cierto es que en principio y así vista suena bien. Pero conforme la vas leyendo, te das cuenta que es como un espectáculo teatral después de desmontar el decorado: se queda solo el esqueleto de la tramoya. Esta Ley ha sido creada con el fin de tomarnos el pelo, ya que la administración tiene el poder de aplicar cuando le venga en gana, el Silencio Administrativo. Algunos pensábamos que esta ley terminaría con los políticos aprovechados, corruptos y derrochadores, pero veréis como no es así. La Ley de Transparencia pretende garantizar el derecho a la información pero no afectará al poder, el Silencio Administrativo se impondrá en el momento que se relacione a cualquier persona vinculada a la Casa Real, el Ejército, la Justicia, la Iglesia y los políticos. También podrá denegar el acceso a ella cuando perjudique a los intereses del Estado y estará brindado el acceso a los datos “especialmente protegidos” o afecte a “derechos e intereses de terceros”… ¿Entonces qué nos queda?
Creo yo que solo la aplicación puede ser para los de siempre: los sufridos y honrados contribuyentes. ¿Qué podemos esperar de unos políticos ineptos y farsantes que con su desparpajo retórico y sonrisa prepotente pasan por encima de un pueblo esclavizado, callado y avasallado? Esta Ley huele tan mal y está tan vacía de contenido que solo servirá para ir tapando los negocios sucios del poder.

Yo entiendo que con toda esta maniobra de distracción pretenden mantenernos entretenidos y hacernos creer que algo cambia cuando realmente todo sigue igual, o solo favorece a los suyos.





Sin nada más que criticar por hoy se despide vuestro amigo,



Miguel


Albacete, a 2 de abril de 2012

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